sábado, 23 de mayo de 2020






NOCHE MÁGICA 

Noche mágica
noche de Reyes
sueños rotos
ilusiones vivas.

Tras larga espera
por fin la noche soñada.
Padres que se vuelven niños
niños que admiran a sus padres.

Pero, y el mensajero real
¿Habrá él entregado 
la nota de mis sueños?
Paz, amor y amistad.





ROSA

Amiga,
bendigo tu bello nombre
igual al de la rosa.
Quien a la rosa se acerca
con su rica fragancia obsequia.

Más a ti me acerqué 
y por no ser menos 
que la rosa hermosa
obsequiarme quisiste
con tu amistad.

Más la rosa 
rica en inigualable belleza,
espinas tiene para su defensa.
De ahí el dicho;
De la rosa, las espinas.

Pero comprenderse debe
que es autodefensa.
Y en ti Rosa
hallé mi mejor amiga.
Mezcla de tus fragancias y espinas.



jueves, 21 de mayo de 2020












     HAY SIETE CLASES DE ESPAÑOLES

     Como muy bien dijo el novelista vasco Pío Baroja: En España hay siete clases de españoles…si, como los siete pecados capitales. A saber: Los que no saben; Los que no quieren saber; Los que odian el saber; Los que sufren por no saber; Los que aparentan que saben; Los que triunfan sin saber y los que viven gracias a que los demás no saben.
     Estos últimos se llaman a si mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”.
     Recientemente y con la crisis del coronavirus hemos podido observar que ciertamente hay estos siete tipos de españoles. Los que no saben y se dejan guiar por los consejos de los entendidos en la materia y procuran seguir las normas a rajatabla. Los que no quieren saber y a pesar de que saben que hay cosas que no pueden hacer las incumplen deliberadamente. Los que odian el saber porque son más papistas que el papa. Los que sufren por no saber, estos temen no hacer bien las cosas y llegan a frustrarse. Los que aparentan saberlo todo y en realidad no saben nada. Los que triunfan sin saber y tratan de convencer a los demás.
      Y por último, están los que viven gracias a que los demás no saben, y aquí se encuentran nuestros políticos, unos nos dicen que tenemos que seguir con el confinamiento porque no podemos contagiarnos, y nos van liberando poco a poco, con medidas estrictas, del aislamiento. Otros por el contrario nos indican que el confinamiento ya no da más de sí, que tenemos que volver a la calle y a nuestros trabajos porque la economía se hunde y con ella nuestro país. Aquí la mayoría de las clases de españoles anteriormente expuestas, se hacen un cacao mental. ¿Salimos o nos quedamos en casa? Porque claro, si nuestros políticos que son los encargados de decidir en los asuntos trascendentales, como los que nos ocupan en estos momentos, no se ponen de acuerdo ¿qué hacemos? ¿salimos o no salimos? Hasta ahora los estudios de seroprevalencia están muy lejos de llegar al sesenta o setenta por ciento, para conseguir la inmunidad de rebaño tan deseada. Y la media en España ronda el cinco por ciento y en Cantabria el tres con dos por ciento. Desde las últimas leyes que relajan las salidas de los niños ya se han dado varios casos de enfermedades relacionadas con el coronavirus. En Estados Unidos el repunte de esta enfermedad ha crecido y los casos de muertes en menores está aumentando. El Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico o PMIS (siglas en inglés) manifiestan síntomas parecidos al síndrome del shock tóxico o la enfermedad de Kawasaki que causan inflamaciones muy severas en las arterias coronarias. Sus síntomas son: fiebre muy alta, dolor abdominal y presión sanguínea baja.
     Ahora ha empezado la desescalada de los adultos que por cierto, la mayoría no está siguiendo las normas y hacen lo que les viene en gana, con lo cual comenzarán los repuntes e ingresos en los hospitales.
     Nuestros políticos siguen en su tira y afloja, unos quieren seguir con el confinamiento más relajado y otros por el contrario van a votar que no. Los españoles estamos confundidos, unos dicen que lo primero es salvar las vidas y otros la economía. Ellos en momentos tan difíciles son incapaces de ponerse de acuerdo y unirse por el bien de los ciudadanos. Cada semana las diferencias son mayores y nosotros, esas seis clases de españoles, según Pío Baroja, porque dejo fuera a la clase séptima, no sabemos qué hacer y a quien prestar mayor atención. En fin, creo que lo que no sabemos en realidad, es lo que vamos a hacer con todos estos políticos, que por cierto, cada día son más, la economía se ha resentido, pero ellos lejos de recortar tanto en personal como en sueldos, ahí siguen, creciendo en número y aumentando sus retribuciones. Este parece el país de Jauja.
                                                                      Gilda Ruiloba

