miércoles, 3 de junio de 2020


            











  EL PESEBRE DE LOS POLÍTICOS
     Recuerdo que hace ya unos años, en época electoral, se presentó un miércoles en el Ferial de Torrelavega para hacer campaña, nada menos que el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez. Tras conversar y hacerse ver por nuestros ganaderos con esa sonrisa que le caracterizaba, dialogaba y se interesaba por todo cuanto veía. Su objetivo era como el de todos los políticos, arañar un puñado de votos entre los ganaderos allí presentes. La prensa y medios de comunicación se harían eco de esa visita. Tras las buenas palabras, saludos y sonrisas, el bueno de Suárez se acercó a una ganadera, curtida por el trabajo en el campo y tal vez un poco cansada de tantas promesas electorales por parte de todos los políticos, y ésta le espetó, eso sí, con una sonrisa: “No sé que tiene este pesebre que todos quieren entrar en él”.
     Han pasado muchos años desde ese día en el Ferial de Torrelavega, pero las cosas no han cambiado nada. Todos siguen queriendo comer en ese pesebre. Se pelean, se insultan, tratan de desgastarse unos a otros ante un pueblo hastiado de tanta desvergüenza. Los ciudadanos quieren vivir en paz, tener sus trabajos con los que llevar unos sueldos dignos que les permitan vivir sin sobresaltos, poder vivir tranquilos, compartir con su familia y amigos buenos momentos cuando esta pandemia nos de la libertad para hacerlo. No quieren ver broncas inútiles que a nada llevan, quieren soluciones a los muchos problemas existentes. La mayoría no conoció la guerra ni las dos Españas. Por desgracia quienes la conocieron ya han fallecido y muchos de ellos en esta maldita pandemia, una gran mayoría en esas residencias en las que se les confinó sin tener otra opción. Cerca de veinte mil muertos según los últimos estudios. Ellos se perdonaron e hicieron esta democracia fuerte que hemos disfrutado durante todos estos años, y parece que los políticos actuales se quieren cargar, viendo sus actitudes. España no es de ellos, es del pueblo, ni extrema derecha, ni extrema izquierda, ni partidos de centro. Como leía recientemente “No hay dos Españas, si no tres: La de los unos, la de los otros y la de los que estamos hasta los cojones de los unos y los otros”.
      Estos políticos, nuevos políticos, incapaces de hacer una política de altura en la que primen el trabajo, el bienestar, la seguridad y sobre todo la tranquilidad de los ciudadanos. Están llevando la situación a unos límites de crispación que de seguir así, van a poner en peligro nuestra tan deseada y posteriormente disfrutada democracia. Ninguno tiene la legitimidad de devolvernos a las dos Españas. Los españoles en su momento votamos la democracia, nos abrazamos a ella y hemos luchado con nuestro sudor, con nuestra actitud para hacer una España unida y próspera y no vamos a consentir a ningún mequetrefe, sea de la ideología que sea, que destruya la paz y la prosperidad que tanto nos ha costado conseguir.
                                                       Gilda Ruiloba.
                                                           

sábado, 23 de mayo de 2020






NOCHE MÁGICA 

Noche mágica
noche de Reyes
sueños rotos
ilusiones vivas.

Tras larga espera
por fin la noche soñada.
Padres que se vuelven niños
niños que admiran a sus padres.

Pero, y el mensajero real
¿Habrá él entregado 
la nota de mis sueños?
Paz, amor y amistad.





ROSA

Amiga,
bendigo tu bello nombre
igual al de la rosa.
Quien a la rosa se acerca
con su rica fragancia obsequia.

Más a ti me acerqué 
y por no ser menos 
que la rosa hermosa
obsequiarme quisiste
con tu amistad.

Más la rosa 
rica en inigualable belleza,
espinas tiene para su defensa.
De ahí el dicho;
De la rosa, las espinas.

