"ENTRE DOS
AGUAS"
Entre dos
aguas no se navegar,
mi barca poco a poco zozobra.
Es esta duda permanente
la que me acongoja.
Tal vez mi barca se pierda,
tal vez se vaya a pique
pero... ¿Y si llega feliz a puerto?
¿y si sale airosa de estos contrarios vientos?
Pero... ¿Y si es tal la fuerza de los vientos
que imposible sea alcanzar la meta propuesta?
¿y si es inminente el naufragio?
¡Oh, viento!
que engalanas a las aguas
creciéndolas, fortaleciéndolas,
haciéndolas sentir esa bravura
que sólo tú sabes sembrar.
Pero... ¿Y mi barca, sabrá ella
cosechar esa tu siembra?
Las olas se crecen
y a mi pobre barca
trasladan a la más alta inquietud.
¡Qué aflicción!
¡Qué aflicción!
Pero por un momento
mi barca
no piensa en esa amenaza.
Su pensamiento se traslada.
¡Oh, puerto!
Qué dulce haces mi estancia.
Por un cabo a ti me dejo amarrar.
¡Qué paz siento!
¡Qué paz siento!
¡Qué dulce sentimiento
me produce la mar bella
cuando mimosa me mece!
El susurro que produce
el amigo viento
al acariciar mis amadas aguas
me hace suspirar.
¡ Qué feliz me siento !
cuando admirada contemplo
la increíble belleza de tus olas,
que al chocar contra mi proa
rompen en millares de gotas
que como brillantes preciosos
a tus aguas retornan
Pero una fuerte ola
me hace despertar
de tan dulce sueño.
¡O cruel realidad
que despertar me haces
de tan deseado anhelo!
¿Cuánto tiempo viento?
¿Cuánto tiempo aguas?
¿Cuánto tiempo me tendréis
en inminente riesgo?
¡Es que no veis
que mi barca zozobra!
Pues entre dos aguas
no sabe navegar.
Gilda Ruiloba