    
 
    
    
    

miércoles, 20 de mayo de 2020


















           EL CLAMOR DE LA DESESPERACIÓN
     Recientemente leía una nota desgarradora, llena de desesperación ante la pérdida total de la esperanza, de la confianza en las instituciones y en el gobierno al que había votado con gran ilusión, esperando cambios y mejoras para los trabajadores. Una devolución de los derechos perdidos con la reforma laboral del 2012, algo que prometieron por activa y pasiva, según su carta.
     Pero cuando la pobreza entra por la puerta, la seguridad y la confianza salen por la ventana.
     En esta desgarradora misiva se decía que llevaba en un ERTE desde hace dos meses, cuando comenzó la crisis del coronavirus en España y aún no había cobrado nada. No es un caso aislado ya que aproximadamente 900.000 trabajadores se encuentran en la misma situación. Los gastos siguen viniendo cada mes, hipoteca, agua, luz, teléfono, gastos de escalera, comida, medicinas y recibos varios, relacionados con los vehículos y la vivienda, cada mes llegan los gastos a una cuenta sin fondos, con lo que se generan nuevas deudas, esta vez bancarias. La desesperanza y el nerviosismo ante la incertidumbre, la llevaban a una situación de depresión y desesperación. Todo había cambiado de un día para otro, de tener un trabajo fijo, estable, aunque no demasiado bien remunerado, pues por desgracia los sueldos de los trabajadores en España son los que son, después de la tan famosa, así como odiada reforma laboral, en la que tener una jornada de ocho horas es utopía, apenas los más antiguos gozan de este privilegio, pero también ellos son despedidos allá cuando rondan los 52 años. Y así esta España nuestra en la que los jóvenes no encuentran trabajo, y si lo consiguen, es totalmente precario, de cuatro o seis horas en el mejor de los casos.  Y ahora todo esto se ha juntado con la crisis de la COVID-19 y por si fuera poco la mayoría de los trabajadores se han visto dentro de un ERTE en el que un alto porcentaje no ha cobrado. Día a día, vemos aumentar las colas de la pobreza, que esperemos sean temporales, como los ERTES. El nerviosismo reflejado en esta nota era muy grande, un no saber que hacer ante la impotencia de no poder hacer nada. En Cantabria ya hay que ir a pasar la ITV, hay que comprar obligatoriamente las mascarillas que durante el mayor pico del coronavirus no eran necesarias, pero que ahora te sancionarán si no las llevas. Y así los gastos siguen creciendo, las ITV se juntarán unas con otras, pues en la tarjeta seguirán respetándose la fecha inicial, la que correspondía antes de la pandemia, no importa que el vehículo haya pasado la revisión más tarde, por obligación, y por este motivo no llegará a la fecha reglamentaria, lo importante, es pasar por caja. Y así los gastos crecen y crecen, ante unas cuentas vaciadas. En el mejor de los casos, muchos trabajadores pasada esta crisis, volverán a sus puestos, harán malabarismo y seguirán sus vidas. Pero por desgracia, muchos se quedarán sin sus trabajos y sus voces desgarradoras tratarán de ser oídas allá donde debieran ser escuchadas.
                                             Gilda Ruiloba.


  







                  
ELEGÍA A GEMA REBOLLEDO


GEMA REBOLLEDO

La estrella que regresó a su cielo
Y en la tierra brilló con luz propia
Amó, soñó, vivió y luchó.

Con tus ojos verdes
Como el peridoto de Cachemira
Gema noble como tú.

Que en sus reflejos amarillos
Y dorados
Acarició plenos de dulzura

Con sus rasgos de humanidad
Destellos de afabilidad
Y llenos de bondad.

Y con tus abrazos nos envolvías
Parando el tiempo, sin prisas
Haciéndonos sentir tu calidez.

Gema, rapsoda inigualable
Aedo que como en la antigua Grecia
Gustabas recitar tus propios poemas.

Y es entre estos viejos muros
De la Casa del Patriarca
Donde tanto disfrutaste

Donde nos hiciste volar, soñar
Con tus bellos poemas
Salidos de tu más profundo yo

Y es aquí, en tu Casa del Patriarca,
En nuestra Casa del Patriarca,
Donde sentimos tu presencia

Pues somos conscientes
Que es aquí,
Donde deseabas estar hoy.

