Este rincón ha sido creado para recopilar todos mis escritos. Tener un lugar donde disfrutar y compartir mis visiones de la vida, en cada momento, mis alegrías, tristezas, ilusiones, tantas cosas que suceden en nuestras vidas y alrededor de ellas y que muchas veces pasan totalmente desapercibidas. Es para mí una satisfacción contar con este rincón, donde poco a poco iré compartiendo mis poesías, cuentos, y otros escritos.
martes, 6 de julio de 2021
domingo, 4 de julio de 2021
VICTORIANO SAÑUDO HERRERO
Muchos
han sido los hombres y mujeres que han salido de nuestra tierra, con la
intención de mejorar sus vidas y las de su familia, procurando dejar atrás esa
pobreza y miseria que en nuestros valles pasiegos se había arraigado. Soñaban
con una vida mejor, y sin volver la vista atrás partían a otras regiones o
naciones para luchar por sus sueños. Este fue el caso de Gavino Sañudo Herrero,
natural de Selaya y de su esposa Ramona Herrero Crespo originaria de Tezanos de
Villacarriedo. Ellos eran campesinos como la mayoría de las gentes de estos
valles. Al casarse quisieron mejorar su situación económica y se trasladaron a
Póo de Llanes en Asturias donde se establecieron regentando una mercería.
Cuando Ramona se quedó embarazada de su primer hijo, no tuvieron ninguna duda
de donde nacería, pues sus orígenes siempre estaban en su corazón, y decidieron
que sus vástagos serían pasiegos por nacimiento.
Cuando se acercó el momento del feliz
alumbramiento regresaron a Pisueña donde nacería el 22 de junio de 1861
Victoriano Sañudo Herrero en la cabaña de su abuela materna.
Asturias, al igual que nuestra tierra, fue
cuna de emigrantes que partieron a hacer las Américas. Es en este ambiente
donde crece Victoriano oyendo a diario las benevolencias de los indianos, lo
bien que les iba, viendo esas casonas que se construían, y su mente juvenil
ansía ser uno de ellos, tanto lo desea que el 25 de enero de 1875 con trece
años embarcó en Santander a bordo del vapor francés Ville de Brest rumbo a
América.
Su familia muy amablemente, de manos de su
biznieto Víctor Manuel Sañudo Díez, me hace llegar unos datos muy interesantes
sobre la vida y estancia en América de nuestro protagonista de hoy.
Después de un periodo de estancia en Cuba,
tenemos conocimiento que se instaló en Ciudad de México en 1890, y como la
mayoría de los emigrantes en sus comienzos trabajó como dependiente en
comercios de paisanos. Entre sus amigos se encontraba un importante hacendado
cántabro del valle de Soba, que falleció dejando a una viuda y cinco hijos
pequeños. Al año siguiente Victoriano se casó con ella y vivieron todos juntos
en la Hacienda, muy cerca de las famosas Pirámides de Teotihuacán. Su esposa
fallece al poco tiempo sin haber tenido descendencia juntos. Victoriano
permanece al frente de la gran Hacienda pulquera y ganadera hasta que sus
hijastros tuvieron edad suficiente para hacerse cargo de ella.
Tras dejar la Hacienda trabajó con
harineros vascos en la Ciudad de México, pero sus deseos de triunfar le
llevaron hacia el Puerto de Mazatlán, en el Pacífico mexicano donde trabajó con
el montañés D. Antonio de la Peña durante cinco años como administrador de la
compañía de Diligencias Generales de Occidente.
Allí conocería a la que sería su segunda
esposa, Refugio Barragán Garibay. Hija de un importante funcionario mexicano.
Se casaron en la Catedral de Mazatlán en 1902 y tuvieron cuatro hijos:
Maximino, Carmen, María, que falleció a los pocos días de nacer y Ramón.
