en la que ya es de noche
y llueve,
sigo pensando en ti.
Hace frío.
Las gentes pasan enfundadas
en sus abrigos,
con sus paraguas,
ensimismadas en sus propios problemas.
Yo, pienso en ti.
Querido,
a mi mente llega el recuerdo
de aquella tarde en que también llovía
y hacía frío,
y juntos paseábamos.
Tú me tomabas entre tus brazos
queriéndome proteger
del frío y el viento.
La lluvia caía,
tu bromeabas y reías,
y llueve,
sigo pensando en ti.
Hace frío.
Las gentes pasan enfundadas
en sus abrigos,
con sus paraguas,
ensimismadas en sus propios problemas.
Yo, pienso en ti.
Querido,
a mi mente llega el recuerdo
de aquella tarde en que también llovía
y hacía frío,
y juntos paseábamos.
Tú me tomabas entre tus brazos
queriéndome proteger
del frío y el viento.
La lluvia caía,
tu bromeabas y reías,
reías tanto.
Recuerdo también el día
que fuimos a nuestra isla.
La mar estaba crecida,
las olas encrespadas,
bravas, amenazantes.
Y sentí miedo.
Un miedo atroz y sin igual.
Nunca había sentido tanto miedo.
Temí por ti, amor mío.
Gilda Ruiloba.
Recuerdo también el día
que fuimos a nuestra isla.
La mar estaba crecida,
las olas encrespadas,
bravas, amenazantes.
Y sentí miedo.
Un miedo atroz y sin igual.
Nunca había sentido tanto miedo.
Temí por ti, amor mío.
Gilda Ruiloba.