Pero comprenderse debe
que es autodefensa.
Y en ti Rosa
hallé mi mejor amiga.
Mezcla de tus fragancias y espinas.



jueves, 21 de mayo de 2020












     HAY SIETE CLASES DE ESPAÑOLES

     Como muy bien dijo el novelista vasco Pío Baroja: En España hay siete clases de españoles…si, como los siete pecados capitales. A saber: Los que no saben; Los que no quieren saber; Los que odian el saber; Los que sufren por no saber; Los que aparentan que saben; Los que triunfan sin saber y los que viven gracias a que los demás no saben.
     Estos últimos se llaman a si mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”.
     Recientemente y con la crisis del coronavirus hemos podido observar que ciertamente hay estos siete tipos de españoles. Los que no saben y se dejan guiar por los consejos de los entendidos en la materia y procuran seguir las normas a rajatabla. Los que no quieren saber y a pesar de que saben que hay cosas que no pueden hacer las incumplen deliberadamente. Los que odian el saber porque son más papistas que el papa. Los que sufren por no saber, estos temen no hacer bien las cosas y llegan a frustrarse. Los que aparentan saberlo todo y en realidad no saben nada. Los que triunfan sin saber y tratan de convencer a los demás.
      Y por último, están los que viven gracias a que los demás no saben, y aquí se encuentran nuestros políticos, unos nos dicen que tenemos que seguir con el confinamiento porque no podemos contagiarnos, y nos van liberando poco a poco, con medidas estrictas, del aislamiento. Otros por el contrario nos indican que el confinamiento ya no da más de sí, que tenemos que volver a la calle y a nuestros trabajos porque la economía se hunde y con ella nuestro país. Aquí la mayoría de las clases de españoles anteriormente expuestas, se hacen un cacao mental. ¿Salimos o nos quedamos en casa? Porque claro, si nuestros políticos que son los encargados de decidir en los asuntos trascendentales, como los que nos ocupan en estos momentos, no se ponen de acuerdo ¿qué hacemos? ¿salimos o no salimos? Hasta ahora los estudios de seroprevalencia están muy lejos de llegar al sesenta o setenta por ciento, para conseguir la inmunidad de rebaño tan deseada. Y la media en España ronda el cinco por ciento y en Cantabria el tres con dos por ciento. Desde las últimas leyes que relajan las salidas de los niños ya se han dado varios casos de enfermedades relacionadas con el coronavirus. En Estados Unidos el repunte de esta enfermedad ha crecido y los casos de muertes en menores está aumentando. El Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico o PMIS (siglas en inglés) manifiestan síntomas parecidos al síndrome del shock tóxico o la enfermedad de Kawasaki que causan inflamaciones muy severas en las arterias coronarias. Sus síntomas son: fiebre muy alta, dolor abdominal y presión sanguínea baja.
     Ahora ha empezado la desescalada de los adultos que por cierto, la mayoría no está siguiendo las normas y hacen lo que les viene en gana, con lo cual comenzarán los repuntes e ingresos en los hospitales.
     Nuestros políticos siguen en su tira y afloja, unos quieren seguir con el confinamiento más relajado y otros por el contrario van a votar que no. Los españoles estamos confundidos, unos dicen que lo primero es salvar las vidas y otros la economía. Ellos en momentos tan difíciles son incapaces de ponerse de acuerdo y unirse por el bien de los ciudadanos. Cada semana las diferencias son mayores y nosotros, esas seis clases de españoles, según Pío Baroja, porque dejo fuera a la clase séptima, no sabemos qué hacer y a quien prestar mayor atención. En fin, creo que lo que no sabemos en realidad, es lo que vamos a hacer con todos estos políticos, que por cierto, cada día son más, la economía se ha resentido, pero ellos lejos de recortar tanto en personal como en sueldos, ahí siguen, creciendo en número y aumentando sus retribuciones. Este parece el país de Jauja.
                                                                      Gilda Ruiloba

    
 
    
    
    

