UNA LOBA BUENA Y PASIEGA...
FLORINA GUTIÉRREZ COBO
Este rincón ha sido creado para recopilar todos mis escritos. Tener un lugar donde disfrutar y compartir mis visiones de la vida, en cada momento, mis alegrías, tristezas, ilusiones, tantas cosas que suceden en nuestras vidas y alrededor de ellas y que muchas veces pasan totalmente desapercibidas. Es para mí una satisfacción contar con este rincón, donde poco a poco iré compartiendo mis poesías, cuentos, y otros escritos.
UNA LOBA BUENA Y PASIEGA...
FLORINA GUTIÉRREZ COBO
Obituario
Florentina Gutiérrez Cobo | Renovera (comerciante)
Adiós a la sonrisa de una artista pasiega de gran corazón
Gilda Ruiloba,
El pasado día 26 de noviembre falleció mi madre, Florentina Gutiérrez Cobo a quien todos llamaban Florina -Furina en la zona pasiega- siempre se sintió muy orgullosa de pertenecer a esta tierra, decía que ser pasiego es tener media carrera hecha. Recuerdo que en la presentación de uno de mis libros alguien insinuó que los del Ayuntamiento de Saro, concretamente de Llerana, no eran de esta estirpe, pues solo se les considera así a los de las tres villas. Justo se lo fueron a decir a ella, a la que además de Florina también le apodaban 'la pasiega'. Para entonces, mi madre ya usaba cachaba e involuntariamente, creo yo, comenzó a dar golpecitos con la misma en el suelo. No le gustó nada escuchar aquello. Posteriormente, se ha podido comprobar que su familia desciende, varias generaciones atrás, de San Roque de Riomiera.
Si algo caracterizó a mi madre fue su simpatía, siempre con la palabra exacta para cada momento. Fue muy trabajadora, yo la calificaría como icono de la mujer trabajadora. No se la caían los anillos a la hora de ayudar a su esposo José Ruiloba Casasola, en la recogida de la leche en su camión, para la fábrica de la Nestlé (oficio ya desaparecido). Con gran asombro de todos, Florina subía junto a su marido las ollas llenas de leche que pesaban más de 45 kilos. Posteriormente, las colocaba en la cinta corredera de descarga en la factoría, dejando perplejo a cuantos la observaban.
Fue también una gran comerciante. A lo largo de su vida nada se la puso por delante: vendió de todo, era ingeniosa, simpática y esto hacía que sus clientes le fuesen fieles.
Tenía un gran corazón, no podía ver la necesidad en los demás, nunca dudó en ayudar a los más desfavorecidos, bien regalándoles mercancías que ella vendía o ayudándoles económicamente.
Como mujer, fue la mejor esposa, totalmente enamorada de su compañero de vida a quien apoyó siempre incondicionalmente, esto fue recíproco. Siempre estuvieron juntos, tanto en el trabajo como en su vida privada, e incluso a la hora de morir, pues solo han transcurrido ocho meses desde la partida de él.
Como madre, ¿Qué puedo decir? Fue la mejor. Si me diesen a elegir al nacer, siempre la elegiría a ella. Generosa sin límites con sus hijos, nunca nos faltó su amor y protección.
Después de jubilarse comenzaría una nueva vida para ella, que supo llenar junto a su marido con gran ilusión. En esta nueva etapa fue vocal de la junta directiva de la Asociación Cultural de Mayores de Santa María de Cayón durante 22 años. Y fue en esta etapa donde pudimos descubrir su faceta como actriz, siempre digo que confundió su oficio y que debió dedicarse al teatro. Ella representaba las obras con gran maestría, especialmente cuando se trataba de pasiegas, con esa voz que la caracterizaba y que aumentaba el deje pasiego en las representaciones.
En el Paraninfo de la Magdalena actuó junto a otros compañeros poniendo al público en pie que les dedicó grandes ovaciones. Todos rieron y disfrutaron con la obra hasta límites inimaginables.
Además de gran actriz también tenía una gran voz para cantar, formando parte del coro de la mencionada Asociación de Mayores de Cayón.
Puso el broche final a su andadura como artista revelación cuando, a sus 91 años, formó parte del documental sobre las amas de cría pasiegas. Un trabajo audiovisual que tuvo como protagonistas a los descendientes de estas mujeres valientes y que se está proyectando dentro y fuera de la región con mucho éxito. Ella introdujo aquí también la nota alegre y graciosa que le definía tanto.
