LOS
TRATANTES EN LOS VALLES PASIEGOS
Los tratantes de ganado
han sido figuras muy importantes dentro de nuestra tradición. Los Valles
Pasiegos han tenido su base económica en la ganadería. La cabaña pasiega ha
gozado de gran prestigio fuera de nuestros límites regionales. Y es en el Mercado
Nacional de Ganados de Torrelavega donde en periodos de máximo esplendor de las
ferias ganaderas, se reunían los miércoles, los tratantes y ganaderos de toda
España, principalmente de Asturias, Galicia, País Vasco, Navarra, Zaragoza,
Valencia y en menor medida de otras regiones. Actualmente sigue siendo la feria
semanal los miércoles. Los tratantes se distinguían por llevar un blusón negro
y generalmente una vara de avellano como apoyo y distinción. Estos hombres se
dedican a comprar y vender ganados, son gentes con gran facilidad de palabra y
manejan muy bien el arte de regatear, ya que de ello dependen sus beneficios. A
menor precio de compra y mayor de venta, mejores resultados en los beneficios.
Son hombres de palabra, que no necesitan una firma, con un apretón de manos
cierran sus negocios. En los Valles Pasiegos hemos tenido grandes tratantes,
gentes de gran valía y honradez en sus transacciones. En mi pueblo, La Abadilla
de Cayón recuerdo con gran cariño a Tomás Martínez y su hijo Fulgencio, así
como a su hermano, más conocido como Genciuco, ellos pertenecieron a una saga
de grandes tratantes muy reconocidos en Los Valles Pasiegos, Penagos,
Trasmiera… Pero tanto en La Abadilla como en el resto del valle de Cayón, así
como en Bárcena de Carriedo, Selaya, Vega de Pas, en todos los Valles Pasiegos
a través de los tiempos y aún hoy, en la actualidad, existen y han existido
grandes hombres que con sus tratos han conseguido, no solo su subsistencia, también la de todos los ganaderos.
Las ferias, primeramente, las regionales
y más tarde el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega se llenaban de
nuestras vacas autóctonas; la vaca pasiega, preciosa vaca roja, sobre manera la
de color “cereza”, un poquito más oscura, vaca de gran belleza, pero pequeñita,
da menos leche y menos carne que la frisona, pero más grasa en la leche, es un
animal, noble, muy manso, pero debido a su menor rentabilidad no quedan muchas.
Su subsistencia depende en gran medida a las subvenciones. Este animal es muy
apreciado en Asturias y Galicia y a esas regiones se derivan la mayoría de las
ventas. La vaca más comercializada para leche en Cantabria es la frisona, pinta
negra. Esta vaca en libertad puede vivir más de 19 años. Es una vaca fuerte y grande.
Otra vaca autóctona de Cantabria es la Tudanca, tampoco produce mucha leche,
pero su carne es muy cotizada. Y dentro de la ganadería en nuestra tierra,
podemos encontrar muchas variedades y cruces en la actualidad. Así tenemos la
limosina, ratina, suiza, frisona, charolesa, parda alpina, pinta roja frisona,
azul belga…Pero en Cantabria la vaca que más predomina es la frisona, más
enfocada a la producción de leche.
Sin la importante figura de los
tratantes de ganados tal vez nuestra ganadería no hubiese adquirido el
prestigio que tiene fuera de nuestros límites regionales. Ellos con su valía
han comprado, vendido y exportado fuera de nuestra región a las vacas que
tanta fama han dado a la ganadería pasiega.