viernes, 7 de noviembre de 2025

 

                                                          Víctor Abascal y Gilda Ruiloba 



A VÍCTOR ABASCAL ACEBO

 

 

CARREDANO VELOZ

 

A los pies de Giniro

viste la luz por primera vez,

carredano de nacimiento,

aunque gustas llamarte pasiego.

 

Entre tus historias de infancia,

en las que era necesario tener la prueba de nobleza

inscrita en los padrones de hidalguía

para poder ser Correo de Su Majestad el Rey.

 

Tu mente de niño debió de soñar

con “Látigos en Pellejeros,

novedades en la Corte”

y este deseo de rapidez y servicio

 

Te llevó a portar nada más

y nada menos,

que la antorcha Olímpica.

Carredano veloz.

 

 

 

En tu despedida del mundo laboral

creas un mundo fantástico,

Lleno de poesía.

Das vida a interminables y maravillosas historias.

 

Muchas han sido las albricias recibidas,

honrando así a tus ancestros

que portaron la correspondencia epistolar,

ignorando los peligros que acechaban.

 

Compañero generoso

donde los hay,

nunca un soneto

faltó a quienes fueron homenajeados.

 

Y hoy es tu turno,

no tienes un hermoso soneto,

pero sí, unos versos salidos del corazón

de alguien que te admira, te respeta y te quiere.

 

Gilda Ruiloba