miércoles, 9 de abril de 2025







AYER ESTUVE EN NUESTRA ISLA

 

Ayer estuve en nuestra isla,

la mar estaba bella,

el cielo azul,

y tú no estabas.

 

Las gaviotas surcaban el cielo

sobre la mar bella,

con su vaivén de alas, giraban,

y graznaban al grito unísono.

 

Tal vez se percataban de tu ausencia,

viendo mi tristeza

al contemplar su vuelo

que en otros tiempos fue anhelo.

 

Nuestra isla

ya no es la misma sin ti.

Su verdor de antaño

se ha convertido en vegetación xerófila.

 

 

Me senté en nuestro banco,

ese que siempre decías

que la naturaleza

había esculpido para mí.

 

Allí permanecí inmóvil,

durante horas,

contemplando el hermoso paisaje

que ante mí se ofrecía etéreo, puro.

 

Un pequeño velero

surcaba las aguas azules,

imaginé a una joven pareja enamorada

compartiendo momentos sublimes.

 

Sin ti,

nuestra isla ya no es la misma,

sigue siendo hermosa, agreste,

pero la falta de tu vitalidad la hace anhedonia.

 

 

 

 

Un gran buque de carga

apareció en el horizonte,

surcaba las aguas

en dirección al puerto.

 

Comenzaba el ocaso del sol.

La melancolía me envolvía.

De pronto,

me pareció oír tu voz.

 

Tu silueta se dibujaba

entre los rayos de un sol en retirada.

Tu sonrisa se apoderó de mí,

 

Y extendiendo tus manos 

me ayudaste a levantarme

de nuestro banco.

 

Sigue tu camino,

vive tu vida,

no estés triste,

me susurraste.

 

Sentí un cálido beso

en mi rostro

y mi interior se llenó de paz.

Tu halo de luz permanece en mí.

 

Gilda Ruiloba.

 

 


lunes, 31 de marzo de 2025

 

                                                  


PRINCESA GUERRERA
Princesa guerrera,
luchaste sin perder las fuerzas,
ni la ilusión,
hasta tu último aliento.
Cual amazona cabalgaste al galope,
segura de triunfar,
con tu espada en alto,
luchaste.
Trataste de cortar la cabeza
al enemigo,
y salir airosa de tan tremendo mal.
Princesa guerrera.
Valiente entre las valientes,
galopaste en tu corcel blanco
con la espada en alto
dando rienda suelta a tu grandeza.
Princesa guerrera,
nunca te rendiste,
aunque tus adversarios
te daban por muerta.
Princesa bella,
cabalgaste por los verdes campos
de tu agonía,
sin bajar la espada.
Con la cabeza erguida,
sin bajar la guardia,
princesa bella,
hermosa y valiente.
Princesa guerrera,
hasta el último aliento
luchaste con fuerza,
tu empeño nunca cesó.
La derrota nunca estuvo
en tu mente,
princesa valiente,
tu lucha fue heroica.
Luchaste con fuerza,
dando ejemplo de fortaleza
a todos cuantos te contemplaron
en esa tu lucha.
Con feroz entrega,
siempre con tu espada en alto,
no diste tregua al enemigo,
montada en tu corcel blanco.
Con la cabeza erguida,
la espalda recta,
y con paso firme,
luchaste hasta tu agonía.
Princesa valiente,
en la tierra de las amazonas,
tú serás la reina,
porque nadie luchó con tanta fuerza.
Luchaste porque creíste
y deseaste con ardiente esperanza,
con la ilusión de vencer al cruel enemigo
que se empeñó en llevarte consigo.
Eras demasiado hermosa
para permanecer en la tierra
y el dios de las tinieblas
Necesitaba tu luz.
Una luz que diese un poco de cordura
a sus oscuros y vastos dominios.
princesa guerrera,
dejaste un halo de luz en tu camino.
Gilda Ruiloba.

domingo, 2 de marzo de 2025

 




                                                    MANUEL IBERIA



TROVADOR DE SUEÑOS

 

Trovador de sueños,

que a lo largo de tu vida

has llevado por todos los rincones

de la faz de la tierra tus melodías.

 

Han nacido en tu interior,

emergiendo de esas vivencias

que a lo largo de tu existencia

has ido acumulando en el alma.

 

Trovador de sueños,

nostalgias, anhelos,

has hecho del dolor,

bondad.

 

Del sufrimiento,

esperanza y alegría.

Que has repartido

a todos cuantos te rodean.

 

Trovador de esperanzas,

tú has sabido llenar tus vacíos

con tu guitarra

a quien has hecho hablar.

 

Nos ha hablado de tus viajes,

de tus soledades,

de tus triunfos,

de tus grandezas.

 

Trovador de sueños,

cuan juglar en la Edad Media

has recorrido el mundo,

llevando alegría y esperanza.

 

Cosechando admiración,

respeto, empatía,

te has ganado un lugar

entre las estrellas.

 

Trovador de sueños,

eres muy grande,

pero tu sencillez

lo quiere esconder.

 

Más nunca un dedo

pudo tapar el sol,

y eso sucede contigo,

trovador de sueños.

 

Eres muy grande,

y todo el mundo lo sabe,

maestro de la guitarra,

maestro del cante.

 

Manuel Irurozqui,

Manuel Iberia

para tus amigos,

para tu público.

 

Gilda Ruiloba.