Dentro de su cometido en el trabajo estaba
abastecer productos a lo largo del Pacífico mexicano y eso le llevó a entablar
amistad con el que más adelante sería General de la Revolución Mexicana y
presidente de México: el manco de Celaya, Álvaro Obregón. Victoriano suministraba
de víveres al ejército y fue producto de esta amistad que recibió un mensaje de
Obregón que cambiaría su vida. “Sañudo, el general fulano viene bajando hacia
Mazatlán y anda fusilando a todo extranjero que se topa, así que agarre a su
familia y se me va para México”. Al día siguiente se fueron con lo puesto, y
vestido con uniforme de soldado federal, toman un tren militar con destino a
Ciudad de México para no regresar jamás.
Victoriano contaba con importantes amigos
comerciantes asturianos, montañeses y vascos que le sirvieron para retomar
nuevamente su actividad comercial. En 1922, uno de esos contactos D. José S.
Razura, poderoso comerciante de Manzanillo, sin avisarle envió veinte furgones
de sal (setecientas toneladas en total) para su venta en Ciudad de México. Al conocer el carácter “echao pa´lante” de
Victoriano, Razura le encomendó que los vendiera con prontitud. Este fue el
inicio de una empresa salinera reconocida a nivel nacional: Sal Sañudo S.A. Sus
tres hijos siguieron con ella haciéndola crecer. Unos años más tarde su hijo
Ramón decide separarse e iniciar con otros socios una empresa de vinagre que
también alcanzaría el liderazgo en México: Vinagres Vinal S.A.
Victoriano falleció en Ciudad de México el
20 de agosto de 1937.
domingo, 13 de junio de 2021
INTRIGAS PALACIEGAS
Los dos edificios más representativos de
Villacarriedo son el palacio de Soñanes y el colegio de los PP. Escolapios.
Ambos tienen un montón de historia a través del tiempo. Grandes personajes se
formaron en este último. Si nos remontamos a su comienzo no estuvo libre de
polémicas e incluso se llevó a los tribunales, pues su construcción era
incómoda para el segundo señor del palacio D. Domingo Díaz de Arce.
En el año 1680 la pobreza y miseria
reinaba en el Valle de Carriedo, y es justo en este año cuando nació D. Antonio
Gutiérrez de la Huerta y Güemes que fue hijo legítimo de D. Domingo y Dña.
Teresa, vecinos de Villacarriedo.
En la región en aquellos tiempos eran
escasos los medios que había para instruirse y sin duda esto lo llevaría
siempre en sus pensamientos.
Siendo muy joven y viendo las penurias que
había en su casa decide que la mejor manera de acabar con esa miseria era irse
a Andalucía. Allí otros jándalos habían conseguido remontar y hacerse con una
fortuna y un don que antecediera a su nombre. Es muy probable que comenzase
como chicuco en alguna tienda de ultramarinos, pero de lo que si estamos
seguros es de que a los 24 años ingresa como soldado voluntario en el ejército
en Córdoba y aquí comienza su carrera militar. Participó en la lucha de
sucesión entre las casas de Austria y Borbón, tomando parte por estos últimos y
es nombrado capitán de caballos corazas. Al vencer los Borbones y como
agradecimiento por sus servicios le nombran Administrador de la Real Aduana de
Cádiz, caballero de Santiago y del consejo de su Majestad en la Contaduría Mayor
de Cuentas. Tiene un historial impecable al servicio de su Majestad al que
sirve durante más de treinta años.
A los treinta y dos años se casa en Madrid
con doña Melchora González que aporta al matrimonio 27.000 reales en metálico,
bienes y alhajas. Pero no tendrán descendencia por lo que hereda todos los
bienes de su esposa. Pasados los años contrae nuevas nupcias en Cádiz con doña
Catalina Vandín Salgado, con la cual tampoco tiene hijos.
