domingo, 18 de diciembre de 2022

 


                          Retrato de Gilda Ruiloba hecho por Lucía Polanco.


GRACIAS

     Han pasado casi seis años desde aquella primera publicación en el suplemento de El Diario Montañés en la página “Imágenes e historias”, que titulé “La Fuente de los Ladrones”. Desde entonces he procurado no faltar a mi cita quincenal con vosotros. Han sido momentos muy gratificantes de investigación en los que he conocido a personas maravillosas con las que he compartido el amor por nuestra tierra, y esos vecinos de nuestros valles que un día decidieron abandonar su hogar para procurarse una vida mejor, más cómoda, sin necesidades económicas, he recordado a nuestras amas de cría, indianos, jándalos, nuestros trabajos ya desaparecidos, nuestra infancia y todos los maravillosos recuerdos que en ella transcurrieron.

     He tratado de rescatar nuestra historia, que nuestros jóvenes conozcan de donde venimos y que no siempre las cosas fueron fáciles. Cada domingo he deseado que disfrutásemos juntos de “lo nuestro”, nuestra cultura, costumbres, y creo que lo he conseguido, pero en esta vida todas las cosas tienen un principio y un fin. Y aquel principio que para mí comenzó hace casi seis años gracias a la apuesta de Elena Tresgallo en “El Diario Montañés”, hoy finaliza, ya que la edición del suplemento dominical Trasmiera, Cayón, Penagos ha llegado a su fin, y con él mis historias. Pero no todo acaba aquí, seguiré escribiendo en mi blog y compartiendo con todos vosotros.

     Muy pronto editaré mi quinto libro, en el que tendrán cabida todos mis artículos publicados en El Diario Montañés, desde el último publicado en “Esencia Pasiega” hasta el publicado hoy.

     Ha sido un placer compartir nuestra historia con todos vosotros. Muchas gracias por esa gran acogida que ha tenido, por vuestro cariño cuando nos encontramos y me habláis con orgullo y alegría de como os ha gustado. Gracias por leerme, tanto en el Diario Montañés como en mi blog o en mi libro “Esencia Pasiega”. Gracias, gracias, gracias.

     

 


 







LEONARDO DE GÜEMES Y GUTIÉRREZ DE LA HUERTA

“UN ILUSTRE CARREDANO AL SERVICIO DEL REY “

     El Valle de Carriedo siempre ha destacado por sus Hijos Ilustres a través de los años. Personajes que dejaron huella en nuestra historia además de ser muy generosos, donaron parte de su patrimonio para beneficio de los vecinos en obras que se pueden apreciar en los diferentes pueblos del valle.

     Leonardo fue bautizado en la antigua Iglesia Parroquial de San Martín (actual ermita de Nuestra Señora de La Concepción) de Villacarriedo el 14 de junio de 1706 por el cura D. Diego Gutiérrez de la Huerta. Sus padres, ambos naturales de Villacarriedo, fueron D. Manuel de Güemes y María Gutiérrez de la Huerta, descendientes de antiquísimas casas y familias de caballeros nobles e hidalgos que obtuvieron empleos honoríficos en el Valle de Carriedo, fueron jueces, regidores y procuradores generales. Tuvieron 6 hijos: Manuela, Francisco, Leonardo, Ana, María y Juan Manuel.

     Existe una Prueba de Nobleza de D. Leonardo de Güemes y Gutiérrez de la Huerta dada en Madrid el 22 de agosto de 1740 y sellada con el sello de armas de esta Imperial y Coronada Villa de Madrid, con firma y rúbrica de los 3 escribanos del Rey Felipe V, Firma y da Fe de Conformidad, D. Juan Alfonso Guerra y Sandoval, Caballero de la Orden de Santiago, Cronista y rey de Armas del Rey. Esta Prueba de Nobleza está confirmada por una Certificación de Armas y Solares Infanzonados que presentó D. Francisco de Morales LLarco Cronista y Rey de Armas del Rey Carlos II, dada el 2 de mayo de 1697, a petición de D. Leonardo Gutiérrez de la Huerta y Pérez de Camino, tío suyo, cuyos apellidos, su ilustre esplendor, antigüedad, solares y armas corresponden a cada uno de ellos. Sabemos que residió en el Reino de Nápoles y allí comenzó a servir al rey con el cargo de Teniente del Gran Almirante de dicho reino (ya que su tío Leonardo Gutiérrez de la Huerta y Pérez de Camino que fue nombrado caballero de la orden militar de Alcántara, ostentaba el cargo de Juez del Tribunal del Gran Almirante en Nápoles y como Fiscal y Ministro togado de la Curia de Messina, Sicilia). Nombramiento (28 - XI -1761) de Leonardo de Güemes como Juez Oficial Tesorero de la Casa de Contratación de Indias, atendiendo al dilatado mérito y servicios prestados como tesorero del Ejército de la Plaza de Orán, el Rey D. Carlos III le nombró para que sirviera en la Depositaria y Tesorería General establecida en Cádiz. Tomó posesión de su cargo en dicha ciudad el 11 de enero de 1762 como Juez Oficial Tesorero de la Depositaria General de los Reales Derechos y Caudales de Indias, el sueldo a percibir era de 50.000 reales de vellón al año y con los honores de Juez Oficial de la Real Audiencia de Contratación. Leonardo de Güemes cesó por jubilación el 30 de diciembre de 1776 a causa de lo imposibilitado que se encontraba para continuar con sus servicios, por lo avanzado de su edad y achaques, su Majestad Carlos III le concede la jubilación que había solicitado, con una pensión de 25.000 reales de vellón anuales, la mitad del sueldo que disfrutaba al año. Se firmó este Real Decreto en Cádiz el 8 de enero de 1777 para pasar la Real orden a la Contaduría Principal de Contratación para el cumplimiento de su contenido.

     Leonardo, ejerció de Tesorero durante 15 años, tenía 70 en el momento de su jubilación tras una dilatada carrera como Funcionario Real y más de 46 años al servicio del rey Carlos III en diferentes destinos.

Falleció en Villacarriedo el 14 de diciembre de 1788, certifica su obituario D. Francisco Domingo Pérez de Camino y Goenaga.  Ordena en su testamento que se le dé sepultura en el convento de Ntra. Sra. Del Soto de Religiosos Franciscanos. Instituyó por sus herederos a sus 2 hermanos: D. Juan Manuel y Dña. María de Güemes, cumpliendo su voluntad. Se documenta que la actual Iglesia de San Martín de Villacarriedo, se erigió en el barrio del Postigo, fue mandada construir con fondos de D. Leonardo de Güemes, obra concluida un 22 de agosto de 1729, fecha certificada por el Cura y Vicario de este Valle, D. Francisco de Güemes y Esles y que el primer entierro fue el de su padre D. Manuel de Güemes un 5 de septiembre 1729. Existe un Estandarte en el coro de la Parroquia de San Martín de Villacarriedo de D. Leonardo, bordado en oro con tejido de damasco que tiene una dedicatoria “A LA DEVOCIÓN DEL SR. D. LEONARDO DE GÜEMES GUTIÉRREZ DE LA HUERTA, dicho estandarte se encontró oculto y se tuvo que restaurar y ahora luce con su esplendor para todos los carredanos.