 

 

 

 

 


lunes, 17 de febrero de 2025

 






                                                         OBITUARIO

APIA SÁNCHEZ DE MIRANDA

   El pasado 30 de enero una de mis amigas se puso en contacto conmigo para comunicarme que Apia Sánchez de Miranda había fallecido en Roma, ciudad donde residía.

   Tengo que reconocer que me entristeció mucho, al mismo tiempo que me sorprendió, pues hacía solo unos días que había estado hablando con unos amigos escritores sobre ella, si bien es cierto que ya en nuestra conversación expresé mi preocupación, pues hacía meses que no tenía noticias suyas.

   Conocí a Pía el ocho de septiembre de mil novecientos ochenta y seis en el Palacio de la Magdalena en Santander, en la presentación de su libro de poesía “La Puerta Mágica”. Allí acudí junto con la poeta por excelencia del Valle de Cayón, María Saro Alonso con quien me unía una gran amistad.

   Estas dos escritoras son dignas de mi admiración, pues en tiempos que no fueron nada fáciles para las mujeres, brillaron con luz propia, lucharon por aquello en lo que creían y les hacía felices, como eran las letras, las dos fueron grandes poetas, muy reconocidas y que incluso triunfaron en su tierra, algo que no suele ser muy habitual.

   Serapia Sánchez de Miranda nació en la localidad de Penagos en 1924 y en su juventud se trasladó a Roma donde residía su hermana María, también artista, pero en el mundo de la música. A Italia se trasladó llena de sueños y esperanzas con el deseo de triunfar y labrarse un buen porvenir.

   En Roma conoció a su esposo, un empresario que sucumbió a su belleza y es en esta ciudad donde fija su residencia.

   Se cultivó en el mundo de las letras y varias fueron las obras escritas por ella. Triunfa en este arte y son importantes los premios que recibe. Por su primer volumen “Finestra sul Orizonte” ya premiado en Roma, el Ateneo de Santander le otorga la Placa acreditativa como “Personalidad Montañesa” del año 1978. Recibe además en Roma el Premio de la Presidencia del Consejo de Ministros por su colaboración en la Cultura.

     Varias son las obras en poesía y prosa de la autora entre las que podemos encontrar en la primera: Finestra sull´orizzonte, Genuflexión, La Puerta Mágica, Senderos de Amor, El manantial de los Pájaros.

     En narrativa: Más allá del Bosque encantado, Surcando las Rutas del Misterio, El Amor vence la Muerte, Vida de un Amor santificante.

     Cuando la conocí quedé gratamente sorprendida, era una señora de gran belleza y simpatía. Recuerdo que me regaló un ejemplar dedicado que siempre he guardado con mucho cariño.

     Pasaron muchos años sin saber nada de ella, y fue hace tres que un amigo escritor me invitó a hacer un vídeo para subirlo en YouTube hablando sobre el libro que estaba leyendo en aquellos momentos, justo entonces tenía entre mis lecturas sus poemas, concretamente, “La Puerta Mágica” y quise hablar de este poemario porque me gusta mucho, y porque estaba escrito por ella, vecina de Penagos y una autora a la que he admirado. Siempre he sido sabedora de que era una enamorada de Cantabria y muchas de sus obras están dedicadas a esta maravillosa tierra.

   Por aquel tiempo yo escribía en El Diario Montañés en el suplemento que iba por Cayón, Trasmiera y Penagos en la página de Historias e Imágenes y creí conveniente rendirle un homenaje y hablar sobre su vida y obra. Fue justo este acto el que pasados 28 años me acercó nuevamente a Apia.

   Un mes después de escribir sobre la insigne escritora en el periódico, unas señoras amigas suyas vinieron a mi casa para darme las gracias en su nombre y preguntarme si podía escribirme. Como es natural me quedé muy sorprendida y les dije que para mí era un honor mantener correspondencia con ella.

   Pasó muy poco tiempo cuando una mañana al ir a recoger el correo me encontré una carta que venía nada más y nada menos que de Roma, y su remitente era Apia Sánchez de Miranda, con gran nerviosismo la abrí y pude observar que sobre un folio blanco había impresa una letra hermosa y pulcra, una carta de las de antes, escrita a mano. Con mucha inquietud comencé a leer. Era una preciosa misiva de agradecimiento, escrita por una gran poeta, toda ella era poesía. A raíz de ese día mantuvimos correspondencia periódicamente.

   Apia venía todos los veranos, antes de la pandemia de la COVID 19 a Santander y se hospedaba en el mismo Hotel y misma habitación mirando al mar, en su amada Cantabria.   

     Soñaba con volver y estas fueron las últimas palabras con que se despidió de mí. “No pierdo la esperanza de poder volver a verte, en persona y poderte dar un abrazo de estima y cariño. ¡Siempre, siempre!”

    No pudo ser posible mi querida amiga, pero estoy segura de que allá donde estás recibirás estas letras de admiración y cariño de tu egregia escritora, como me llamabas.

   Vuela alto querida Pía, la tierra ha perdido una gran poeta, pero el cielo ha ganado una insigne escritora que les hablará de los ríos, árboles, pájaros, flores y hermosos campos que hay en su Cantabria.

 “En aquel prado inmenso cuajado de vergeles, /De mil colores eran las flores entre el verde, /Ameno paraíso de árboles y ríos, /¡Poemas de aquella ave que tu soñaste un día!” (De su poema Madrigal)

 

Gilda Ruiloba. Escritora.