Al enviudar sin sucesión y siendo poseedor
de una gran fortuna, comienza a madurar la idea de hacer una Fundación a través
de la cual cumpliría sus sueños de dotar a sus vecinos carredanos con un
importante colegio e iglesia que sirvan en un futuro para darles una buena
educación gratuita. Al fallecer dejaría a su sobrino al frente.
Don Antonio además de familia, era gran
amigo del Intendente de Aragón D. Juan Antonio Díaz de Arce, caballero de la
Orden de Santiago, Agente General de la M.C. en la Corte de Roma y quien
estando en esta ciudad, manda construir el palacio en el mismo lugar donde
estaba la antigua torre solariega de Arce en la que había nacido. Ésta se aprovechó
para hacer el hueco de la nueva escalera. El famoso arquitecto que dirigió esta
colosal obra fue el italiano Cósimo Fontanelli. Como anécdota diré que el coste
total fue de 140.000 ducados. 385.000 de las antiguas pesetas.
Don Antonio Gutiérrez de la Huerta y
Güemes pone en conocimiento de su amigo la idea de hacer un colegio e iglesia
para la educación gratuita de sus convecinos en el Cagigal de Pellegero entre
Bárcena y Tezanos. D. Juan Antonio Díaz de Arce le ofrece su ayuda económica si
le hiciese falta para hacer una obra más ambiciosa, pues él también había
pensado hacer algo con la escolarización de los niños y le quita la idea de
construirlo en el lugar indicado, haciéndole ver las incomodidades y
contratiempos para los alumnos llegado el invierno. Le propone hacerlo en el
lugar donde se construyó, junto al palacio. En este lugar el Fundador tenía
unas casas y terrenos que habían sido propiedad de sus padres.
D.
Antonio pide y obtiene todos los permisos para llevar a cabo tan ambiciosa obra
y así lo suplica al arzobispo de Burgos en cuya Diócesis se hallaba el Valle de
Carriedo. Igualmente lo obtiene del rey Felipe V
D. Juan Antonio falleció en 1734 sucediéndole
D. Domingo Díaz de Arce y su amigo D. Antonio murió el 24 de julio de
1736.
Fallecido el primer señor del palacio, su
heredero pone pleito a los patronos del colegio cuando estaba en construcción.
Su alegación fue que se privaba a su casa y huerta de aires, luz y vista.
Aprovechándose del cargo que ostentaba de ministro del Consejo Real y acudiendo
al Nuncio de Su Santidad, que ordenó suspender las obras, pero el patrono apeló
a los tribunales del reino y éstos levantaron la prohibición fallando a favor
del colegio.
domingo, 23 de mayo de 2021
LOS “HAIGAS” EN VALLES PASIEGOS
Siempre se ha dicho que la etapa más
bonita de la vida es la infancia. Yo creo que cada edad tiene su encanto.
Aunque bien es cierto, que mi mente con frecuencia recuerda los buenos momentos
vividos en ella. Recientemente recordaba uno de tantos días en casa de mis
abuelos en Villacarriedo, cuando era pequeñita, en este aspecto fui
privilegiada, pues al tener ellos un comercio, me permitió conocer a todos los
vecinos de este pueblo y a la mayoría del valle de Carriedo. Por la tienda
pasaban todo tipo de personas, madres que hablaban de lo bien que les iba a sus
hijos en México, y orgullosas contaban en que trabajaban y esperaban ansiosas sus
cartas o el momento de volver a verlos y abrazarlos, otras hablaban del campo,
que una vaca se les había enfermado y estaban esperando al veterinario. Yo,
jugaba y observaba todas aquellas escenas.
Reconozco que mi abuelo tenía gran visión
comercial, pocas tiendas en aquellos tiempos gozaban de exquisiteces o
delicatessen como la que él tenía, pero claro, contaba con clientela para estos
productos.
