FERIAS DE AÑO EN SARO Y LA ABADILLA DE CAYÓN
La feria de Las Candelas en Saro era muy
concurrida, se dice que su especialidad fueron los toros. La mayoría bajaban
desde Carcaval, Merilla y San Roque de Riomiera. Eran conducidos por los
pasiegos con la precaución que estas bestias requerían pues tal parecían toros
bravos de lidia.
Nos cuenta EL DIARIO MONTAÑÉS en su
publicación del 8 de marzo de 1917 que media docena de pasiegos daban la
guardia de honor con sus palancos o velas y al encontrarse gente en el camino
gritaba el dueño del animal: “¡Quitaos day, quil jato está vistoso” ya que el
animal estaba receloso por venir de sitio solitario de lugar “solido” como
explicaban los dueños de los sementales!
Los becerros eran holandeses y suizos,
grandes moles de carne de bonita pintura y estampa, pero carecen para la
engarra, agilidad de pies, potencia de testuz y sangre fina de pasiegos y
tudancos. No obstante, eran numerosas las peleas entre los toros y muchos los
curiosos que las presenciaban.
José María Ortiz nos cuenta en su artículo
que estos toros eran hijos de aquellas buenas mozas que valían mil pesetas para
arriba y que bebían muchos litros de suero que producen sus aparatosas madres,
pero que los del país toman poca leche, eso sí, ¡pero manteca líquida, nata
pura!
La feria de Las Candelas con el tiempo fue
viniendo a menos hasta desaparecer por completo. En sus primeras andaduras se
contaba por semanas, luego por días y después desapareció.
Otras ferias de año de gran importancia en
la comarca del Pisueña fueron las de La Abadilla de Cayón. Tenemos conocimiento
de un decreto del año 1853 que dice: “El Ayuntamiento de Santa María de Cayón
de acuerdo con el Sr. Gobernador, ha acordado establecer un mercado y dos
ferias, verificándose aquel el sábado de cada semana y estas los días 17 y 18
de enero y la segunda el 19 y 20 de marzo de cada año, teniendo uno y otro
lugar en el pueblo de La Abadilla y sitio de San Antonio. Dado en 14 de
diciembre de 1853. El alcalde Manuel de la Rosa. (B.O. nº21 año de 1853)”.
Estas ferias y mercados se realizaban alrededor de la ermita de San Antonio
Abad.
En 1905 se trasladan dichos mercados y
ferias al barrio de Sarón siendo alcalde D. Gregorio Ruiz, vecino de La
Abadilla. Se harán estos mercados de ganados en lo sucesivo con carácter
mensual en el Cagigal del Campo de la Sierra. Celebrándose por primera vez el
11 de abril de 1905.
Durante los años que se celebró en San
Antonio fue una fiesta muy entrañable para los vecinos, en particular la de San
Antón, pues al ser el patrón de los animales se oficiaba una misa en la que
estos eran bendecidos, acudían todo tipo de animales domésticos, perros, gatos,
gallinas, conejos, asnos, cerdos…
Mientras tenía lugar la bendición de los
animales y posteriormente la misa mayor, la feria había comenzado a primeras
horas de la mañana y allí se daban cita los ganaderos de la comarca.