UN HÉROE DESCENDIENTE DE ABIONZO
Hoy
quiero hablar de la familia Güemes que partieron a las Américas, concretamente
de D. Gabriel Anselmo de Güemes Montero Bárcena y Campero nacido en Abionzo de Carriedo el
21 de mayo de 1748, hijo de D. Manuel de Güemes Montero y de Dña. Francisca de
Bárcena Gómez Campero y Zorrevilla, ambos nacidos en Abionzo, quien a los 29
años se traslada al citado continente tras servir al rey Carlos III desde los 22
años, gozando de experiencia en la Tesorería de Madrid, es designado por el
monarca a petición del conde de Floridablanca para ocupar el cargo de Tesorero
Oficial Real de las cajas Principales de Jujuy, que pertenecían a la Ceca de la Villa Imperial de Potosí (Bolivia). Emprende el viaje junto a un criado, José
Gómez, habiéndole prestado el dinero necesario para poder desplazarse su colega
y paisano José Gutiérrez de Arce (Administrador de las Rentas provinciales de Burgos)
y desde el puerto de Cádiz se trasladan a Buenos Aires. El 31 de mayo de 1778
se casó en Jujuy a los 29 años con Dña. Magdalena Goyechea y La Corte, de
ascendencia española y portuguesa, tuvieron nueve hijos y el segundo fue Martín
Miguel quien llegaría a ser el General Güemes. Hay certificados de Hidalguía de
esta Ilustre familia en la Real Chancillería de Valladolid.
El General Martín Miguel Güemes Montero de
Goyechea y La Corte, nació en Salta el 8 de febrero de 1785, héroe de la
Independencia Argentina, muerto en combate a la edad de 36 años el 17 de junio
de 1821. Fue el único General muerto en contienda en la historia del país.
Durante seis años desempeñó el cargo de gobernador de Salta. Comenzó a los 14 su andadura militar
y se enroló en el Regimiento Fijo de Infantería. Güemes participó en la
Reconquista de Buenos Aires y desempeñó un papel fundamental en la “Guerra de
la Independencia” apoyando el plan del General San Martín “El Libertador”, con
su caballería Gaucha, encabezando la “Guerra Gaucha” guerra de guerrillas que
contaba con el apoyo del pueblo. Cruzó los Andes en el Norte de Argentina. Su
hermana conocida como Macacha Güemes fue una heroína que animó a los salteños
seguidores de la Independencia, y tuvo gran importancia en la vida militar y
política de su hermano, pues gozó de una destacada trayectoria pública. Es
reconocida como una de las mujeres más importantes de la Independencia Argentina
y de la provincia de Salta. Hay diversas calles y plazas que la rinden homenaje
llevando su nombre.
El General Martín Miguel Güemes se casó
con Dña. Carmen Puch y Velarde el 10 de julio de 1815 y tuvieron tres hijos. La
familia de su esposa descendía del célebre conquistador y fundador de Jujuy,
Capitán D. Francisco de Argañaraz y Murguía perteneciente a la Casa-Torre de
Argañaraz en Amézqueta (Guipúzcoa)
Al conocer su esposa Carmen Puch, el
fallecimiento de su amado, se encerró en su habitación en la finca familiar y
falleció el 3 de abril de 1822 a los 25 años. Se dice que se dejó morir de
hambre, posiblemente víctima de una depresión causada por la ausencia de su
gran amor. Sus restos descansan junto a los de su esposo en el Panteón de las
Glorias del Norte de la República, en la Catedral Basílica de Salta.
El día 17 de junio es fiesta desde 2014 en
Salta y desde 2016 en toda Argentina en conmemoración del “Paso a la
inmortalidad del General D. Martín Miguel de Güemes”. Igualmente, el 17 de
junio se le honra por defender y recuperar Tarija, de las fuerzas españolas y
ayudar al montonero Gaucho Chapaco, Eustaquio Méndez. El 22 de agosto de 2006
se declara a Güemes “Héroe Nacional de Argentina”
Güemes tiene varios monumentos y calles
repartidos por varios lugares del mundo, pero sin duda el más importante está
en la ciudad de Salta. Al final del Paseo Güemes, a los pies del Cerro San
Bernardo, donde el General cayó por primera vez de su caballo mientras
cabalgaba herido de bala a la Cañada de la Horqueta, donde murió unos días
después, a la intemperie, en un camastro improvisado tras negarse a ordenar el
alto el fuego contra los realistas, que le ofrecieron a cambio, llevarlo a
Buenos Aires donde recibiría el mejor tratamiento, pero él reunió a sus
oficiales en presencia de los contrarios y les hizo jurar que nunca aceptarían
ningún trato para beneficiarles en su tierra. Apenas una semana después de su muerte sus hombres obligaron al enemigo
a evacuar Salta, y aunque Güemes no lo vio, finalmente venció.