miércoles, 20 de mayo de 2020


















           EL CLAMOR DE LA DESESPERACIÓN
     Recientemente leía una nota desgarradora, llena de desesperación ante la pérdida total de la esperanza, de la confianza en las instituciones y en el gobierno al que había votado con gran ilusión, esperando cambios y mejoras para los trabajadores. Una devolución de los derechos perdidos con la reforma laboral del 2012, algo que prometieron por activa y pasiva, según su carta.
     Pero cuando la pobreza entra por la puerta, la seguridad y la confianza salen por la ventana.
     En esta desgarradora misiva se decía que llevaba en un ERTE desde hace dos meses, cuando comenzó la crisis del coronavirus en España y aún no había cobrado nada. No es un caso aislado ya que aproximadamente 900.000 trabajadores se encuentran en la misma situación. Los gastos siguen viniendo cada mes, hipoteca, agua, luz, teléfono, gastos de escalera, comida, medicinas y recibos varios, relacionados con los vehículos y la vivienda, cada mes llegan los gastos a una cuenta sin fondos, con lo que se generan nuevas deudas, esta vez bancarias. La desesperanza y el nerviosismo ante la incertidumbre, la llevaban a una situación de depresión y desesperación. Todo había cambiado de un día para otro, de tener un trabajo fijo, estable, aunque no demasiado bien remunerado, pues por desgracia los sueldos de los trabajadores en España son los que son, después de la tan famosa, así como odiada reforma laboral, en la que tener una jornada de ocho horas es utopía, apenas los más antiguos gozan de este privilegio, pero también ellos son despedidos allá cuando rondan los 52 años. Y así esta España nuestra en la que los jóvenes no encuentran trabajo, y si lo consiguen, es totalmente precario, de cuatro o seis horas en el mejor de los casos.  Y ahora todo esto se ha juntado con la crisis de la COVID-19 y por si fuera poco la mayoría de los trabajadores se han visto dentro de un ERTE en el que un alto porcentaje no ha cobrado. Día a día, vemos aumentar las colas de la pobreza, que esperemos sean temporales, como los ERTES. El nerviosismo reflejado en esta nota era muy grande, un no saber que hacer ante la impotencia de no poder hacer nada. En Cantabria ya hay que ir a pasar la ITV, hay que comprar obligatoriamente las mascarillas que durante el mayor pico del coronavirus no eran necesarias, pero que ahora te sancionarán si no las llevas. Y así los gastos siguen creciendo, las ITV se juntarán unas con otras, pues en la tarjeta seguirán respetándose la fecha inicial, la que correspondía antes de la pandemia, no importa que el vehículo haya pasado la revisión más tarde, por obligación, y por este motivo no llegará a la fecha reglamentaria, lo importante, es pasar por caja. Y así los gastos crecen y crecen, ante unas cuentas vaciadas. En el mejor de los casos, muchos trabajadores pasada esta crisis, volverán a sus puestos, harán malabarismo y seguirán sus vidas. Pero por desgracia, muchos se quedarán sin sus trabajos y sus voces desgarradoras tratarán de ser oídas allá donde debieran ser escuchadas.
                                             Gilda Ruiloba.


  







                  
ELEGÍA A GEMA REBOLLEDO


GEMA REBOLLEDO

La estrella que regresó a su cielo
Y en la tierra brilló con luz propia
Amó, soñó, vivió y luchó.

Con tus ojos verdes
Como el peridoto de Cachemira
Gema noble como tú.

Que en sus reflejos amarillos
Y dorados
Acarició plenos de dulzura

Con sus rasgos de humanidad
Destellos de afabilidad
Y llenos de bondad.

Y con tus abrazos nos envolvías
Parando el tiempo, sin prisas
Haciéndonos sentir tu calidez.

Gema, rapsoda inigualable
Aedo que como en la antigua Grecia
Gustabas recitar tus propios poemas.

Y es entre estos viejos muros
De la Casa del Patriarca
Donde tanto disfrutaste

Donde nos hiciste volar, soñar
Con tus bellos poemas
Salidos de tu más profundo yo

Y es aquí, en tu Casa del Patriarca,
En nuestra Casa del Patriarca,
Donde sentimos tu presencia

Pues somos conscientes
Que es aquí,
Donde deseabas estar hoy.

Gema, amiga, compañera,
Nos dejaste una lección de vida
Antes de partir a tu cielo de estrellas.

Quisiera traerte de vuelta
Arrancarte de tu cielo de estrellas
Que aún hay mucho por escribir, compañera.

