domingo, 24 de julio de 2016





























"MONTE CERRACINO"


Monte Cerracino
al contemplarte
vienen a mi
imágenes de mi niñez.

Recuerdo aquella tarde
otoñal en que el viento
movía las hojas de los árboles
y el cielo estaba rojizo.

Los erizos de castañas
del viejo y querido castaño
caían al suelo abriéndose
y derramando sus frutos.

Estos se mezclaban
entre el verde césped
confundiéndose con las hojas
ya caídas en ocres colores.

Mi mirada ingenua e infantil
se posaba sobre el monte Cerracino
observando con la curiosidad
que solo la infancia dona.

El viento otoñal
mecía a su antojo los árboles
que mezclado con el rojizo cielo
creaba una sensación extraña.

Y era esa niña que con su inocencia
miraba al monte Cerracino.
Y en mi imaginación veía
un gran cortejo, un gran séquito.

Veía los árboles que en su movimiento
representaban la comitiva
de los tres Reyes Magos
bajando el monte de Cerracino.

Delante iban los tres Reyes
en sus majestuosos camellos
cargados de regalos.
Detrás toda la comitiva de pajes.

Y es hoy que observo
el monte Cerracino
y sigo viendo los Reyes Magos
y su colosal séquito.

Gilda Ruiloba.


















"SENSACIONES VIVIDAS"



Algunas veces
contemplando paisajes
mil veces vistos.

Objetos cotidianos
mil veces acariciados
y observados.

Vienen a mi mente
sensaciones extrañas
pero a la vez agradables.

Son sensaciones vividas
que por un instante
se detienen.

Paralizan mi mente
en sensación extraña
de momentos ya vividos.


Gilda Ruiloba.