La tierra ha perdido a una gran mujer, pero el cielo ha ganado un ángel que les hablará sobre los «campos de mapolas que vio desde el trulibús allá en la Castella esa, camino de Benidorm» (fue una de sus obras que tuvo miles de visitas en las redes sociales).
Vuela alto mamá con ese humor que te caracterizó. Siempre estarás en mi corazón.
Gilda Ruiloba es escritora e hija de Florentina Gutiérrez Cobo
DM, domingo, 8 de diciembre 2024
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OBITUARIO
JOSÉ
RUILOBA CASASOLA
El día 9 de marzo ha
fallecido un gran hombre, mi padre. Puede resultar grotesco que su propia hija
se exprese en estos términos, pero así lo avalan 66 años de mi existencia junto
a él.
Fue un hombre muy
adelantado a los tiempos que le tocaron vivir, culto, inteligente, creía
firmemente en la igualdad de la mujer y solía decir muy seguro de si mismo “
ellas son más trabajadoras que nosotros, a la vista está destacan en todo,
sacan mejores notas, no se las pone nada por delante, y el secreto es que son mucho
más perseverantes”, pero si algo destacaba en él, era su paciencia ¡Cuánto he
envidiado siempre esa serenidad que le caracterizaba!
En cuanto a su
disponibilidad, si le pedías algo, le faltaba tiempo para cumplir o ayudarte en
ese problema que te atosigaba en ese momento, incluso dejando lo que tenía
entre manos. Pero sin duda alguna lo que más le caracterizaba era su bondad.
Fue un hombre que nunca
dejó de aprender y superarse a sí mismo, recuerdo que con 72 años aprendió a
manejar el ordenador, él solo, sin ninguna ayuda, quería saber más y más y se
inscribió en un curso de informática, hasta el día antes de morir con 95 años,
todos los días entraba en estos medios para consultar sobre temas que en cada
momento le interesaban.
Nos ha dejado un gran
legado de vídeos hechos por él, tanto familiares como obras de teatro y
comedias que representaba junto a sus compañeros de la Asociación Cultural de
Mayores de Santa María de Cayón de la que fue presidente durante 22 años.
Ruiloba como le conocían
muchos de sus amigos, además de presidente de la
Asociación Cultural de Mayores de Santa María de Cayón, también fue vocal
nacional, representante de Cantabria en la CONFEDERACIÓN NACIONAL DE JUBILADOS
Y PENSIONISTAS DE ESPAÑA. (CONJUPES). Esta Confederación estaba encargada de
velar por los intereses de los pensionistas, así como por los derechos
constitucionales. Promover servicios sociales, asistenciales y socioculturales,
entre otras cosas, José Ruiloba Casasola acudió en repetidas ocasiones a las
Cortes de Madrid, reuniéndose con el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales
Juan Carlos Aparicio, formando parte del CONJUPES. Uno de los logros
conseguidos después de muchas negociaciones fue una subida importante de las
pensiones de viudedad.
Siempre recordó con mucho
cariño los años en que trabajó con su camión recogiendo la leche en ollas
(oficio ya desaparecido) para entregar en la fábrica Nestlé. Hablaba de las
muchas aventuras que le pasaron con los lecheros, a quien siempre consideró sus
amigos y que muchas veces se quejaban por la gran puntualidad que tenía al
recoger el preciado alimento, con frecuencia alguno se dormía y esto ya le
desorganizaba el recorrido y entrada en la fábrica para el descargue, y esto le
incomodaba.
José Ruiloba Casasola, mi
padre, fue por encima de todo un hombre bueno y el mejor padre, el que todo el
mundo desea tener. La tierra ha perdido un gran hombre, pero el cielo ha ganado
un ángel. Vuela alto papá, siempre estarás en mi corazón.
Gilda Ruiloba.
PÉRDIDAS
Hoy es el día de los difuntos
Tristezas mezcladas con nostalgias
Recuerdos que arrasan nuestros ojos
Lágrimas que reclaman nuestras
pérdidas
Sin comprender muy bien las ausencias.
¿Acaso no debemos partir todos?
Estos pensamientos no consuelan
Solo sabemos de pérdidas,
De desconsuelos, de vacíos,
De ausencias, de desgarros.
La Fe es el arma a la que nos
aferramos,
Pero duelen tanto las ausencias
Que algunas veces nos revelamos,
Nos sentimos traicionados
No podemos, no queremos resignarnos.
Gilda Ruiloba.
La afectuosa y artista gobernanta del balneario de
Liérganes
Domingo, 12 de marzo
2023, 01:0
El fallecimiento de
Eva Mantecón ha llenado de tristeza tanto a su familia como a quienes
trabajaron con ella, la trataron o fueron sus amigos. Entre ellos figuran Gilda
Ruiloba y Miguel Mirones, quienes se han querido unir en un breve homenaje a la
amiga desaparecida.
