jueves, 10 de diciembre de 2015

" PARA CECILIA"


Esta entrega está dedicada a la hija de unos amigos míos, una niña muy deseada. Un abrazo a todos por vuestra paciencia al leer estos escritos.

" PARA CECILIA"

Foto de Caliope.


Cecilia hija del amor
 que con anhelo
 has sido esperada

 figura angelical
 que con celo
 eres custodiada

 y por quererte
 Serafín y Querubín
 que mejor nombre
 que el de la Virgen
 y mártir
 patrona de la melodía
 y la música.

 Eres como Euterpe
 o Terpsicore
 deidades que habitaban
 en el Parnaso
 o en el Helicón.

 Pero no, en mí
 causas los efectos
 de Calíope.


Autora: Gilda Ruiloba.

REAL VALLE DE CAYÓN. (María Saro)




POESÍA DE MI AMIGA, MARÍA SARO ALONSO.




REAL VALLE DE CAYÓN.

Cayón, Cayón, Cayón,
el verdor de sus campos
tiene cuando se mira
un sugestivo encanto.

Esas altas montañas
que le están limitando,
de sus vecinos hace
unos nobles hidalgos.

Y el Pisueña amoroso
 les trata con halagos,
 el susurro armonioso
 de las aguas pasando.

Qué misterio tu encierras
 que oculto se ha quedado
 en las oscuras hojas
 metidas en legajos.

Desbordante en amor
parece ocultarlo,
como si norma fuera
el para sí guardarlo.

Cayón, Cayón, Cayón,
 ¿cuándo será el milagro?
 se desgarre la túnica

 que el misterio ha tapado...




María Saro

A TÍ, VIDA














"A TI VIDA"


¡Oh vida!
 traviesa, dulzona,
 agriamarga y traicionera.
 Que en tu amanecer
 nos sonríes y provocas

 para mas tarde,
 al atardecer,
 dejarnos solos
 y desvalidos
 con nuestro llanto
 ante las mil y una trampas
 que tu nos tiendes.

 ¿Dónde está, vida tu aguijón?
 ¿Dónde, tu satisfacción?
 ¿Dónde, dí, pretendes llevarnos?

 Es que no ves perdida,
 que con tu engaño
 a tí misma engañas,
 pues aquel que a su propia creación
 manipuló y engañó
 sólo, con su dolor en el corazón
 de burlador burlado quedó.



 Gilda Ruiloba.

"COMO POLIZONES"


Dedicado a mi hermano mellizo.

"COMO POLIZONES"

Como polizones
 embarcamos clandestinamente
 en el mismo barco.

 Juntos emprenderíamos
 un largo viaje.

 Unidos estrechamente
 compartiríamos en las
 tinieblas de aquélla bodega
 la esperanza de ver la luz
 en cubierta.

 Intranquilos y temerosos
 nos movíamos por la quilla
 de popa a proa
 de babor a estribor.

 Y cuando la ansiedad
 luchaba por hacer suyo
 a uno de los dos
deseosa de hacerle zozobrar

 era el otro quien embestía
 con ímpetu
 haciéndola retirar.

 Tras nueve meses
 de larga espera
 y en una mañana
 de un frío día de febrero
 nuestro barco arribó.

 Y fuimos paridos
 y expelidos al exterior.
 Y un nuevo mundo
 nos recibió.


GILDA RUILOBA

DEPRESIÓN

La enfermedad de nuestros tiempos, está inspirado en el dolor de una amiga al perder a su novio en un accidente laboral.


DEPRESIÓN













Triste mi alma estaba en la mañana
 dolorida tenía las entrañas
 borracha de dolor
 mi imaginación expiraba.

 Absurda de vivir
 me parecía mi vida

 preguntas tormentosas
 acechaban en lo mas profundo
 de mi alma
 deseosas de hacerme exasperar.

 ¡Vida ingrata!
 que pretendes enervar mis fuerzas
 queriéndome así aniquilar.

 Primero, me robaste
 lo que yo mas quería
 despojándome así
 de mi mas preciado tesoro
 para después humillarme.

 Pero, es hoy, y ahora
 cuando me revelo contra ti.

