RAMÓN CONEJERO GARCÍA-QUIJADA(EN EL CENTRO)
Hombre de ciencia, amante de letras
Era un enamorado confeso de Cantabria, de su paisaje, folclore, historia y
mitología
Nació en Albacete.
Doctor en Medicina, ejerció su actividad profesional como médico intensivista
en el Hospital alicantino de Sant Joan. Fue miembro de la Sociedad Cántabra de
Escritores y experto Haijín, un tipo de verso de la cultura japonesa. Enamorado
confeso de Cantabria, de su paisaje, folclore, historia, mitología, y todo esto
le llevó a adquirir una casa en Vega de Villafufre viviendo a caballo entre
Alicante y el citado pueblo carredano.
Entre sus pasiones se
encontraba escribir, y varios fueron los libros que publicó, entre ellos 'Las
Estelas Cántabras y el mundo invisible', pero si en algo destacaba era en sus
haikus, demostrando su gran valía con ese punto de ironía que le caracterizaba.
Ramón fue el cerebro
para llevar a cabo uno de sus sueños, compartir con escritores del valle de
Cayón, Carriedo y Vega de Pas, así como varios miembros de la Sociedad Cántabra
de Escritores un proyecto común. Él adoraba Cantabria y muy especialmente el
valle de Carriedo, y ahí es donde lo conocí, y me propuso participar en esta
idea a la que bautizamos como 'Sinfonía Pasiega y otras Yerbas' y denominamos
'potaje literario' por su diversidad de temas.
Él propuso que la base
de todos los relatos estuviese desarrollada en los valles pasiegos. 19
escritores pusimos nuestra pluma para dar forma a este proyecto y fue la
Editorial Tantín quien se encargó de poner el resto. El resultado fue un
precioso libro que ha tenido mucho éxito, en el que un puñado de autores
entregamos nuestros sueños y fantasías para cumplir ese deseo de nuestro
querido amigo.
Muchos fueron los
agradables momentos compartidos con él y su esposa Encarni, pero algunas veces
la cruel realidad nos hace despertar de tan agradables instantes, y el mazo de
una larga enfermedad nos vuelve incrédulos, nos hace vulnerables cuando
perdemos al amigo y compañero de sueños en este mundo de la creación literaria.
La Sociedad Cántabra de Escritores ha perdido a uno de los suyos y nos sentimos
tristes, pero al mismo tiempo alegres, porque su nombre perdurará en el tiempo
a través de su obra y de este modo el tiempo pasará, pero el recuerdo
perdurará.
Gilda Ruiloba es secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Cántabra
de Escritores.