jueves, 10 de diciembre de 2015

AYER SOÑÉ QUE ME QUERÍAS


Resultado de imagen para fotos de cabañas pasiegas
AYER SOÑÉ QUE ME QUERÍAS

 Ayer soñé que me querías
 Y yo como un niño feliz reía.

 Ayer soñé que me amabas
 Y mi cuerpo nervioso temblaba.

 En mi sueño, feliz te veía
 Tú, silencioso reías

 Ayer soñé que nuestro amor culminaba
 Te quiero, me susurrabas

 Soñé que a mi montaña venías
 Yo, feliz te recibía.

 En nuestra cabaña blanca
 con el ternerito jugabas.

 En mi sueño te vi recogiendo las florecillas
 que en nuestro verde campo crecían
 y más tarde me ofrecías.               

 Por la mañana, al alba, te levantabas
 y nuestra vaca ordeñabas

 Después, mantequilla y queso hacías
 Más venderlo, no querías.

 Juntos caminamos monte arriba.
 Allá, en lo más alto
 feliz mirabas
 pues orgulloso por tu escalada te sentías.

 De regreso, leña recogerías
 que en el hogar, nuestro fuego avivaba
 y contento por estar en hogar tan feliz silbaba.

 Soñé que conmigo nada temías
 pues feliz te sentías.

 Con el crepúsculo de la noche te acostabas
 Y en mi cama, junto a mí, te apostabas.


 Gilda Ruiloba.

"EL ULTIMO ADIOS"

       Este escrito tiene un gran valor sentimental para mi. Una tarde muy desapacible, viento, lluvia, frío, de un mes de noviembre de hace varios años, decidí sentarme a escribir sin ninguna idea en concreto. Puse la música de Richard Clayderman, y decidí escribir sobre lo que me trasmitía la música en ese día, quise poner palabras a las emociones que me trasmitía, y así lo hice. Dejé volar la imaginación y este es el resultado.

       Pero no quedaron ahí las cosas, unos días más tarde se lo leí a una persona muy especial y querida para mí, alguien a quien adopté como mi abuela o una segunda madre.

       Ella ya era mayor, se había quedado viuda muy joven. El último día de guerra mataron a su esposo.

       Le gustaba mucho que le leyese mis escritos. Cuando terminé de leerlo, tenía los ojos arrasados de lágrimas y una sonrisa dulce en sus labios, una expresión que nunca olvidaré. Y me dijo: " ¡Como eres, has escrito mi historia!", yo me quedé perpleja, pues nunca lo había pensado, ni imaginado, que ella se sintiese protagonista de esta historia salida al azar, al ritmo de la música. Pero ella se sintió reflejada en esa historia. "Me gusta mucho", me dijo, por eso está dedicada a ella.


      Va para ti, mamina Pepa.






















"EL ULTIMO ADIOS"
Te busco y no te encuentro
¿dónde estás amor?
¡Cuánto te busqué, pero no encontré!
¿Dónde fuiste amor?, sin decir adiós.


Pero cuando te encuentre...
bailaremos los dos
juntaremos nuestras manos,
enlazaremos nuestros cuerpos,
lloraremos la pérdida
de aquel nuestro amor.


Jamás podré olvidar
aquella última vez.
No llores por mí amor mío,
yo no lloraré por ti.


El destino quiso separarnos,
por eso coge con fuerza el timón
y parte a tierras del más allá
y en el éxodo de lo infinito,
en la inmensidad
coge con fuerza el timón amor
no llores más.


Gobierna tu embarcación
nada tiene importancia ya.
El mas allá, está aquí.


¡Levántate!
Acuérdate...
Tú me enseñaste a soñar,
a reír...
¡Levántate!, es tu vida
que en juego está.


Amigo coge el timón
gobierna tu embarcación
no puedes volverte atrás
tarde es ya
por eso lucha
y triunfal vivirás.


Amor, mi amor
¿Cómo te perdí?
pero nada importa ya
¿tu eres feliz?


Como una barcarola
navegando un día y otro día
soñaré que un día fui feliz
pero aquel día lejano ya
no volverá.


Pero... en esta tarde azul y gris
sueño...
Estás feliz.


Allá, en la lejanía, sonríes
¿por qué?
tal vez llega a tu mente
el susurro de esta melancolía.


Amor,
quisiera hablarte de mí.
Amor, se me escapa de las manos
esta vida en gris.


Con el tiempo
también aprendí a reír
y fui...medio feliz.


Las sienes se pusieron ya en gris,
los cabellos son plateados,
las tardes apacibles
como mi vida.


La pupilas de mis ojos
no brillan ya.
Amigo, coge con fuerza el timón
no pierdas tu embarcación.


Tras la ventana,
diviso el parque,
que bonito es pasear
sin volver la vista atrás.


¿por qué llorar?
¿por qué sufrir?
si nada tiene importancia ya.


Amigo, coge con fuerza el timón,
has de ser feliz.


En el estanque
las aguas están turbulentas
como mi mente.