Recuerdo a los antiguos dueños del Palacio
de Soñanes, doña María Luisa y don Gonzalo. La antigua señora del palacio, era
una dama que siempre me cautivó por su elegancia y sencillez innata. Esbelta,
con el pelo blanco recogido en un moño, de delicados movimientos y con una
sonrisa que pareciese formar parte de su figura. Siempre amable, solía acudir
al supermercado para hacer los pedidos que posteriormente le llevaban mis tíos.
Con frecuencia yo iba con ellos al palacio y allí los dejaban en la gran
cocina. Recuerdo ver ese espectacular monumento que al observarlo en el
exterior te deja sin palabras por su belleza absorbente, pero sin duda alguna,
lo que me cautivó fue la preciosa escalera, nunca había visto algo igual,
parecía sacada de los cuentos de hadas que yo leía en aquellos tiempos.
Un día doña María Luisa acudió al comercio
e hizo un gran pedido, con abundantes delicatessen, pues en fechas cercanas se
daría una fiesta en palacio. Recuerdo esos momentos en Soñanes, en aquella
época eran muy pocos los coches que circulaban, pero Carriedo en esas jornadas se
llenaba de vehículos muy lujosos. A mí me gustaba sentarme en un banco de
piedra situado en el exterior de la tienda donde solía estar el anciano padre
del cura del pueblo, un señor muy agradable que me daba caramelos. Cuando los
vehículos subían en dirección al palacio, los vecinos miraban con curiosidad
los automóviles desfilar, uno tras otro. Y algunos de los curiosos decían: “Menudos
haigas que suben, esos no valen cuatro perras”. Mi curiosidad de niña comenzó
con los por qué. ¿Por qué se llama haiga, si es un coche? El padre del cura con
toda la paciencia del mundo me respondió: -Mira, una vez se fue el hijo de un
pasiego a hacer fortuna a las Américas, y cuando iba a volver le dijo al padre que
quería traer un coche, y éste le respondió: -Pues trae el mejor que haiga, para
que los vecinos vean lo bien que te ha ido, compra el más grande, vistoso,
elegante y caro, vamos, el mejor que haiga. Y por eso a los coches caros y
lujosos también se les conoce como haigas en los Valles Pasiegos.
domingo, 2 de mayo de 2021
GENERAL RICARDO VICUÑA DIEGO. Artículo más técnico como profesional militar.
Hoy quiero recordar a otro ilustre
carredano, Ricardo Vicuña Diego. Su familia muy amablemente me ha cedido un
trabajo de investigación del señor Luis Novoa que me ha servido de base para
entretejer este escrito.
Ricardo Vicuña Diego nace en Selaya el 2
de septiembre de 1842. Hijo del capitán de Infantería León Vicuña Sanz y de su
esposa Cayetana Diego Fernández. Siguiendo la tradición paterna ingresa a los
13 años como soldado voluntario en el Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo,
con sede en Olot (Girona).
Su carrera comienza siendo muy prometedora
ya que al año siguiente asciende a cabo 2º, a los cinco meses sin haber
cumplido aún los catorce años, sale de operaciones a las órdenes del comandante
de su Batallón, siendo ascendido por esta acción a Sargento 2º.
En septiembre de 1857 ingresa como Cadete
de Cuerpo y comienza su carrera militar. Después de prestar servicio en varias
provincias es ascendido en 1860 a Alférez al terminar sus estudios
satisfactoriamente contando con 18 años.
Sufre dolores reumáticos que le llevan a
coger varias bajas consecutivas.
Con veintidós años se casa con Antonia
Armendáriz Ladaba, natural de Tafalla. No tendrán descendencia.
Su carrera sigue en ascenso vertiginoso,
Nunca olvida a su pueblo natal y varias son las visitas que hace a Selaya para
estar con su familia.
Los ascensos siguen llegando, Teniente de
Infantería, Capitán de Infantería…
El 18 de septiembre de 1868 los generales
Prim y Serrano se sublevan en Cádiz, pues en esa época la impopularidad de la
reina Isabel II era muy grande debido a la crisis económica y otros factores.
