domingo, 5 de mayo de 2019










LOS TRATANTES EN LOS VALLES PASIEGOS

Los tratantes de ganado han sido figuras muy importantes dentro de nuestra tradición. Los Valles Pasiegos han tenido su base económica en la ganadería. La cabaña pasiega ha gozado de gran prestigio fuera de nuestros límites regionales. Y es en el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega donde en periodos de máximo esplendor de las ferias ganaderas, se reunían los miércoles, los tratantes y ganaderos de toda España, principalmente de Asturias, Galicia, País Vasco, Navarra, Zaragoza, Valencia y en menor medida de otras regiones. Actualmente sigue siendo la feria semanal los miércoles. Los tratantes se distinguían por llevar un blusón negro y generalmente una vara de avellano como apoyo y distinción. Estos hombres se dedican a comprar y vender ganados, son gentes con gran facilidad de palabra y manejan muy bien el arte de regatear, ya que de ello dependen sus beneficios. A menor precio de compra y mayor de venta, mejores resultados en los beneficios. Son hombres de palabra, que no necesitan una firma, con un apretón de manos cierran sus negocios. En los Valles Pasiegos hemos tenido grandes tratantes, gentes de gran valía y honradez en sus transacciones. En mi pueblo, La Abadilla de Cayón recuerdo con gran cariño a Tomás Martínez y su hijo Fulgencio, así como a su hermano, más conocido como Genciuco, ellos pertenecieron a una saga de grandes tratantes muy reconocidos en Los Valles Pasiegos, Penagos, Trasmiera… Pero tanto en La Abadilla como en el resto del valle de Cayón, así como en Bárcena de Carriedo, Selaya, Vega de Pas, en todos los Valles Pasiegos a través de los tiempos y aún hoy, en la actualidad, existen y han existido grandes hombres que con sus tratos han conseguido, no solo su subsistencia, también la de todos los ganaderos.
       Las ferias, primeramente, las regionales y más tarde el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega se llenaban de nuestras vacas autóctonas; la vaca pasiega, preciosa vaca roja, sobre manera la de color “cereza”, un poquito más oscura, vaca de gran belleza, pero pequeñita, da menos leche y menos carne que la frisona, pero más grasa en la leche, es un animal, noble, muy manso, pero debido a su menor rentabilidad no quedan muchas. Su subsistencia depende en gran medida a las subvenciones. Este animal es muy apreciado en Asturias y Galicia y a esas regiones se derivan la mayoría de las ventas. La vaca más comercializada para leche en Cantabria es la frisona, pinta negra. Esta vaca en libertad puede vivir más de 19 años. Es una vaca fuerte y grande. Otra vaca autóctona de Cantabria es la Tudanca, tampoco produce mucha leche, pero su carne es muy cotizada. Y dentro de la ganadería en nuestra tierra, podemos encontrar muchas variedades y cruces en la actualidad. Así tenemos la limosina, ratina, suiza, frisona, charolesa, parda alpina, pinta roja frisona, azul belga…Pero en Cantabria la vaca que más predomina es la frisona, más enfocada a la producción de leche.
       Sin la importante figura de los tratantes de ganados tal vez nuestra ganadería no hubiese adquirido el prestigio que tiene fuera de nuestros límites regionales. Ellos con su valía han comprado, vendido y exportado fuera de nuestra región a las vacas que tanta fama han dado a la ganadería pasiega.