domingo, 26 de julio de 2020

















FERIAS EN EL VALLE DE TORANZO

     Recientemente hablaba de la importancia que tuvieron las ferias ganaderas a orillas del Pas, como la de Vega de Pas, Entrambasmestas y Villasevil.
     Hoy quiero hablar de otras que también han tenido gran relevancia durante muchos años, así he podido constatar que en el Ayuntamiento de Santiurde de Toranzo se comenzó a celebrar en el año 1772 la conocida como feria de San Agustín. Y podemos encontrar en el B.O. número 92, año 1857 la siguiente orden: “Ayuntamiento de Santiurde de Toranzo.- Este Ayuntamiento, en reunión de este día ha acordado proceder a la subasta de arbitrio de dos reales en res vacuna que se presente en el local de la feria de San Agustín por razón de puesto, cuyo impuesto se halla aprobado para atenciones municipales en los días 9 y 17 de agosto en las condiciones que se hallan de manifiesto en la Secretaría de este Ayuntamiento. Lo que se inserta para que llegue a conocimiento del público. -El Alcalde Alejandro Ordoñes.”
     Este era uno de los mercados con mayor afluencia de público de toda la provincia. Acudían en gran número los vendedores, tanto de animales, como de diferentes mercancías, pues los buenos resultados en las ventas hacían que cada año se dieran cita en el espacioso ferial, e incluso, aumentaran los negociantes, deseosos de obtener unos buenos beneficios ya que en gran medida sus economías dependían de estas ferias.
     Los ganaderos de Madrid se acercaban a este lugar, demostrando gran interés por las vacas paridas de raza pasiega. También era habitual encontrar entre los animales en venta, muchas parejas de bueyes, pues eran muy utilizados en aquellos tiempos para las labores de labranza y transporte.
     Pero no todo era positivo en estas ferias, se da el caso,  que como en nuestros tiempos,  los impuestos resultaban excesivos y así lo recoge “EL CANTABRO” en su número de 5 de septiembre de 1884 cuando dice: “Nada puedo elogiar a la Corporación por los sacrificios que haya hecho para que la feria sea una de las principales de La Montaña, pues por el contrario he oído quejarse a muchos vecinos de que el Ayuntamiento trata de sacrificarla con muchos impuestos que a los vendedores carga.” 
     Estas ferias terminaban con un animado baile al que acudían los mozos y mozas de los valles de Toranzo, Carriedo y pueblos y barrios de la comarca.  Con su simpatía y alegría ponían un excelente broche final a las exposiciones y transacciones que allí acontecían, bajo la atenta y curiosa mirada de los más mayores, que sin duda recordaban con nostalgia sus tiempos de juventud.
     Otra feria de la comarca era la de Alceda, la organizaba y patrocinaba el Ayuntamiento de Corvera de Toranzo y se celebraba en el parque de Alceda, allí acudían los ganaderos con sus ganados desde Castillo Pedroso, Quintana, Borleña, San Vicente, Alceda, Luena, Puente Viesgo y San Felices de Buelna entre otros muchos lugares. No podía faltar en estos acontecimientos los piteros del Valle Torancés que animaban con sus actuaciones a todos cuantos allí se daban cita.












 “DE AQUELLOS BARROS, ESTOS LODOS”