Miguel Mirones
recuerda que Eva ha sido la gobernanta del Gran Hotel Balneario de Liérganes
desde su primera rehabilitación a principios de los años noventa. «Eva y yo
llevamos trabajando juntos desde que monté mi primer negocio en 1987, El Palacete,
y me ha acompañado en todas y cada una de mis aperturas empresariales en
Cantabria y en los sucesivos balnearios que se han ido incorporando a Relais
Termal». Relata Mirones que en su memoria «quedarán para siempre mis largas
conversaciones con ella, en las que siempre desde la lealtad, me trasladaba lo
que pensaba de cada una de las situaciones personales y laborales que hemos
compartido tantos años». A partir de esas charlas, nació una amistad «forjada
en esas cosas no escritas en ningún sitio pero que se resumen en el compromiso,
la lealtad, la responsabilidad, el esfuerzo solidario y el mutuo respeto y
hemos buscado soluciones a cuantos problemas la vida nos ha ido poniendo
delante».
«Querida Eva, no
dejaré de verte cada vez que pise nuestro parque del Balneario de Liérganes, ni
de oír tu voz recordando nuestra charlas, ni tu risa cuando recordábamos tantas
anécdotas que hemos compartido», concluye Mirones.
Entre quienes evocan
el carácter afable de Eva están muchos de los empleados del Balneario de
Liérganes, ya que no sólo fue su jefa, sino que «fue la persona que les
comprendió y organizó el trabajo siempre con mucho respeto y afecto» hacia sus
subordinados, lo que hace que estos días lamenten su pérdida, recuerda Gilda
Ruiloba. Amiga de la infancia en Sarón, su localidad natal, Gilda recuerda que
Eva fue quien le dijo: «Tú puedes hacerlo», animándola así a publicar sus
escritos en su primer libro, 'La casona de Herrán', un volumen que vio la luz
gracias al empuje de Eva.
Su amiga recuerda de Eva su habilidad con el dibujo, tanto que colaboró con
sus trabajos en varios volúmenes del libro coral de la Sociedad Cántabra de
Escritores. Cuenta Gilda que «Eva era una mujer de carácter, generosa, muy fiel
a sus convicciones y amiga de sus amigos, a quienes trataba como si fuera una
hermana». También era una vecina popular. «Siempre estaba dispuesta a ayudar»,
destaca Ruiloba. «Es una persona que supo vivir su vida con intensidad porque
amaba la vida y la vivió siempre libre», resume.
Hombre de ciencia, amante de letras
Era un enamorado confeso de Cantabria, de su paisaje, folclore, historia y
mitología
Nació en Albacete.
Doctor en Medicina, ejerció su actividad profesional como médico intensivista
en el Hospital alicantino de Sant Joan. Fue miembro de la Sociedad Cántabra de
Escritores y experto Haijín, un tipo de verso de la cultura japonesa. Enamorado
confeso de Cantabria, de su paisaje, folclore, historia, mitología, y todo esto
le llevó a adquirir una casa en Vega de Villafufre viviendo a caballo entre
Alicante y el citado pueblo carredano.
Entre sus pasiones se
encontraba escribir, y varios fueron los libros que publicó, entre ellos 'Las
Estelas Cántabras y el mundo invisible', pero si en algo destacaba era en sus
haikus, demostrando su gran valía con ese punto de ironía que le caracterizaba.
Ramón fue el cerebro
para llevar a cabo uno de sus sueños, compartir con escritores del valle de
Cayón, Carriedo y Vega de Pas, así como varios miembros de la Sociedad Cántabra
de Escritores un proyecto común. Él adoraba Cantabria y muy especialmente el
valle de Carriedo, y ahí es donde lo conocí, y me propuso participar en esta
idea a la que bautizamos como 'Sinfonía Pasiega y otras Yerbas' y denominamos
'potaje literario' por su diversidad de temas.
Él propuso que la base
de todos los relatos estuviese desarrollada en los valles pasiegos. 19
escritores pusimos nuestra pluma para dar forma a este proyecto y fue la
Editorial Tantín quien se encargó de poner el resto. El resultado fue un
precioso libro que ha tenido mucho éxito, en el que un puñado de autores
entregamos nuestros sueños y fantasías para cumplir ese deseo de nuestro
querido amigo.
