Este rincón ha sido creado para recopilar todos mis escritos. Tener un lugar donde disfrutar y compartir mis visiones de la vida, en cada momento, mis alegrías, tristezas, ilusiones, tantas cosas que suceden en nuestras vidas y alrededor de ellas y que muchas veces pasan totalmente desapercibidas. Es para mí una satisfacción contar con este rincón, donde poco a poco iré compartiendo mis poesías, cuentos, y otros escritos.
miércoles, 28 de diciembre de 2016
martes, 20 de diciembre de 2016
jueves, 13 de octubre de 2016
"EN EL PARAÍSO DE LAS HADAS"
En el paraíso
donde habitan las hadas
hay árboles de inmensos brazos
que por la noche se vuelven hombres
con cara de madera.
Dialogan con los elfos
que habitan en las cuevas
y las hermosas mujeres
que susurran al compás
de las fuentes y cascadas.
En las noches de luna llena
se bañan en las cristalinas
aguas de los ríos.
Se duchan en las caídas
de las preciosas cascadas
que forman hermosos
cortinajes transparentes.
Tras estas cortinas
de puras aguas
las anjanas se peinan
con sus peines
de raíces de plata.
Gilda Ruiloba.
miércoles, 12 de octubre de 2016
"LA SEÑORA DEL CASTILLO"
Desde mi ventana
contemplo el exterior.
Diviso los hermosos
remates de piedra,
dibujando figuras caprichosas
en la vieja Catedral .
Al fondo, las murallas
que rodean y protegen la villa.
Sentada en los bancos
laterales de sillería,
junto a la ventana,
contemplo ensimismada
el atardecer sobre la ciudad.
Las nubes van tomando
un color rojizo
mezclado con el azulado
del cielo.
Las viejas piedras de sillería
en sus colores rojizos,
de piedra caleña sangrante,
son testigos mudos
del paso de los años.
Me invade la melancolía
al recordar tu partida
montado en tu corcel
de guerra negro.
Al pasar junto a mi ventana,
te detuviste.
Y me regalaste una sonrisa.
Te vi partir, con lágrimas
en los ojos.
Tuve una sensación extraña.
Te seguí con la mirada.
Tú cabalgabas erguido
en tu corcel negro.
Ibas desafiante, seguro.
Deseoso de llegar
al campo de batalla.
Yo te observaba.
Presagiando malos augurios.
Pasaban los días
y tú no volvías.
Mi corazón estaba casi agónico.
Rodeado de un silencio sepulcral.
La melancolía me invadía.
Desde mi ventana
observaba el ir y venir
de los transeúntes.
Los vendedores gritaban
ofreciendo sus mercancías.
Los mendigos sentados
con sus harapientas ropas
pedían caridad en las calles.
Y tú...No volvías.
Pasaron muchos días...
Y desde mi ventana
vi llegar diezmado
tu ejército.
Pero tú... No venías.
Gilda Ruiloba.
viernes, 23 de septiembre de 2016
"LA LLUVIA Y EL FUEGO
La lluvia nos sorprendió.
Y la misteriosa gruta
Y la misteriosa gruta
nos cobijó.
Los murciélagos asustados
revoloteaban en el aire,
sobre nuestras cabezas.
Yo estaba empapada
y asustada.
La lluvia caía
formando un sonido
que invitaba a la calma.
Recogimos unas ramas
y un gran fuego encendimos.
Mis mandíbulas castañeteaban
por el efecto del frío y el agua.
Junto al fuego nos refugiamos
buscando lugar tan preciado.
Sus llamas
fueron secando mis ropas mojadas.
Y dando calor a mi cuerpo.
El fuego transformó
lugar tan hostil
en acogedor y amigable.
Sentados frente al fuego.
Nos abrazamos.
Y soñamos...
Gilda Ruiloba.
miércoles, 21 de septiembre de 2016
" TE AMÉ"
Sobre el piano
me dejaste una rosa.
Roja como el carmesí.
Lentamente la recogí
y a mis labios la acerqué.
Posé en ella, un beso.
Con mis labios de carmín.
Acaricié y rocé
sus suaves pétalos.
Con el mimo
que tan delicada rosa
me inspiraba.
Sentí una emoción
intensa.
Y te amé.
Gilda Ruiloba.
"CLARO DE LUNA"
El sol se oculta
y da paso a la luna.
La luna
está llena.
Observo el cielo
y recuerdo aquella noche.
Juntos cogidos de la mano
paseábamos al claro de luna.
Entre las flores
del viejo almendro
Se filtraban
los rayos de la luna.
A nuestros oídos llegaban
las notas del viejo piano
Tocando la hermosa
Sonata de claro de luna.
La luna en su grandiosidad
se reflejaba en el agua.
Tornando las negras aguas
en la inmensa oscuridad
En tonos azules.
en la inmensa oscuridad
En tonos azules.
Fieles reflejos del cielo.
Con leves pinceladas de nubes grises.
El viejo piano seguía tocando
sus suaves melodías.
Tú sujetabas mi mano
en delicada armonía.
Gilda Ruiloba.
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