OBITUARIO
APIA SÁNCHEZ DE MIRANDA
El pasado 30 de enero una de mis
amigas se puso en contacto conmigo para comunicarme que Apia Sánchez de Miranda
había fallecido en Roma, ciudad donde residía.
Tengo que reconocer que me
entristeció mucho, al mismo tiempo que me sorprendió, pues hacía solo unos días
que había estado hablando con unos amigos escritores sobre ella, si bien es
cierto que ya en nuestra conversación expresé mi preocupación, pues hacía meses
que no tenía noticias suyas.
Conocí a Pía el ocho de septiembre
de mil novecientos ochenta y seis en el Palacio de la Magdalena en Santander, en
la presentación de su libro de poesía “La Puerta Mágica”. Allí acudí junto con la
poeta por excelencia del Valle de Cayón, María Saro Alonso con quien me unía
una gran amistad.
Estas dos escritoras son dignas de
mi admiración, pues en tiempos que no fueron nada fáciles para las mujeres,
brillaron con luz propia, lucharon por aquello en lo que creían y les hacía
felices, como eran las letras, las dos fueron grandes poetas, muy reconocidas y
que incluso triunfaron en su tierra, algo que no suele ser muy habitual.
Serapia Sánchez de Miranda nació
en la localidad de Penagos en 1924 y en su juventud se trasladó a Roma donde
residía su hermana María, también artista, pero en el mundo de la música. A
Italia se trasladó llena de sueños y esperanzas con el deseo de triunfar y
labrarse un buen porvenir.
En Roma conoció a su esposo, un
empresario que sucumbió a su belleza y es en esta ciudad donde fija su
residencia.
Se
cultivó en el mundo de las letras y varias fueron las obras escritas por ella.
Triunfa en este arte y son importantes los premios que recibe. Por su primer
volumen “Finestra sul Orizonte” ya premiado en Roma, el Ateneo de Santander le
otorga la Placa acreditativa como “Personalidad Montañesa” del año 1978. Recibe
además en Roma el Premio de la Presidencia del Consejo de Ministros por su colaboración
en la Cultura.
Varias son
las obras en poesía y prosa de la autora entre las que podemos encontrar en la
primera: Finestra sull´orizzonte, Genuflexión, La Puerta Mágica, Senderos de
Amor, El manantial de los Pájaros.
En
narrativa: Más allá del Bosque encantado, Surcando las Rutas del Misterio, El
Amor vence la Muerte, Vida de un Amor santificante.
Cuando la
conocí quedé gratamente sorprendida, era una señora de gran belleza y simpatía.
Recuerdo que me regaló un ejemplar dedicado que siempre he guardado con mucho
cariño.
Pasaron muchos años sin saber nada de ella, y fue hace tres que un amigo
escritor me invitó a hacer un vídeo para subirlo en YouTube hablando sobre el
libro que estaba leyendo en aquellos momentos, justo entonces tenía entre mis
lecturas sus poemas, concretamente, “La Puerta Mágica” y quise hablar de este
poemario porque me gusta mucho, y porque estaba escrito por ella, vecina de
Penagos y una autora a la que he admirado. Siempre he sido sabedora de que era
una enamorada de Cantabria y muchas de sus obras están dedicadas a esta
maravillosa tierra.
Por
aquel tiempo yo escribía en El Diario Montañés en el suplemento que iba por
Cayón, Trasmiera y Penagos en la página de Historias e Imágenes y creí
conveniente rendirle un homenaje y hablar sobre su vida y obra. Fue justo este
acto el que pasados 28 años me acercó nuevamente a Apia.
Un
mes después de escribir sobre la insigne escritora en el periódico, unas
señoras amigas suyas vinieron a mi casa para darme las gracias en su nombre y
preguntarme si podía escribirme. Como es natural me quedé muy sorprendida y les
dije que para mí era un honor mantener correspondencia con ella.
Pasó
muy poco tiempo cuando una mañana al ir a recoger el correo me encontré una
carta que venía nada más y nada menos que de Roma, y su remitente era Apia
Sánchez de Miranda, con gran nerviosismo la abrí y pude observar que sobre un
folio blanco había impresa una letra hermosa y pulcra, una carta de las de
antes, escrita a mano. Con mucha inquietud comencé a leer. Era una preciosa misiva
de agradecimiento, escrita por una gran poeta, toda ella era poesía. A raíz de
ese día mantuvimos correspondencia periódicamente.
Apia
venía todos los veranos, antes de la pandemia de la COVID 19 a Santander y se
hospedaba en el mismo Hotel y misma habitación mirando al mar, en su amada
Cantabria.
Soñaba con volver y estas fueron las últimas palabras con que se
despidió de mí. “No pierdo la esperanza de poder volver a verte, en persona y
poderte dar un abrazo de estima y cariño. ¡Siempre, siempre!”
No
pudo ser posible mi querida amiga, pero estoy segura de que allá donde estás
recibirás estas letras de admiración y cariño de tu egregia escritora, como me
llamabas.
Vuela
alto querida Pía, la tierra ha perdido una gran poeta, pero el cielo ha ganado
una insigne escritora que les hablará de los ríos, árboles, pájaros, flores y
hermosos campos que hay en su Cantabria.
“En
aquel prado inmenso cuajado de vergeles, /De mil colores eran las flores entre
el verde, /Ameno paraíso de árboles y ríos, /¡Poemas de aquella ave que tu
soñaste un día!” (De su poema Madrigal)
Gilda Ruiloba. Escritora.