La reina se ve obligada a huir a Francia y se establece un gobierno provisional
presidido por Serrano, siendo el general Prim ministro de guerra. Se convocan
elecciones para enero de 1869 que dan paso a la considerada como la primera
Constitución democrática del Reino de España, anticipándose varias décadas a
otros países europeos en cuanto a los logros políticos y sociales alcanzados.
La carrera de Ricardo Vicuña continua, y
sus ascensos y premios siguen llegando. Por su buen comportamiento es premiado
con la Cruz Roja de Primera Clase del Mérito Militar. Varias veces es herido y
tras sus tratamientos en los Hospitales Militares siempre regresa a Selaya para
su total recuperación.
Amadeo de Saboya es nombrado nuevo rey en
1871, pero el italiano no es querido en España y sufre un gran rechazo,
abdicando en 1873 y regresa a Italia. El
11 de febrero Las Cortes proclaman la I República.
En 1874 se le concede una nueva medalla
conmemorativa del sitio de Bilbao. Este mismo año se produce un golpe militar y
Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido
por el general Serrano. Suspendiendo La Constitución y los derechos y
libertades.
En diciembre de 1874 tras un golpe militar
el hijo de Isabel II, Alfonso XII es proclamado como nuevo rey.
Por méritos en la guerra contra los
Carlistas se le conceden las medallas de la Cruz Roja 2º Clase del Mérito
Militar y la medalla de la Guerra Civil y la de Alfonso XII con los pasadores
de Pamplona, Treviño, Elorrieta y Orio. Mas tarde se declara “Benemérito de la
Patria” otra medalla en su poder es la Cruz Blanca de 2º Clase, por el
matrimonio del rey con M.ª Cristina en 1878.
En 1879 se le otorga la Cruz Sencilla de
la Real y Militar Orden de San Hermenegildo con antigüedad de junio de 1875. En
septiembre de 1880 es nombrado jefe de Detall (Oficina militar). En 1882 es
designado Ayudante de Campo del Capitán General de las provincias Vascongadas.
En marzo de 1887 recibe la placa de la Orden de San Hermenegildo con antigüedad
de diciembre de 1886. En 1887 es destinado a Santoña. En 1889 se le nombra
coronel, a punto de cumplir 47 años.
Un accidente ferroviario se produce cerca
de Burgos en 1891 y es felicitado oficialmente por su actuación. En 1894 se le
nombra jefe del Regimiento de Infantería de Saboya nº6 de guarnición en el
Puerto de Santa María en Cádiz. En 1895 se traslada a Cuba junto a su regimiento
para luchar en la guerra.
Tras varias batallas Ricardo Vicuña cae
enfermo, pero un nuevo ascenso está en camino, esta vez será el de General de
Brigada “por méritos contraídos en la campaña de Cuba”. Tras 40 años de
servicio al Ejército Español y a sus 53 años. Pero le duró menos de un mes, ya
que murió de “vómito negro” (fiebre amarilla) y así, este carredano de excelentes
condiciones militares fue enterrado en el cementerio del municipio de Corral Falso
en Cuba. Como anécdota diré que de los doce generales que murieron en Cuba, dos
lo hicieron en combate y diez por enfermedad.
GENERAL RICARDO VICUÑA DIEGO
Hoy quiero recordar a otro ilustre
carredano, Ricardo Vicuña Diego. Su familia muy amablemente me ha cedido un
trabajo de investigación del señor Luis Novoa que me ha servido de base para
entretejer este escrito.
El padre de Ricardo se llamaba León Vicuña
Sanz y era natural de Navarra. Llegó a nuestra tierra con las guerras Carlistas,
pues era capitán de infantería. Conoció a Cayetana Diego Fernández, una hermosa
carredana del barrio de Bustantegua en el pueblo de Selaya y quedó prendado de
la joven, tanto, que se casaría con ella. Ambos tuvieron varios hijos, entre
los que se encontraba Ricardo, que nació el 2 de septiembre de 1842 en el
pueblo de Selaya. Todos los vástagos de León y Cayetana hicieron la carrera
militar al igual que su padre, excepto uno de ellos que tenía problemas de
oído.