     Dicen que los ancianos son una fuente de sabiduría y así lo creo yo también. Observando todo cuanto ha acontecido en los últimos tiempos, mi mente regresa a otra época, y recuerdo conversaciones de mi abuelo con sus amigos y lo que en una de ellas les espetó, reunidos ante una taza de café hablaban de sus hijos y de la economía,  les dijo:- De lo que algo estoy seguro, es  que si queréis tener un hijo tonto, no tenéis nada más que mandarlo a la calle, a las fiestas, con sus amigos, sin dinero, la falta de este les hará unos seres inútiles, porque se sentirán amarrados, sin poder de decisión, en una palabra no serán libres porque no tendrán ni la seguridad ni el poder que el dinero da. Estas palabras de mi abuelo me hicieron meditar mucho y en estos días las he vuelto a recordar.
     Recientemente nuestro presidente Pedro Sánchez se ha reunido con los dirigentes europeos para solventar en lo posible la gran crisis que la COVID-19 ha causado en toda Europa y en especial en los países del sur como Italia, España y Francia. Los países del norte se han mostrado muy poco favorables para soltar los dineros de la Comunidad Europea. Después de muchos tiras y aflojas por fin llegaron a un acuerdo. Todos dicen haber salido muy contentos y triunfalistas de este acontecimiento, pero aún no conocemos la letra pequeña de dicho contrato. Solo sabemos que hay que hacer reformas, ya se han mencionado que la reforma laboral no se va a tocar y que habrá cambios en las pensiones. Y esto me ha llevado a recordar las sabias palabras de mi abuelo – Si quieres un hijo tonto, mándalo a la calle, en este caso a negociar sin dinero y ahí verás que está atado de píes y manos. Nuevamente se da una vuelta de tuerca a los más débiles, a los trabajadores que tendrán que seguir con esos contratos basura, y a los ancianos que han terminado su vida laboral, en la que tanto han trabajado para dejarnos un futuro mejor y soñar con una jubilación que les permita vivir dignamente. Hasta ahora no hay certezas de nada, pero lo que es seguro es que va a haber un antes y un después en muchas cosas.
     No se ha oído ningún comentario, nada se ha infiltrado de la mayor empresa española que se come 25.000 millones de euros al año en los sueldos de los políticos y ni que decir de las pagas vitalicias. Creo que nuestro país no puede soportar tantos asesores, directores y enchufados de los gobernantes. Ahí es donde debieran recortar, a un pensionista de los que hay muchísimos que cobran 600 euros e incluso menos ¿Qué se les puede recortar? Muchos rondan los 1000 euros ¿Es que los gobernantes tanto europeos como españoles pueden vivir con ese dinero? Al mismo tiempo se habla de subir impuestos ¿Cómo los españoles que muchos se van a quedar sin sus trabajos y otros van a seguir siendo precarios los van a soportar? ¿Acaso quieren un país sumido en la miseria para que como muy bien decía mi ancestro sea bien manejable y tonto? Creo que hay otras partidas de mucha menos importancia en las que se podía recortar, entre ellas los gastos innecesarios y el derroche alegre al que nuestros gobernantes nos tienen acostumbrados. El señor presidente Pedro Sánchez ha ido a negociar sin dinero y de aquellos barros, estos lodos.
                                       Gilda Ruiloba

lunes, 20 de julio de 2020













 LA UNIÓN HACE LA FUERZA


     Recientemente afeaba a los políticos su actitud de crispación y poca voluntad para el diálogo y la reconstrucción de un país duramente golpeado por la pandemia del COVID-19 y las duras consecuencias que esto está teniendo. Hoy escribo estos renglones con un poco de esperanza y confianza en ellos. No me refiero a todos, ni mucho menos en los altos niveles de nuestras instituciones.  A un nivel pequeño, el de mi Ayuntamiento de Santa María de Cayón en Cantabria ha vuelto a resurgir en mí, un poquito de esperanza y fe. Tal vez no todo esté perdido, tal vez los ciudadanos volvamos a ser importantes dentro de nuestras instituciones y se nos mire como lo que somos, personas en estos momentos muy vulnerables. Ojalá no solo vean en nosotros una caja registradora para hacer dinero o ciudadanos que llenan las urnas con sus votos para hacer la vida muy fácil a quienes salen elegidos.
     Hoy una pequeña parte de esa gran empresa española, que son los políticos, me han causado una bocanada de aire puro, una nueva visión de esperanza y es que en estos tristes momentos y por primera vez, he visto como han dejado a un lado sus diferencias, sus disputas, su crispación y han tenido la valentía de unir sus fuerzas, limar sus asperezas y dar paso para reconstruir lo que el coronavirus ha destrozado sin ningún tipo de piedad. Partidos tan diferentes como el PP, PRC y PSOE han sido capaces de formar una piña, unir sus fuerzas y tener como objetivo común levantar un municipio y lo han hecho pensando en sus ciudadanos, en sus comercios y esto me enorgullece y me hace creer nuevamente en que la política no solo sirve para que unos pocos vivan como dioses, mientras la mayoría ve como sus trabajos, economías y pensiones tienen un futuro muy incierto.
      He podido observar con satisfacción como se han tomado unas medidas en favor del pueblo en general, de los ciudadanos más sensibles y golpeados por la crisis, de los autónomos, como se trata de reactivar con medidas concretas el comercio local. Se han aprobado 13 puntos, todos en beneficio de los ciudadanos.
     Ojalá cunda el ejemplo de este municipio y muchos más sigan sus pasos, incluyendo las grandes instituciones, que todos los mandatarios se retraten en ellos y cunda el ejemplo. La unión hace la fuerza, y el pueblo español en estos momentos necesita ilusionarse y volver a creer y confiar que los elegidos en las urnas están para hacerle la vida un poquito más fácil, y no para tener que defenderse de ellos y recelar constantemente de las decisiones que se van a tomar y que pueden cambiarnos la vida.
                                                       Gilda Ruiloba.