Gema, amiga, compañera,
Nos dejaste una lección de vida
Antes de partir a tu cielo de estrellas.

Quisiera traerte de vuelta
Arrancarte de tu cielo de estrellas
Que aún hay mucho por escribir, compañera.

Que queda mucho por recitar, compañera
Compañera del alma,
Mi rapsoda querida.
                                   Gilda Ruiloba.





lunes, 11 de mayo de 2020


    






                   
Todo tiene un precio

     Los españoles en nuestro confinamiento seguimos con gran atención las últimas noticias sobre la pandemia que nos asola. Asistimos atónitos a las reuniones en el Congreso de los Diputados cada vez más crispadas. La primera vez que se declaró el estado de alarma en España por COVID-19 fue el 14 de marzo tras los numerosos casos de afectados. Se declaró la emergencia sanitaria comenzando así la cuarentena. El 25 de marzo fue la primera ampliación y se aprobó por unanimidad. El 9 de abril sus señorías aprobaron la segunda prórroga, pero aquí ya comenzaron las divisiones, y se sumaron los primeros votos en contra de VOX y la CUP y las abstenciones de ERC, EH Bildu y JxCat. El 22 de abril tuvo lugar la tercera ampliación en un ambiente de gran convulsión y la división del hemiciclo pese a la gran gravedad que estaba teniendo en esos momentos la pandemia. La votación contó con 60 votos en contra. El seis de mayo ha sido la cuarta prórroga y sus señorías no iban a modificar su conducta, faltaría más. Tras muchos encuentros y desencuentros, la nueva moratoria se salda con 75 votos en contra y 97 abstenciones.
     Esta aprobación no es gratuita, pues como podemos observar a mayor tiempo, mayor tensión entre nuestros representantes. Pedro Sánchez tiene que pagar un precio por otra prórroga y así llegar a un acuerdo con Ciudadanos y PNV. El precio a pagar será una cogobernanza, elecciones vascas y luto nacional. Las comunidades autónomas exigen a Pedro Sánchez más poder frente a la desescalada y así se lo hacen saber los presidentes de País Vasco, Cataluña y Galicia quienes le advierten que si no les da más poder no aceptarán más prórrogas. Con lo que al consejo de ministros no le ha quedado más remedio que hacer partícipes a las autonomías, aunque su gobierno tendrá la última palabra. El común denominador de todos los partidos de la oposición, así como los presidentes autonómicos, desde el comienzo de la crisis sanitaria, han sido las quejas por la falta de diálogo. No le perdonan al gobierno que se tengan que enterar por la prensa de las decisiones que se toman. Algo que sin duda cambiará tras el acuerdo alcanzado con Ciudadanos de reunirse cada 15 días con motivo de revisar la desescalada. Otro trato con Inés Arrimadas es que los ERTES y ayudas no estén vinculados al estado de alarma.
     Las elecciones vascas han sido también otro reclamo del PNV a cambio de un voto favorable. El lehendakari Iñigo Urcullu tenía como objetivo celebrarlas en julio ya que por motivos de la pandemia tuvieron que ser suspendidas el pasado 5 de abril. La cercanía de la fecha deseada no convencía al ministro de Sanidad Salvador Illa, quien la consideraba precipitada, debido a como se está desarrollando la enfermedad. Pero se da por hecho que las elecciones en el País Vasco tendrán lugar antes de que se levante el estado de alarma.
     Otra de las exigencias por parte de Ciudadanos y PP, así como por un amplio sector de la oposición, es el luto nacional, algo a lo que Sánchez se ha comprometido, pues estaba dentro de sus planes hacerlo en la parte final de la crisis dando así homenaje a todos los fallecidos por COVID-19. Por otro lado, al gobierno le conviene retrasar esta fecha para suavizar en lo posible la desgracia y sufrimiento de las consecuencias de la pandemia e ir dando prioridad a la positividad del avance de la mejoría.
     Y estos son en rasgos generales los puntos alcanzados entre el gobierno y la oposición para obtener los votos necesarios para la nueva prórroga. Todo tiene un precio, no importa si las medidas benefician o no a la salud de los ciudadanos, de lo que se trata es de conseguir los intereses de los partidos, como siempre. Ojalá que dentro de este coste, se incluyan también la relajación y la calma de sus señorías porque los sufridos ciudadanos ya tenemos suficiente con lo que nos ha caído y lo que falta por venir, para además tener que soportar el bochornoso espectáculo que esos políticos a los que hemos elegido y estamos pagando con nuestros impuestos nos tienen acostumbrados. Ellos siguen cobrando lo mismo, acudan a sus trabajos o no. Así que les pedimos por favor que dejen la crispación porque quien tiene paz, trasmite paz y quien se irrita transmite cabreo y los españoles necesitamos paz y tranquilidad. Creo que nos lo deben.
                                                           Gilda Ruiloba

