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"SABER QUE TE PIERDO"

( "CUANDO SABES QUE SE MUERE TU MEJOR AMIGA") 

Mira como se me pone 

la cara de pena

cuando te pienso.

Quererte como te quiero

y pensar que te pierdo.

Qué alegría y que pena
tenerte y saber que te pierdo.

Salgo a la calle y te pienso

y miro tus ojos y me pierdo.

Y finjo que todo es como siempre

cuando se que te pierdo.

Cuando se que todo 

es cuestión de tiempo.

Tengo clavos en el pecho

y en la sien un tormento.

Cuando pienso en ese

tú último aliento.

¡Ay! ¡Qué alegría y que pena!

alegría de tenerte

y pena de perderte.

Sólo con tu pensamiento

se me alivia este sufrimiento.

¡Ay qué pena!

quererte como te quiero

y saber que te pierdo.

Gilda Ruiloba.

"CUANDO YO ME MUERA"

Cuando yo me muera

No llores.

Piensa que fui muy feliz.

Mi vida estuvo llena

de amor

de felicidad.

Recibí todo el amor 

de aquéllos que me rodearon.

Mis padres...

¡Ay! mis padres...

Ellos fueron el regalo

más preciado 

que Dios me dio.

Mi familia...

Siempre me sentí

querida y arropada

por ellos.

Mis amigos...

Ellos fueron 

mis compañeros 

en el camino.

He sido muy afortunada.

He gozado y disfrutado

de grandes amigos.

Con quienes he compartido

grandes momentos.

Mis amores...

¡Ay! esos amores...

tan diferentes entre si

pero que tanto cariño

y amor me aportaron.

Cuando yo me muera

no llores por mi

porque yo fui

muy feliz.

Viví la vida
que quise vivir.

Amé la vida
y la vida me amó a mi. 

Fui libre.
Valoré y gocé
inmensamente 

mi libertad.

Viví mi vida 

como yo quise.

Fui muy feliz.

Traté de ser justa.

De luchar y levantarme 

en las adversidades

y las trampas que la vida 

me puso en el camino.

Luché por mi y por otros.

Cuando la injusticia

se empeñaba 

en arrasarlo todo.

Luché y vencí.

Porque la vida es eso

una lucha constante.

A la que hemos de dar

la cara no rehuirla.

Gilda Ruiloba.

"SIEMPRE TE QUERRÉ"

Este poema está basado en la mitología romana y griega, como homenaje a todas esas mujeres que perdieron a sus amados en la mar.

Te quiero siempre.

Siempre estás en mi mente.

Mi corazón se rebela

cuando piensa que ya no te tiene.

Cuando miro al horizonte

donde te vi partir por última vez.

Siento una rebeldía inusitada.

Mi mente se resiste a no volver a verte.

Y mi voz se alza en claro 

desafío a los dioses.

Fue Neptuno 

montado en sus caballos blancos.

Quien agitó las fuentes

y manantiales.

En su reino 

de las profundidades

Donde abundan  

los castillos dorados.

Y fue él, Poseidón

quien en su locura vengativa

Revolucionó los mares

causando tremendo desastre.

Ni las súplicas de su esposa Anfitrite

disuadieron a Poseidón

De tan severo castigo

a tu embarcación.

Y es hoy que yaces

en los fondos marinos

Entre los hermosos 

castillos dorados

Al cuidado de Anfitrite.

Dejando mi corazón mal herido.

Gilda Ruiloba.

"AROMA DE MUJER"

Este poema está dedicado a dos grandes mujeres que forman parte de mi vida, y de quien me siento enormemente orgullosa de tener como amigas Por su generosidad, bondad y altruismo.

"AROMA DE MUJER"

Aroma de mujer

que hueles a crema

y flor.

Aroma de mujer

que mas allá

del exterior

Está tu esencia interior

y esa si que huele 

a perfume suave.

Y es tu aroma de mujer

que impregna de bondad

todo cuanto te rodea.

Aroma de mujer

se refleja tu belleza interior

en cada gesto, en cada palabra.

Y ese si es el verdadero

aroma de mujer 

que todo lo impregna

con tu olor a crema y flor.

Gilda Ruiloba.

"EL VALOR DEL TIEMPO"

El tiempo nos enseña 

que la vida es breve.

Con el tiempo comprendemos

que hay que vivir el hoy

porque el mañana es incierto.

Con el tiempo aprendemos 

que los amigos verdaderos 

son necesarios pero muy escasos.

Con el tiempo comprendemos

que las humillaciones 

solo te llevan a la ruptura con el agresor.

Con el tiempo comprobamos

que la vida se toma su revancha.

Con el tiempo aprendemos 

que la vida es breve

y que hay que vivir el hoy.

Porque el mañana es incierto.

Con el tiempo comprobamos

que muchas cosas y objetos 

a los que antes dábamos gran valor

hoy no lo tienen.

Con el tiempo aprendemos

que la felicidad es disfrutar

de tantas pequeñas cosas que nos rodean.

Con el tiempo nos damos cuenta

que nuestras prioridades del ayer

ya no son las de hoy.

Gilda Ruiloba.

"TE AMO"

"TE AMO"

Me gustas cuando ríes

y estás cerca de mi.

Y estoy alegre.

Alegre de verte reír.

Y te amo.

Te amo de una manera

incondicional

irracional.

Este amor

que ha surgido  

asombrosamente

extrañamente.

Y te amo.

Te amo 

sin pensar.

Sin importar el por qué.

Sólo se que te amo.

Y todo me lleva a ti.
Y quisiera escribirte

los versos más hermosos.

Mi amor

en la oscuridad abro mis ojos

y te veo reir.
Y soy feliz.

Y te anhelo.

Y te espero.

Y te extraño.

Mi amor.

Se que sueñas conmigo

pero no dices nada.

Nunca soñé quererte así

Pero todo surgió de esta manera.

Imagino tu rostro,

tus manos, tu boca

y tengo necesidad de verte

urgencia de oírte.

Tengo ganas de encontrarte

porque tu siempre existes. 

Porque te amo

porque te busco

Porque te necesito...

Gilda Ruiloba.

"MONTE CERRACINO"

Monte Cerracino

al contemplarte

vienen a mi

imágenes de mi niñez.

Recuerdo aquella tarde

otoñal en que el viento

movía las hojas de los árboles

y el cielo estaba rojizo.

Los erizos de castañas

del viejo y querido castaño

caían al suelo abriéndose

y derramando sus frutos.

Estos se mezclaban
entre el verde césped
confundiéndose con las hojas
ya caídas en ocres colores.

Mi mirada ingenua e infantil
se posaba sobre el monte Cerracino
observando con la curiosidad
que solo la infancia dona.

El viento otoñal
mecía a su antojo los árboles
que mezclado con el rojizo cielo
creaba una sensación extraña.

Y era esa niña que con su inocencia
miraba al monte Cerracino.
Y en mi imaginación veía
un gran cortejo, un gran séquito.

Veía los árboles que en su movimiento
representaban la comitiva
de los tres Reyes Magos
bajando el monte de Cerracino.

Delante iban los tres Reyes
en sus majestuosos camellos
cargados de regalos.
Detrás toda la comitiva de pajes.

Y es hoy que observo
el monte Cerracino
y sigo viendo los Reyes Magos
y su colosal séquito.

Gilda Ruiloba.