Ricardo ingresó a la temprana edad de 13
años como soldado voluntario en el Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo, con
sede en Olot (Girona). Tuvo una brillante carrera militar, obteniendo desde su
llegada al ejército numerosos premios, medallas, ascensos y condecoraciones.
Varias veces fue herido en combate, y siempre, después de los primeros cuidados
en los Hospitales Militares regresó a su muy querido pueblo de Selaya, para su
total recuperación, al cuidado de su familia. Desde muy joven sufrió dolores
reumáticos que le llevaron a coger varias bajas consecutivas.
A los veintidós años se casa con el amor
de su vida, Antonia Armendáriz Ladaba, natural de Tafalla, pero no tendrán
descendencia.
Su carrera sigue un ascenso vertiginoso
donde se suceden todo tipo de premios, medallas y ascensos, entre ellos la
placa de la Orden de San Hermenegildo. Numerosos son los cambios de destino por
diferentes provincias españolas, pero sin duda uno de los que más feliz le hizo
fue el traslado a la villa de Santoña, pues esto le permitiría estar más cerca
de su pueblo natal y de su familia. Disfrutó junto a su esposa momentos muy
agradables en el Balneario de Puente Viesgo.
Varios acontecimientos importantes se
vivieron a lo largo de su carrera militar. El 18 de septiembre de 1868 los
generales Prim y Serrano se sublevan en Cádiz, pues en esa época la
impopularidad de la reina Isabel II era muy grande debido a la crisis económica
y otros factores. La reina se ve obligada a huir a Francia y se establece un
gobierno provisional presidido por Serrano, siendo el general Prim ministro de
guerra. Se convocan elecciones para enero de 1869 que dan paso a la considerada
por muchos como la primera Constitución democrática del Reino de España,
anticipándose varias décadas a otros países europeos en cuanto a los logros
políticos y sociales alcanzados.
Amadeo de Saboya es
nombrado nuevo rey en 1871, pero el italiano no es querido en España y sufre un
gran rechazo, abdicando en 1873 y regresa a Italia. El 11 de febrero Las Cortes proclaman la I
República.
En 1874 se le concede a Ricardo una nueva
medalla conmemorativa del sitio de Bilbao. Este mismo año se produce un golpe
militar y Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno
presidido por el general Serrano. Suspendiendo La Constitución y los derechos y
libertades.
En diciembre de 1874 tras
un golpe militar el hijo de Isabel II, Alfonso XII es proclamado como nuevo
rey.
Cuando Ricardo Vicuña era coronel, un
accidente ferroviario se produce cerca de Burgos en 1891 y es felicitado
oficialmente por su actuación. En 1894 se le nombra jefe del Regimiento de Infantería
de Saboya nº6 de guarnición en el Puerto de Santa María en Cádiz. En 1895 se
traslada a Cuba junto a su regimiento para luchar en la guerra.
Tras varias batallas cae enfermo, pero un
nuevo ascenso está en camino, esta vez será el de General de Brigada “por
méritos contraídos en la campaña de Cuba”. Tras 40 años de servicio al Ejército
Español y a sus 53 años. Pero le duró menos de un mes, ya que murió de “vómito
negro” (fiebre amarilla) y así, este carredano de excelentes condiciones
militares fue enterrado en el cementerio del municipio de Corral Falso en Cuba.
Como anécdota diré que de los doce generales que murieron en Cuba, dos lo
hicieron en combate y diez por enfermedad.
domingo, 28 de marzo de 2021
ANTONIO FERNÁNDEZ-ALONSO Y DIEGO
Muchos fueron los cántabros que se fueron
a otras tierras en busca de fortuna. Entre ellos Antonio Fernández-Alonso y
Diego, carredano de nacimiento que concretamente nació en Selaya en el año 1823.
