domingo, 26 de julio de 2020












 “DE AQUELLOS BARROS, ESTOS LODOS”


     Dicen que los ancianos son una fuente de sabiduría y así lo creo yo también. Observando todo cuanto ha acontecido en los últimos tiempos, mi mente regresa a otra época, y recuerdo conversaciones de mi abuelo con sus amigos y lo que en una de ellas les espetó, reunidos ante una taza de café hablaban de sus hijos y de la economía,  les dijo:- De lo que algo estoy seguro, es  que si queréis tener un hijo tonto, no tenéis nada más que mandarlo a la calle, a las fiestas, con sus amigos, sin dinero, la falta de este les hará unos seres inútiles, porque se sentirán amarrados, sin poder de decisión, en una palabra no serán libres porque no tendrán ni la seguridad ni el poder que el dinero da. Estas palabras de mi abuelo me hicieron meditar mucho y en estos días las he vuelto a recordar.
     Recientemente nuestro presidente Pedro Sánchez se ha reunido con los dirigentes europeos para solventar en lo posible la gran crisis que la COVID-19 ha causado en toda Europa y en especial en los países del sur como Italia, España y Francia. Los países del norte se han mostrado muy poco favorables para soltar los dineros de la Comunidad Europea. Después de muchos tiras y aflojas por fin llegaron a un acuerdo. Todos dicen haber salido muy contentos y triunfalistas de este acontecimiento, pero aún no conocemos la letra pequeña de dicho contrato. Solo sabemos que hay que hacer reformas, ya se han mencionado que la reforma laboral no se va a tocar y que habrá cambios en las pensiones. Y esto me ha llevado a recordar las sabias palabras de mi abuelo – Si quieres un hijo tonto, mándalo a la calle, en este caso a negociar sin dinero y ahí verás que está atado de píes y manos. Nuevamente se da una vuelta de tuerca a los más débiles, a los trabajadores que tendrán que seguir con esos contratos basura, y a los ancianos que han terminado su vida laboral, en la que tanto han trabajado para dejarnos un futuro mejor y soñar con una jubilación que les permita vivir dignamente. Hasta ahora no hay certezas de nada, pero lo que es seguro es que va a haber un antes y un después en muchas cosas.
     No se ha oído ningún comentario, nada se ha infiltrado de la mayor empresa española que se come 25.000 millones de euros al año en los sueldos de los políticos y ni que decir de las pagas vitalicias. Creo que nuestro país no puede soportar tantos asesores, directores y enchufados de los gobernantes. Ahí es donde debieran recortar, a un pensionista de los que hay muchísimos que cobran 600 euros e incluso menos ¿Qué se les puede recortar? Muchos rondan los 1000 euros ¿Es que los gobernantes tanto europeos como españoles pueden vivir con ese dinero? Al mismo tiempo se habla de subir impuestos ¿Cómo los españoles que muchos se van a quedar sin sus trabajos y otros van a seguir siendo precarios los van a soportar? ¿Acaso quieren un país sumido en la miseria para que como muy bien decía mi ancestro sea bien manejable y tonto? Creo que hay otras partidas de mucha menos importancia en las que se podía recortar, entre ellas los gastos innecesarios y el derroche alegre al que nuestros gobernantes nos tienen acostumbrados. El señor presidente Pedro Sánchez ha ido a negociar sin dinero y de aquellos barros, estos lodos.
                                       Gilda Ruiloba