Que queda mucho por recitar, compañera
Compañera del alma,
Mi rapsoda querida.
                                   Gilda Ruiloba.





lunes, 11 de mayo de 2020


    






                   
Todo tiene un precio

     Los españoles en nuestro confinamiento seguimos con gran atención las últimas noticias sobre la pandemia que nos asola. Asistimos atónitos a las reuniones en el Congreso de los Diputados cada vez más crispadas. La primera vez que se declaró el estado de alarma en España por COVID-19 fue el 14 de marzo tras los numerosos casos de afectados. Se declaró la emergencia sanitaria comenzando así la cuarentena. El 25 de marzo fue la primera ampliación y se aprobó por unanimidad. El 9 de abril sus señorías aprobaron la segunda prórroga, pero aquí ya comenzaron las divisiones, y se sumaron los primeros votos en contra de VOX y la CUP y las abstenciones de ERC, EH Bildu y JxCat. El 22 de abril tuvo lugar la tercera ampliación en un ambiente de gran convulsión y la división del hemiciclo pese a la gran gravedad que estaba teniendo en esos momentos la pandemia. La votación contó con 60 votos en contra. El seis de mayo ha sido la cuarta prórroga y sus señorías no iban a modificar su conducta, faltaría más. Tras muchos encuentros y desencuentros, la nueva moratoria se salda con 75 votos en contra y 97 abstenciones.
     Esta aprobación no es gratuita, pues como podemos observar a mayor tiempo, mayor tensión entre nuestros representantes. Pedro Sánchez tiene que pagar un precio por otra prórroga y así llegar a un acuerdo con Ciudadanos y PNV. El precio a pagar será una cogobernanza, elecciones vascas y luto nacional. Las comunidades autónomas exigen a Pedro Sánchez más poder frente a la desescalada y así se lo hacen saber los presidentes de País Vasco, Cataluña y Galicia quienes le advierten que si no les da más poder no aceptarán más prórrogas. Con lo que al consejo de ministros no le ha quedado más remedio que hacer partícipes a las autonomías, aunque su gobierno tendrá la última palabra. El común denominador de todos los partidos de la oposición, así como los presidentes autonómicos, desde el comienzo de la crisis sanitaria, han sido las quejas por la falta de diálogo. No le perdonan al gobierno que se tengan que enterar por la prensa de las decisiones que se toman. Algo que sin duda cambiará tras el acuerdo alcanzado con Ciudadanos de reunirse cada 15 días con motivo de revisar la desescalada. Otro trato con Inés Arrimadas es que los ERTES y ayudas no estén vinculados al estado de alarma.
     Las elecciones vascas han sido también otro reclamo del PNV a cambio de un voto favorable. El lehendakari Iñigo Urcullu tenía como objetivo celebrarlas en julio ya que por motivos de la pandemia tuvieron que ser suspendidas el pasado 5 de abril. La cercanía de la fecha deseada no convencía al ministro de Sanidad Salvador Illa, quien la consideraba precipitada, debido a como se está desarrollando la enfermedad. Pero se da por hecho que las elecciones en el País Vasco tendrán lugar antes de que se levante el estado de alarma.
     Otra de las exigencias por parte de Ciudadanos y PP, así como por un amplio sector de la oposición, es el luto nacional, algo a lo que Sánchez se ha comprometido, pues estaba dentro de sus planes hacerlo en la parte final de la crisis dando así homenaje a todos los fallecidos por COVID-19. Por otro lado, al gobierno le conviene retrasar esta fecha para suavizar en lo posible la desgracia y sufrimiento de las consecuencias de la pandemia e ir dando prioridad a la positividad del avance de la mejoría.
     Y estos son en rasgos generales los puntos alcanzados entre el gobierno y la oposición para obtener los votos necesarios para la nueva prórroga. Todo tiene un precio, no importa si las medidas benefician o no a la salud de los ciudadanos, de lo que se trata es de conseguir los intereses de los partidos, como siempre. Ojalá que dentro de este coste, se incluyan también la relajación y la calma de sus señorías porque los sufridos ciudadanos ya tenemos suficiente con lo que nos ha caído y lo que falta por venir, para además tener que soportar el bochornoso espectáculo que esos políticos a los que hemos elegido y estamos pagando con nuestros impuestos nos tienen acostumbrados. Ellos siguen cobrando lo mismo, acudan a sus trabajos o no. Así que les pedimos por favor que dejen la crispación porque quien tiene paz, trasmite paz y quien se irrita transmite cabreo y los españoles necesitamos paz y tranquilidad. Creo que nos lo deben.
                                                           Gilda Ruiloba