Partió a Úbeda en la provincia andaluza de
Jaén. Allí le fueron muy bien las cosas, adquirió numerosas fincas y consiguió
ahorrar una nada despreciable fortuna en aquellos tiempos. Este carredano
viajaba con frecuencia a su pueblo natal, siempre que sus obligaciones se lo
permitían. Como anécdota contaré que en el último viaje a su tierra, siendo ya
mayor, al bajarse del tren en Guarnizo se cayó y ya nunca más pudo volver a
caminar.
Antonio Fernández-Alonso y Diego era
soltero, y sin duda la idea de morir sin descendientes directos le hizo meditar
mucho lo que haría con su fortuna. Como buen carredano quiso que ésta
revirtiera para bien de sus vecinos. Y tal vez, con estos pensamientos llegó a
la conclusión de que una Fundación sería la solución. Y así antes de morir en
el año 1908 a la edad de 85 años y ser enterrado en su muy querido pueblo de
Selaya, hizo testamento.
Tenemos conocimiento que lo otorga en la
localidad de Málaga el 10 de junio de 1878 y dispone que las tres cuartas
partes de sus bienes se empleen en títulos y con sus rentas sostener a
perpetuidad unas escuelas gratuitas, para varones y hembras, en la villa de
Selaya, enseñar a los varones las asignaturas necesarias para la carrera de
comercio y a las hembras los conocimientos elementales, superiores e
indispensables a la mujer. El maestro recibirá de la fundación la cantidad de 1250
pesetas anuales, mientras que la maestra 1000 pesetas. Resultando que por
testamento ológrafo del mismo señor en la notaría de D. Celestino Menéndez
Villamil, residente en Villacarriedo y otorgado en 28 de agosto de 1901
confirma la fundación Antonio Fernández-Alonso y Diego. Está dotada con capital
suficiente para el sostenimiento teniendo carácter de perpetuidad.
Según escritura fundacional los patronos
han de ser dos, que determina entre sus sobrinos el fundador. Se han de elegir
siempre entre sus familiares sin que intervengan el estado, provincia o
municipio. Se asignaba la cantidad de 125 pesetas anuales a los patronos para
viajes y que pudiesen reunirse, ya que vivían en diferentes lugares. En
concepto de gastos de administración la cantidad de 250 pesetas. Todos los gastos
eran inalterables.
También dejó a varios familiares el
usufructo de varias tierras y casas en Selaya y Úbeda. Con el tiempo todos
estos bienes se vendieron para capital fundacional que debía de estar en
láminas intransferibles en el Banco de España en Madrid, esta fue la voluntad
del fundador. El capital fundacional era de 193.500 pesetas y esto producía un
líquido anual de 2.981 pesetas, pero el fundador no prevé el avance de la vida
y con ello la pérdida de capacidad adquisitiva de la moneda.
Al pasar los años fueron establecidas dos
escuelas nacionales en Selaya, una de niños y otra de niñas, con lo cual la
enseñanza a cargo de la Fundación quedó suficientemente atendida, incluso con
el mismo profesorado.
Al no tener capital suficiente, se
solicita modificar la Fundación y con las rentas de la misma, se dota una
Congregación de Religiosas obligada a dar instrucción complementaria y
secundaria gratuita a las jóvenes de esta villa, se autoriza el 11 de febrero
de 1950, y el 1 de septiembre de 1955 se reúnen la Reverenda Madre Superiora
General de las Hijas de los Dolores de María Inmaculada y el secretario de la
junta provincial de Beneficencia en representación del Patronato, se
comprometen a que la mencionada orden cumpla todas y cada una de las
condiciones exigidas y el Patronato hará entrega a la congregación del 75% de las rentas
fundacionales y de la casa fundacional para colegio.