 Mis fuerzas ya no quebraran
 porque acabo de encontrar un motivo
 que mi aliado en la lucha será

 y contra tu maligna intención
 lucharé tan ferozmente
 que no obtendrás tregua ninguna
 hasta ser totalmente aniquilada
 ¡Maldita depresión!


 Gilda Ruiloba.

PRIMAVERA














Este poema está escrito pensando en un joven invidente con quien  me cruzaba todos los días cuando era estudiante.

PRIMAVERA
















Siento en mi piel la primavera.
 ¡Y no puedo verla!
 Mi olfato percibe
 el frescor de la tierna hierba.
 ¡Y no puedo verla!

 ¡Qué bellos han de estar
 los campos esta primavera!

 Cuan vergel salpicado
 de hermosas flores
 de cuyas entrañas brotan
 castaños, tejos,
 hayas y abedules.

 ¡ Y no puedo verlos!
 Pero el sentido de la vista
 no ha querido ser mi compañero.

 ¡ Cómo envidio a los que pueden ver!
 y cuando pienso
 que fuera de estas tinieblas
 hay un mundo de color,
 de formas, de movimientos...

 ¡ Y yo no puedo verlos !
 Me imagino esa diminuta hormiga
 que ligera acarrea su comida
 para el invierno,

 o a ese pajarillo de finos colores
 hincar su pico en las claras aguas de los ríos.

 Y ese árbol de largos brazos
 repleto de verdes hojas
 y de montones de florecillas
 que día a día,
 segundo tras segundo,
 van transformándose
 en coloridas y apetitosas
 formas frutales.

 ¡ Cómo envidio poder ver
 el milagro diario de la vida!

 Y cuando pienso en esos lienzos,
 fantasías exquisitas
 del ser humano
 que penden en las paredes
 de las pinacotecas.

 ¡ Oh ! , cuánto daría
 por admirar esa armonía
 entre formas y colores.
 ¡Y no puedo verlo!

 Y cuando oigo hablar
 de esa antesala
 a la Capilla Sixtina
 que es Altamira.

 Brota en mí tal rebeldía
 que desearía gritar, llorar...

 Y es entonces
 cuando fluye en mí
 este sentimiento de autodefensa
 que feroz combate
 contra la autodestrucción.

 Y mi interior grita:
 No, no puedes ver,
 pero sí sentir,
 tocar, palpar,
 amar y soñar.

 Hay gente que ve
 y sin embargo, no siente.
 Tu no ves,
 pero eres sensible
 a lo bello, a lo bueno.

 Ama cuanto te rodea,
 y tus manos se convierten
 en tus ojos,
 y con ellos miras,
 acaricias, y haces tuyo
 cuanto te rodea.

 Ellas junto con tu mente
 ponen el colorido
 ¡ Qué importa que a una rosa
 le pongas color verde!
 Es doblemente hermosa
 porque es tu rosa.


GILDA RUILOBA

"A CANTABRIA"



"A CANTABRIA"

























Cantabria
Poeta quisiera ser
Para cantar y ensalzar
Tu belleza.

 Más...sólo un cántabro soy
 Sin pluma ni letras.

 Cada día al alba me levanto
 y con mi rebaño
 por tus verdes montañas
 me traslado.

 Tus altos árboles sombra
 me dan en verano.
 Y en el frío invierno
 sirven para avivar
 mi fuego
 allá en el establo.

 Tu naturaleza salvaje
 me embriaga con su olor.
 Pero es que Cantabria
 tu como mi madre
 tienes olor especial.

 De tus montañas
 brotan montones de florecillas
 unas de colores vivos
 otras apagados

 Pero juntas van formando
 una gran alfombra
 por ella felices pasearán
 mis rebaños.

 Y aquí cogerán una brizna
 de tu tierna hierba.
 Allá otra.

 Tal vez jugaran con una florecilla
 que desafiante y erguida
 mirará
 por ver que se llevan
 a su compañera la brizna.

 Desde las altas montañas
 puedo ver la mar.
 Es azul, como tu cielo
 y por ella confiados
 como niños en los brazos de su madre
 los navíos se dejan arrullar.


Gilda Ruiloba.