domingo, 10 de mayo de 2020













EL CHOCOLATE EN VALLES PASIEGOS

     Al Ayuntamiento de Santa María de Cayón, más concretamente a uno de sus pueblos, La Penilla, se le conoce en todo el mundo por su fábrica Nestlé, que entre otras cosas produce chocolate. Pero no fue la primera factoría de este exquisito producto que hubo en la mancomunidad de Valles Pasiegos, ya que la primera estuvo situada en el pueblo de Llerana de Saro. Ahí se hacía un delicioso chocolate llamado “La Chocolatera”. Esta fábrica con el tiempo desapareció, pero aún podemos observar su edificio en el centro del pueblo, junto al río y al precioso puente de cuatro ojos. Este producto trajo a estos valles riqueza, aunque también tengo que contar una anécdota sobre un cargamento de cacao que llegó hace muchos años a la fábrica de La Penilla y según contaban nuestros mayores, uno de estos cargamentos llegó apolillado y se extendió la polilla por todo el valle, y hoy es el día en que aún no se ha erradicado por completo y los vecinos tienen que cambiar los muebles y maderas con relativa frecuencia. 
      Se dice que el chocolate se elaboró por primera vez en España y en Europa, en la provincia de Zaragoza ya que unos monjes cistercienses que viajaban en la expedición de Hernán Cortés lo hicieron llegar en 1.534 al abad del Monasterio de Piedra. El secreto de su elaboración lo guardan celosamente.
     Este alimento se obtiene mezclando azúcar con los derivados de las semillas del cacao: masa de cacao y manteca de cacao y es a partir de esta combinación que se fabricarán los diferentes tipos de chocolate, mezclando proporcionalmente con otros productos como la leche, colorante o frutos secos. Desde la antigüedad se consume, las primeras noticias que se tienen del uso del cacao se remontan a la cultura Makoya de México que dejaron huella de bebidas de chocolate que datan de 1.900 antes de Cristo. Los mayas y aztecas también disfrutaron de esta bebida que hacían moliendo las habas del cacao a las que añadían agua y especias, hierbas y guindillas. Al chocolate lo llamaron “Theobroma” que significa alimento de los dioses. Este producto llegó a ser para los mayas y aztecas objeto de culto. Y entre reyes de la cultura mixteca era habitual compartir esta bebida. La semilla del árbol del cacao forma una especie de vaina o mazorca de 10 a 35 centímetros de largo que cuelgan de las ramas y en cuyo interior hay 30 o 40 granos y son amargas. El chocolate tenía gran importancia en estas culturas, tanto es así, que los mexicas premiaban a sus mejores guerreros otorgándoles el derecho a consumirlo libremente. El cacao también fue utilizado como moneda de cambio y se utilizaba para pagar el tributo en las culturas prehispánicas. Cuando Hernán Cortés llegó al continente en 1.519 y probó estas bebidas que elaboraban los mayas y aztecas dijo: “Cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse “.

miércoles, 6 de mayo de 2020


    





