HAY SIETE CLASES DE ESPAÑOLES
Como muy bien dijo el novelista vasco Pío Baroja: En España hay siete
clases de españoles…si, como los siete pecados capitales. A saber: Los que no saben;
Los que no quieren saber; Los que odian el saber; Los que sufren por no saber; Los
que aparentan que saben; Los que triunfan sin saber y los que viven gracias a
que los demás no saben.
Estos últimos se llaman a si mismos “políticos” y a veces hasta
“intelectuales”.
Recientemente y con la crisis del
coronavirus hemos podido observar que ciertamente hay estos siete tipos de
españoles. Los que no saben y se dejan guiar por los consejos de los entendidos
en la materia y procuran seguir las normas a rajatabla. Los que no quieren
saber y a pesar de que saben que hay cosas que no pueden hacer las incumplen
deliberadamente. Los que odian el saber porque son más papistas que el papa. Los
que sufren por no saber, estos temen no hacer bien las cosas y llegan a
frustrarse. Los que aparentan saberlo todo y en realidad no saben nada. Los que
triunfan sin saber y tratan de convencer a los demás.
Y
por último, están los que viven gracias a que los demás no saben, y aquí se
encuentran nuestros políticos, unos nos dicen que tenemos que seguir con el
confinamiento porque no podemos contagiarnos, y nos van liberando poco a poco,
con medidas estrictas, del aislamiento. Otros por el contrario nos indican que
el confinamiento ya no da más de sí, que tenemos que volver a la calle y a
nuestros trabajos porque la economía se hunde y con ella nuestro país. Aquí la
mayoría de las clases de españoles anteriormente expuestas, se hacen un cacao
mental. ¿Salimos o nos quedamos en casa? Porque claro, si nuestros políticos
que son los encargados de decidir en los asuntos trascendentales, como los que
nos ocupan en estos momentos, no se ponen de acuerdo ¿qué hacemos? ¿salimos o
no salimos? Hasta ahora los estudios de seroprevalencia están muy lejos de
llegar al sesenta o setenta por ciento, para conseguir la inmunidad de rebaño
tan deseada. Y la media en España ronda el cinco por ciento y en Cantabria el
tres con dos por ciento. Desde las últimas leyes que relajan las salidas de los
niños ya se han dado varios casos de enfermedades relacionadas con el coronavirus.
En Estados Unidos el repunte de esta enfermedad ha crecido y los casos de
muertes en menores está aumentando. El Síndrome Inflamatorio Multisistémico
Pediátrico o PMIS (siglas en inglés) manifiestan síntomas parecidos al síndrome
del shock tóxico o la enfermedad de Kawasaki que causan inflamaciones muy
severas en las arterias coronarias. Sus síntomas son: fiebre muy alta, dolor
abdominal y presión sanguínea baja.
Ahora ha empezado la desescalada de los
adultos que por cierto, la mayoría no está siguiendo las normas y hacen lo que
les viene en gana, con lo cual comenzarán los repuntes e ingresos en los
hospitales.
Nuestros políticos siguen en su tira y
afloja, unos quieren seguir con el confinamiento más relajado y otros por el
contrario van a votar que no. Los españoles estamos confundidos, unos dicen que
lo primero es salvar las vidas y otros la economía. Ellos en momentos tan
difíciles son incapaces de ponerse de acuerdo y unirse por el bien de los ciudadanos.
Cada semana las diferencias son mayores y nosotros, esas seis clases de
españoles, según Pío Baroja, porque dejo fuera a la clase séptima, no sabemos qué
hacer y a quien prestar mayor atención. En fin, creo que lo que no sabemos en
realidad, es lo que vamos a hacer con todos estos políticos, que por cierto,
cada día son más, la economía se ha resentido, pero ellos lejos de recortar
tanto en personal como en sueldos, ahí siguen, creciendo en número y aumentando
sus retribuciones. Este parece el país de Jauja.
Gilda Ruiloba