Muchos fueron los
agradables momentos compartidos con él y su esposa Encarni, pero algunas veces
la cruel realidad nos hace despertar de tan agradables instantes, y el mazo de
una larga enfermedad nos vuelve incrédulos, nos hace vulnerables cuando
perdemos al amigo y compañero de sueños en este mundo de la creación literaria.
La Sociedad Cántabra de Escritores ha perdido a uno de los suyos y nos sentimos
tristes, pero al mismo tiempo alegres, porque su nombre perdurará en el tiempo
a través de su obra y de este modo el tiempo pasará, pero el recuerdo
perdurará.
Gilda Ruiloba es secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Cántabra
de Escritores.
HISTORIA DEL CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA
ENSENADA
Recientemente
leyendo los padrones en el Catastro del Marqués de la Ensenada recopilados por
el investigador nacido en Guarnizo en el año 1891 D. Tomás Maza Solano, me
sorprendía a mí misma pensando: “Como han cambiado los oficios con el paso de
los años. El 10 de octubre de 1749 Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués
de Ensenada y ministro de Hacienda desde 1743, consiguió un Real Decreto para
poner en marcha uno de sus más deseados proyectos, el conocido como Catastro
del Marqués de la Ensenada. Con motivo de modernizar y hacer más eficaz el
cobro de impuestos se hace un catastro muy ambicioso y trabajoso para todo el
reino de Castilla. A través de él se conocerá la economía real de los
diferentes lugares y serán los propios vecinos quienes detallen en una
declaración sus propiedades, casas, fincas, animales y rentas, así como sus
oficios y otros ingresos que pudieran tener. El Catastro de la Ensenada
constaba de un cuestionario de 40 preguntas que debían ser contestadas por los
vecinos. Este trabajo hoy en día es la base de la investigación de como era y
funcionaban nuestra tierra y nuestros ancestros en el pasado, para muchos
historiadores y amantes de nuestra historia. Aquí podemos obtener mucha
información ya que a la vez que se hizo el catastro se confeccionaron otros
documentos de gran interés como, nobleza, hidalguía, profesiones y oficios y
otros datos. Así podemos encontrar que figuran en dicho catastro la
Jurisdicción de los Montes de Pas bajo el nombre de “Partido de Castilla la
Vieja, en Laredo”, se lee en el tomo correspondiente a la “Villa de San Roque
de Rumiera”.
En diciembre de 1750 se imprimió el Real
Decreto que posteriormente se remitió a todos los pueblos para que cada vecino,
viuda, habitante o morador, pusiera en poder de la justicia del lugar un
Memorial arreglado al interrogatorio que se puso en letras de molde. La menor
ocultación que se hiciese en ese Memorial se penaba con 200 ducados, la mitad
para la Real Hacienda y la otra mitad para el denunciante, además de proceder
contra el ocultador con mayor castigo conforme a las leyes.
Actualmente se guardan 1047 volúmenes del
Catastro del Marqués de la Ensenada sobre Cantabria. En el incendio de
Santander de 1941 se quemaron en el Archivo de la Delegación de Hacienda 156
volúmenes del Catastro de la Ensenada correspondientes a varios pueblos de la
provincia.
Cada valle tiene su peculiaridad en los
oficios de sus habitantes, así en el valle de Carriedo eran numerosos los
labradores y varios vecinos los que estaban ausentes en Andalucía, Indias, y
Madrid. Había cantero, cerrajero, tornero, administrador de tabaco, el Correo
de a caballo de S.M., de quien hemos hablado recientemente, el labrador y
boticario a la vez, o la beata de velo blanco y el pobre de solemnidad que
pertenecía al estado noble, podemos observar que al lado de algunos nombres
está escrita la palabra “pasiego” para diferenciarlos del resto de los vecinos.
En el valle de Cayón también podemos
encontrar un gran número de labradores y canteros, carpinteros y labradores,
conjuntamente o como diríamos hoy: “mixtos”, tampoco podía faltar el notario y
labrador, el sangrador y barbero, el sastre y labrador, el herrero y labrador, el
abogado, el escribano, el tratante en vinos, el médico asalariado, el tendero,
el maestro de niños, el zapatero y el estudiante. Llama la atención que tanto
en el valle de Carriedo como en el de Cayón, en el censo aparecen como nobles e
hidalgos, con los privilegios que esto conllevaba, pues entre otras muchas
cosas, estaban exentos de pagar ciertos impuestos. Igualmente, los que estaban
ausentes en Indias, Andalucía o Madrid, los inscribía la familia, pues el que
no constaba en el Padrón como noble o hidalgo lo que garantizaba la “limpieza
de sangre”, después tenían que pleitear en la Real Chancillería de Valladolid.