                     OPINIÓN DIARIO ALERTA

     Desde el confinamiento en mi hogar, he podido ver a través de los medios de comunicación el primer día de la salida de los niños a la calle con sus padres. Francamente, se me ha helado la sangre. ¿Cómo es posible tanta irresponsabilidad? Comprendo que todo el mundo está ansioso por salir, pero por favor, no doy crédito a lo que mis ojos han visto. Calles repletas de niños y adultos sin guardar las distancias, padres sentados junto a otros progenitores en alegre conversación, sin ningún tipo de medidas de protección ni seguridad. Yo me pregunto: ¿Para qué han servido tantos días de confinamiento? ¿Es qué vamos a echar por tierra el sacrificio de tantas y tantas personas por un puñado de irresponsables? En esta ocasión las fuerzas de seguridad, sin duda, se han relajado mucho. Porque ¿Cómo es posible que no haya habido una vigilancia exhaustiva en este primer día de salida a la calle? ¿Cuánto tiempo más tendremos que estar en nuestras casas si la gente sigue comportándose incívicamente? ¿Es qué no se dan cuenta que de seguir así seguirán los contagios? No puedo comprender que sean tan irresponsables, cuando tienen en sus manos la custodia de algo tan sagrado como son los niños.
     Lo que más me llama la atención es que durante toda la cuarentena, a las ocho de la tarde, todos los españoles hemos salido a nuestras ventanas o balcones para aplaudir  en señal de gratitud y homenaje a nuestros sanitarios y tantas personas que han estado cuidándonos y arriesgando sus vidas para protegernos, y resulta, que en un momento, lo hemos olvidado todo y estamos volviendo a nuestra vida de siempre, sin darnos cuenta que las cosas han cambiado, pues el virus sigue ahí, al acecho de quien se despiste. ¿Es que se nos hacen poco las personas que han fallecido? ¿Se nos ha olvidado que el cariño y agradecimiento a nuestros ángeles guardianes de la salud no ha terminado con la salida a la calle? ¿Es que queremos volver a poner sus vidas en juego por nuestra irresponsabilidad?
     Afortunadamente, no todos los padres han tenido esta aptitud, también los hay que han salido con sus hijos en horas no puntas, en las que todo el mundo estaba en la calle, y han tenido a sus hijos alejados y guardando las distancias. Para ellos va mi felicitación y agradecimiento por procurar que el contagio no siga.
                                                Gilda Ruiloba





  
OPINIÓN. DIARIO ALERTA                
   LA GLOBALIZACIÓN
     Llevamos muchos días de reclusión por culpa de esta maldita pandemia, pero todo esto nos ha servido para sacar muchas conclusiones de lo que estábamos haciendo bien y lo que hemos hecho muy mal.
     La globalización era una palabra que estaba continuamente en la boca de nuestros políticos y empresarios. Globalización económica, política, tecnológica, social y cultural. Esta parecía ser la panacea de todos los males. Ha tenido que venir el coronavirus para darnos cuenta que no es tan perfecta como pensábamos. Ahora la fabricación de los productos es de interdependencia, los países no son autosuficientes como hemos podido ver. La elaboración de muchos artículos se concentra en países muy lejanos, pero eso sí, con mano de obra muy barata y con muy pocos derechos para los trabajadores. Y como ahora tenemos mucho tiempo para pensar, pues vemos la parte negativa. Por desgracia, esto nos ha costado muy caro, muchas vidas se han quedado en el camino por no tener mascarillas, batas, test, respiradores, geles, guantes, entre otros muchos productos que pongan made in Spain. Traducido, hecho en España. Con la pandemia atacando a todos los países al mismo tiempo, las fronteras cerradas, los vuelos cancelados, conseguir los productos que se necesitan para combatir al Covid-19 es toda una odisea, ha habido estafas, al enviar productos que no sirven, que no son aptos, a los que se esperaba como agua de mayo, y solo han servido para perder un tiempo precioso, en el que las vidas de nuestros seres queridos se han ido apagando poco a poco, en la espera de lo que nunca llegó para ellos.  Si esos productos se hubiesen hecho en España, se habrían salvado miles de vidas y evitados miles de contagios. Le pido a nuestros políticos  promover que seamos autosuficientes,  no depender de nadie, en España se puede fabricar todo, por otro lado, tenemos una buena ganadería y agricultura a la que hay que ayudar, porque es la nuestra, y muchos ganaderos han tenido que quitar sus ganaderías para traer los productos de otros países al igual que les ocurre a los agricultores, nosotros debemos de ser los primeros, la globalización nos ha demostrado que no sirve, porque cuando pasa algo como lo que ha sucedido ahora, cada país defiende lo suyo y primero son ellos y después el resto. Los españoles siempre hemos sido muy generosos o muy tontos, no lo sé, y hemos dado otras prioridades. En esta ocasión nuestros ganaderos y agricultores nos han salvado de una buena, nuestros supermercados siempre han estado abastecidos.
     Dice un refrán español que cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar, y si cuando vimos lo que estaba sucediendo en China y con la gran movilidad existente, hubiésemos tomado medidas, las que tomamos cuando ya era tarde, nada de todo esto hubiese pasado.
                                                       Gilda Ruiloba