domingo, 12 de julio de 2020















LA IMPORTANCIA DE LAS FERIAS DE AÑO EN VALLES PASIEGOS


     Cantabria ha sido una provincia en la que la mayoría de sus habitantes subsistían con la ganadería, especialmente en las orillas del Pas y Pisueña. Por ello la necesidad de los ganaderos de vender y dar a conocer sus animales. Esto llevó a la celebración de las ferias de ganado.
      Antiguamente se celebraban numerosas ferias de año en estas comarcas, duraban varios días, y en ellas además de la exposición de los animales, se hacían concursos y daban premios a los mejores ejemplares. Había premios en metálico, se otorgaban trofeos, diplomas, aperos de trabajo, “pastores eléctricos”, rastrillas, cepillos, pieles, azadones, entre muchos otros útiles de trabajo. A estas ferias acudían compradores de las zonas cercanas, así como de otras provincias limítrofes, e incluso de Madrid. En estas concentraciones se podía encontrar ganado vacuno de todas las razas, tudanca, pardo-alpina, charolés, mestiza, carreña…, también acudían ganaderos con sus caballos de monte, asnos, bueyes, mulas e incluso aves de corral, así como vacuno de pasto. En muchas ocasiones bajaban de los puertos. En estas ferias de año también había puestos de venta de diferentes artículos de labranza. Las pasiegas llevaban en sus cuévanos los quesos de cabra, oveja y vaca, así como las afamadas mantequillas tan artísticamente trabajadas, exponiendo toda su mercancía con gran perspicacia sobre hojas de parra y juncos, dando a sus productos mayor vistosidad y deseo de compra.
     Estos mercados movían mucha gente, y con ello las Fondas y puestos de alimentos y bebidas hacían el agosto. Entre todos estos actos también había romerías y no faltaban los bolos como entretenimiento, al igual que diferentes juegos.
     Estas ferias de año vienen de muy antiguo, podemos conocer la del pueblo de La Vega de Pas, que tras su solicitud a través de la Diputación provincial a la reina Isabel II, conocida también como “la de los Tristes Destinos” o “ la Reina Castiza”, es concedido el  real permiso al Ayuntamiento para celebrar dos ferias anuales en los días 15, 16 y 17 de los meses de septiembre y noviembre y así lo comunica el Excmo. Sr. Ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas con fecha 23 de septiembre del año 1849 e igualmente, se pone en conocimiento al Ministerio de Hacienda y se escribe en el “Boletín Oficial”  en Santander a 5 de diciembre de 1849.
     También podemos conocer que en Entrambasmestas se celebraban los días 10 y 28 de cada mes, en la plaza del pueblo, situada cerca de la iglesia parroquial.
     En Villasevil de Toranzo tenemos conocimiento que se celebraba ya en el año 1772 la llamada feria de San Marcos, los días 25, 26 y 27 de abril y gozaba de gran fama y reconocimiento entre los ganaderos. Tenía varios premios a los mejores ejemplares de cada categoría, y quienes quisieran participar y optar a ellos, deberían inscribirse entre los días 25 y 27 en la “caseta de puntos”. También se celebraba una feria-mercado mensual.