Sobre el puente de estas aguas turbulentas
contemplo el claro de luna
amigo, coge con fuerza el timón
no se quiebre tu embarcación.


Como yo te he amado
¡ay amor!
nadie te amó.


Pero llegó el momento
de decirte adiós.
Siento cansado el motor de mi embarcación.


No llores por mí, amor
ya no lloraré por ti.
Mi vida entera
te la dediqué a ti
mi amor.


Como barcarola perdida
en las turbulentas aguas
fue mi vida.
Lo siento amor
todo terminó.
Gilda Ruiloba.Resultado de imagen para fotos de un timon de barco

" PARA CECILIA"


Esta entrega está dedicada a la hija de unos amigos míos, una niña muy deseada. Un abrazo a todos por vuestra paciencia al leer estos escritos.

" PARA CECILIA"

Foto de Caliope.


Cecilia hija del amor
 que con anhelo
 has sido esperada

 figura angelical
 que con celo
 eres custodiada

 y por quererte
 Serafín y Querubín
 que mejor nombre
 que el de la Virgen
 y mártir
 patrona de la melodía
 y la música.

 Eres como Euterpe
 o Terpsicore
 deidades que habitaban
 en el Parnaso
 o en el Helicón.

 Pero no, en mí
 causas los efectos
 de Calíope.


Autora: Gilda Ruiloba.

REAL VALLE DE CAYÓN. (María Saro)




POESÍA DE MI AMIGA, MARÍA SARO ALONSO.




REAL VALLE DE CAYÓN.

Cayón, Cayón, Cayón,
el verdor de sus campos
tiene cuando se mira
un sugestivo encanto.

Esas altas montañas
que le están limitando,
de sus vecinos hace
unos nobles hidalgos.

Y el Pisueña amoroso
 les trata con halagos,
 el susurro armonioso
 de las aguas pasando.

Qué misterio tu encierras
 que oculto se ha quedado
 en las oscuras hojas
 metidas en legajos.

Desbordante en amor
parece ocultarlo,
como si norma fuera
el para sí guardarlo.

Cayón, Cayón, Cayón,
 ¿cuándo será el milagro?
 se desgarre la túnica

 que el misterio ha tapado...




María Saro

A TÍ, VIDA














"A TI VIDA"


¡Oh vida!
 traviesa, dulzona,
 agriamarga y traicionera.
 Que en tu amanecer
 nos sonríes y provocas

 para mas tarde,
 al atardecer,
 dejarnos solos
 y desvalidos
 con nuestro llanto
 ante las mil y una trampas
 que tu nos tiendes.

 ¿Dónde está, vida tu aguijón?
 ¿Dónde, tu satisfacción?
 ¿Dónde, dí, pretendes llevarnos?

 Es que no ves perdida,
 que con tu engaño
 a tí misma engañas,
 pues aquel que a su propia creación
 manipuló y engañó
 sólo, con su dolor en el corazón
 de burlador burlado quedó.



 Gilda Ruiloba.

"COMO POLIZONES"


Dedicado a mi hermano mellizo.

"COMO POLIZONES"

Como polizones
 embarcamos clandestinamente
 en el mismo barco.

 Juntos emprenderíamos
 un largo viaje.

 Unidos estrechamente
 compartiríamos en las
 tinieblas de aquélla bodega
 la esperanza de ver la luz
 en cubierta.

 Intranquilos y temerosos
 nos movíamos por la quilla
 de popa a proa
 de babor a estribor.

 Y cuando la ansiedad
 luchaba por hacer suyo
 a uno de los dos
deseosa de hacerle zozobrar

 era el otro quien embestía
 con ímpetu
 haciéndola retirar.

 Tras nueve meses
 de larga espera
 y en una mañana
 de un frío día de febrero
 nuestro barco arribó.

 Y fuimos paridos
 y expelidos al exterior.
 Y un nuevo mundo
 nos recibió.


GILDA RUILOBA

DEPRESIÓN

La enfermedad de nuestros tiempos, está inspirado en el dolor de una amiga al perder a su novio en un accidente laboral.


DEPRESIÓN













Triste mi alma estaba en la mañana
 dolorida tenía las entrañas
 borracha de dolor
 mi imaginación expiraba.

 Absurda de vivir
 me parecía mi vida

 preguntas tormentosas
 acechaban en lo mas profundo
 de mi alma
 deseosas de hacerme exasperar.

 ¡Vida ingrata!
 que pretendes enervar mis fuerzas
 queriéndome así aniquilar.

 Primero, me robaste
 lo que yo mas quería
 despojándome así
 de mi mas preciado tesoro
 para después humillarme.

 Pero, es hoy, y ahora
 cuando me revelo contra ti.

 Mis fuerzas ya no quebraran
 porque acabo de encontrar un motivo
 que mi aliado en la lucha será

 y contra tu maligna intención
 lucharé tan ferozmente
 que no obtendrás tregua ninguna
 hasta ser totalmente aniquilada
 ¡Maldita depresión!


 Gilda Ruiloba.