domingo, 12 de julio de 2020









SE ACERCAN TIEMPOS DIFÍCILES

     Tras las primeras salidas después de 99 días de confinamiento, nos damos cuenta que los problemas no han finalizado con el aislamiento. Hemos tomado nuevamente las calles, playas, bares, todos estamos ansiosos de recuperar nuestras vidas de siempre. En nuestras salidas nos cruzamos con otros ciudadanos y los observamos con detenimiento, unos llevan mascarilla, otros no, unos guardan las distancias de seguridad, otros por el contrario no lo hacen. Y nos preguntamos ¿Es que acaso no hemos aprendido nada? Los días de encierro han sido muy duros. Nuestros cuerpos y mentes se han resentido, la falta de vitamina D es muy común entre nosotros después del largo confinamiento, pero tal parece que muchos quieren que volvamos a él. No respetan las normas poniendo en peligro al resto. Los brotes están surgiendo nuevamente y cuando acabe el periodo estival se incrementarán según los entendidos.
     Se avecinan tiempos muy difíciles y las dudas e inseguridades nos hacen sentir vulnerables. No sabemos a ciencia cierta que va a pasar con la pandemia si remitirá o no. No sabemos que va a pasar con miles de trabajadores y sus puestos de trabajo, si los recuperarán nuevamente o desaparecerán. Los autónomos están nerviosos y asustados, los ganaderos se sienten utilizados e infravalorados, después de solucionar el problema a millones de hogares durante la pandemia en la que gracias a ellos nuestras neveras estuvieron llenas de productos lácteos y alimentos frescos también por parte de los agricultores. Ahora nos encontramos con que sus productos se venden por debajo del precio de producción sin ningún rubor por parte de quienes deberían velar por el justo precio.
     Además de todos estos problemas tenemos otro muy grande. Muchas familias siguen en ERTE, otras están en el paro, muchos hogares no tienen lo suficiente para poder subsistir, pero ya se nos anuncian las subidas de impuestos.
      Muchas personas han fallecido, se habla de datos de más de 48.000, aunque estoy convencida de que nunca vamos a saber la verdad. Con el fallecimiento de tantos seres queridos que en su mayoría han sido nuestros mayores, esos que tanto lucharon para construir sus casas y sus patrimonios ayudados por sus hijos, pues ahora nos encontramos también que esa herencia que han dejado atrás, las autoridades de turno pretenden grabar con más impuestos, dicen que para que todas las autonomías sean iguales, pero no se les ocurre que la igualdad también se puede hacer a la inversa, que las que más paguen se beneficien pagando menos. Se da el caso de que muchos hijos han ayudado a sus padres para construir sus propiedades por las que ahora pretenden hacerles pagar nuevamente. El patrimonio se paga ya, todos los años se recauda el IBI, en las compraventas se pagan todos los impuestos, pero por lo que se ve no les parece suficiente, todo es poco. Mucha gente se ha visto en los últimos años abocada a renunciar a la herencia de su familia que por derecho le corresponde, pero ante la brutal ambición de los políticos vía impuestos de sucesiones ve con perplejidad como su patrimonio acaba en manos de los fondos buitres. Atrás queda el esfuerzo de toda una familia pasando necesidades para poder comprar unos bienes y que en muchas ocasiones se van a ver obligados a renunciar a ellos por no poder pagar los excesivos impuestos. Cuando esto pasa algo no funciona bien en nuestro sistema.
     Esa gran empresa, la mayor de España que son los políticos, debieran mirarse al ombligo y pensar que detrás de sus decisiones hay muchas familias que pueden sufrir y a las que van a mandar a la miseria. Tanto el Banco de España como los Empresarios le han dicho al gobierno que no es momento de subir impuestos, los españoles están en una situación difícil y de incertidumbre. Les han aconsejado que mejor recorten en gastos innecesarios. Creo que deben de escuchar, no seguir con su ruta anterior a la pandemia porque ya nada es igual que antes.
                                                                     Gilda Ruiloba.















