jueves, 21 de mayo de 2020












     HAY SIETE CLASES DE ESPAÑOLES

     Como muy bien dijo el novelista vasco Pío Baroja: En España hay siete clases de españoles…si, como los siete pecados capitales. A saber: Los que no saben; Los que no quieren saber; Los que odian el saber; Los que sufren por no saber; Los que aparentan que saben; Los que triunfan sin saber y los que viven gracias a que los demás no saben.
     Estos últimos se llaman a si mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”.
     Recientemente y con la crisis del coronavirus hemos podido observar que ciertamente hay estos siete tipos de españoles. Los que no saben y se dejan guiar por los consejos de los entendidos en la materia y procuran seguir las normas a rajatabla. Los que no quieren saber y a pesar de que saben que hay cosas que no pueden hacer las incumplen deliberadamente. Los que odian el saber porque son más papistas que el papa. Los que sufren por no saber, estos temen no hacer bien las cosas y llegan a frustrarse. Los que aparentan saberlo todo y en realidad no saben nada. Los que triunfan sin saber y tratan de convencer a los demás.
      Y por último, están los que viven gracias a que los demás no saben, y aquí se encuentran nuestros políticos, unos nos dicen que tenemos que seguir con el confinamiento porque no podemos contagiarnos, y nos van liberando poco a poco, con medidas estrictas, del aislamiento. Otros por el contrario nos indican que el confinamiento ya no da más de sí, que tenemos que volver a la calle y a nuestros trabajos porque la economía se hunde y con ella nuestro país. Aquí la mayoría de las clases de españoles anteriormente expuestas, se hacen un cacao mental. ¿Salimos o nos quedamos en casa? Porque claro, si nuestros políticos que son los encargados de decidir en los asuntos trascendentales, como los que nos ocupan en estos momentos, no se ponen de acuerdo ¿qué hacemos? ¿salimos o no salimos? Hasta ahora los estudios de seroprevalencia están muy lejos de llegar al sesenta o setenta por ciento, para conseguir la inmunidad de rebaño tan deseada. Y la media en España ronda el cinco por ciento y en Cantabria el tres con dos por ciento. Desde las últimas leyes que relajan las salidas de los niños ya se han dado varios casos de enfermedades relacionadas con el coronavirus. En Estados Unidos el repunte de esta enfermedad ha crecido y los casos de muertes en menores está aumentando. El Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico o PMIS (siglas en inglés) manifiestan síntomas parecidos al síndrome del shock tóxico o la enfermedad de Kawasaki que causan inflamaciones muy severas en las arterias coronarias. Sus síntomas son: fiebre muy alta, dolor abdominal y presión sanguínea baja.
     Ahora ha empezado la desescalada de los adultos que por cierto, la mayoría no está siguiendo las normas y hacen lo que les viene en gana, con lo cual comenzarán los repuntes e ingresos en los hospitales.
     Nuestros políticos siguen en su tira y afloja, unos quieren seguir con el confinamiento más relajado y otros por el contrario van a votar que no. Los españoles estamos confundidos, unos dicen que lo primero es salvar las vidas y otros la economía. Ellos en momentos tan difíciles son incapaces de ponerse de acuerdo y unirse por el bien de los ciudadanos. Cada semana las diferencias son mayores y nosotros, esas seis clases de españoles, según Pío Baroja, porque dejo fuera a la clase séptima, no sabemos qué hacer y a quien prestar mayor atención. En fin, creo que lo que no sabemos en realidad, es lo que vamos a hacer con todos estos políticos, que por cierto, cada día son más, la economía se ha resentido, pero ellos lejos de recortar tanto en personal como en sueldos, ahí siguen, creciendo en número y aumentando sus retribuciones. Este parece el país de Jauja.
                                                                      Gilda Ruiloba