LA IMPORTANCIA DE LAS FERIAS DE AÑO EN VALLES PASIEGOS


     Cantabria ha sido una provincia en la que la mayoría de sus habitantes subsistían con la ganadería, especialmente en las orillas del Pas y Pisueña. Por ello la necesidad de los ganaderos de vender y dar a conocer sus animales. Esto llevó a la celebración de las ferias de ganado.
      Antiguamente se celebraban numerosas ferias de año en estas comarcas, duraban varios días, y en ellas además de la exposición de los animales, se hacían concursos y daban premios a los mejores ejemplares. Había premios en metálico, se otorgaban trofeos, diplomas, aperos de trabajo, “pastores eléctricos”, rastrillas, cepillos, pieles, azadones, entre muchos otros útiles de trabajo. A estas ferias acudían compradores de las zonas cercanas, así como de otras provincias limítrofes, e incluso de Madrid. En estas concentraciones se podía encontrar ganado vacuno de todas las razas, tudanca, pardo-alpina, charolés, mestiza, carreña…, también acudían ganaderos con sus caballos de monte, asnos, bueyes, mulas e incluso aves de corral, así como vacuno de pasto. En muchas ocasiones bajaban de los puertos. En estas ferias de año también había puestos de venta de diferentes artículos de labranza. Las pasiegas llevaban en sus cuévanos los quesos de cabra, oveja y vaca, así como las afamadas mantequillas tan artísticamente trabajadas, exponiendo toda su mercancía con gran perspicacia sobre hojas de parra y juncos, dando a sus productos mayor vistosidad y deseo de compra.
     Estos mercados movían mucha gente, y con ello las Fondas y puestos de alimentos y bebidas hacían el agosto. Entre todos estos actos también había romerías y no faltaban los bolos como entretenimiento, al igual que diferentes juegos.
     Estas ferias de año vienen de muy antiguo, podemos conocer la del pueblo de La Vega de Pas, que tras su solicitud a través de la Diputación provincial a la reina Isabel II, conocida también como “la de los Tristes Destinos” o “ la Reina Castiza”, es concedido el  real permiso al Ayuntamiento para celebrar dos ferias anuales en los días 15, 16 y 17 de los meses de septiembre y noviembre y así lo comunica el Excmo. Sr. Ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas con fecha 23 de septiembre del año 1849 e igualmente, se pone en conocimiento al Ministerio de Hacienda y se escribe en el “Boletín Oficial”  en Santander a 5 de diciembre de 1849.
     También podemos conocer que en Entrambasmestas se celebraban los días 10 y 28 de cada mes, en la plaza del pueblo, situada cerca de la iglesia parroquial.
     En Villasevil de Toranzo tenemos conocimiento que se celebraba ya en el año 1772 la llamada feria de San Marcos, los días 25, 26 y 27 de abril y gozaba de gran fama y reconocimiento entre los ganaderos. Tenía varios premios a los mejores ejemplares de cada categoría, y quienes quisieran participar y optar a ellos, deberían inscribirse entre los días 25 y 27 en la “caseta de puntos”. También se celebraba una feria-mercado mensual.