domingo, 31 de octubre de 2021

 






El ECO DE CARRIEDO, PERIODISMO CERCANO

     No hace mucho tiempo, acompañé a una amiga invidente a un médico especialista en Valdecilla. Me llamó mucho la atención que al hacerle una serie de preguntas, entre otras muchas cosas, le preguntó si estaba al día de las noticias y la actualidad del país y del mundo. Ella le respondió que sí, que escuchaba la radio todos los días, y le gustaba oír las noticias en la televisión. -Es muy importante, le dijo, que no pierdas el contacto con las cosas que pasan. Es muy conveniente también, que si tienes a alguien que te lea la prensa, lo haga. Muchas veces en los periódicos se pueden encontrar los pequeños detalles de una comunidad o un pueblo.

     Esto me hizo reflexionar, sobre la importancia que tiene el oficio de comunicador, y el periódico, en concreto, para nuestra vida cotidiana.

     Como muy bien dijo Albany Suda y Pres: “El periódico es la mejor y más valiosa biblioteca”. Y así lo creo yo también, pues está al alcance de todos, el periódico se compra, se presta, se lee en la cafetería mientras tomamos un café, haciendo tiempo para regresar al trabajo o esperando al amigo con quien hemos quedado y se retrasa. El periódico es el compendio del mundo entero. Con pocas palabras te ponen al día de todo. Es el mayor archivo del mundo.

     Lo mismo podemos encontrar en la prensa diaria las noticias más actuales, como podemos recurrir a las bibliotecas, y buscar en sus archivos, aquellos periódicos del pasado, que nos hacen retroceder en el tiempo, y como si de magia se tratara, podemos introducirnos en la vida cotidiana de otros tiempos, que nos hablan de otras gentes tan parecidas a nosotros, pero al mismo tiempo tan diferentes, con otros problemas, aunque en muchas ocasiones la similitud con los nuestros nos abruma.

     Recientemente, la investigación sobre uno de mis artículos me llevó a indagar sobre la primera publicación periódica del valle de Carriedo, “EL ECO DE CARRIEDO”. Este periódico fue fundado por el abogado Antonio Mazorra y Ortiz. Su primer número salió el día 12 de mayo de 1894. Salía el domingo de cada semana y el precio de suscripción era: de un trimestre, dos pesetas; Un semestre, cuatro pesetas; Un año, ocho pesetas. También se distribuía en la isla de Cuba y su precio era: Un semestre, seis pesetas; Un año, doce pesetas. Había que pagarlo por adelantado, a la Dirección de Saro de Carriedo donde se hacía el periódico, pero nunca se imprimió en este valle, debido a la falta de medios. Primeramente, se hizo en Santander, en la imprenta del Heraldo, hasta julio de 1894. Posteriormente, se editó en la de Sotero Roiz de la calle del Muelle de la capital cántabra.

     En este medio de comunicación podemos encontrar temas políticos, llama la atención lo detallado que estaban los juicios de la época, de toda índole, desde crímenes hasta palizas entre vecinos por cualquier tipo de trifulca. Estos pleitos no solo correspondían a nuestra región, eran a nivel nacional. Algunos de ellos, de gran popularidad en aquellos momentos.

     Pero si algo me ha llamado la atención de “El ECO DE CARRIEDO” es su familiaridad. Hablaba desde la cercanía, sus corresponsales eran grandes conocedores del vecindario, y plasmaban en sus escritos con todo lujo de detalles la vida de la sociedad. En sus artículos no faltaban las fiestas de  cada pueblo, las reuniones de las damas de aquella alta sociedad del valle de Carriedo e incluso de Cayón, pues con gran alegría me encontré en el estudio de este periódico con nombres muy allegados a mí, por diferentes motivos, unos por oídas de mi pueblo de nacimiento, Llerana de Saro, y otras como ha sido el caso de dos damas de la alta sociedad cayonesa, como fueron doña Matilde y doña Vitalia Sánchez, tías de Pepa Sánchez, persona a la que siempre he considerado como mi abuela, y que tanto me habló de ellas.

     “EL ECO DE CARRIEDO” para mi desilusión, solo duró quince meses y salieron sesenta y seis números, finalizando su edición el 11 de agosto de 1895.


domingo, 17 de octubre de 2021

 






UNA CARRETERA MUY DESEADA


     Una ley de 9 de marzo de 1883 incluyó en el Plan General de carreteras del Estado, una vía que partía del sur de Peñas Pardas. En 1904 estaría operativa su enlace entre la carretera de Burgos hasta la Vega de Pas, pasando por San Pedro del Romeral. A comienzos de la segunda década del siglo XX se finalizó la carretera que uniría Vega de Pas con el valle de Carriedo.

      La incomunicación entre las villas pasiegas y Selaya, causó gran malestar entre los vecinos del valle carredano que no cesaban de reivindicar una calzada que les uniría con los cercanos, pero aislados pueblos.

      Los políticos en época electoral acudían al lugar prometiendo una y mil veces la ejecución de la vía tan deseada, pero pasadas las elecciones se les olvidaban con facilidad las promesas.

      Los moradores de estas zonas enumeraban las muchas posibilidades y bondades que una carretera que uniese Selaya con Peñas Pardas traería consigo. Un país moderno y competitivo pasa por las buenas comunicaciones que tenga, carreteras, trenes…, esto hará que la gente se quede en sus pueblos de origen, haciendo crecer así su economía y su población. Por el contrario, creían que si esta obra no se llegase a ejecutar, los habitantes emigrarían a otros lugares donde la vida fuese más fácil, cómoda y barata.

      De qué les servía ser muy trabajadores y emprendedores, que sus ganados y tierras fuesen muy productivos, si sus artículos no pueden comercializarse en otros lugares. La buena comunicación traería consigo mayores ventas, y al mismo tiempo, el deseo de producir más, con lo que la riqueza aumentaría considerablemente.

     Su presente, por el contrario, les hacía dudar, y el miedo de emprender un negocio para más tarde verse obligados a cerrar, les paralizaba en sus ansias de progreso.

     Ellos se quejaban amargamente de sus políticos, lo que me hace pensar que el tiempo pasa, pero los políticos quedan. Han avanzado en sus formas, pero no en sus obras.

     Recientemente leía unas anotaciones en que un vecino de Selaya se quejaba diciendo, que siempre que hay elecciones a diputados a Cortes se presentan buscando el apoyo de los residentes, prometiéndoles la tan deseada carretera, pero después de lo prometido, nada de nada, y esto venía sucediendo desde hacía veinticuatro años, y se lamentaba que de seguir así, pasarían otros tantos, sin ver ejecutada dicha obra. Por el contrario, creía que antes volverían a buscar los votos de los sufridos vecinos, y lo harían con el mismo engaño, pero les advertía de que a un pueblo se le engaña, una, dos y hasta tres veces, pero después, aunque vengan con el evangelio en la mano, nadie les creerá y tendrán que irse con el cuento a otra parte.

    Parece ser que pidieron con tanta insistencia la carretera que uniría estos pueblos que los políticos la incluyeron en las obras del Plan General de carreteras del Estado.

     Los carredanos no se equivocaron en sus planificaciones, y hoy Selaya es una muestra de prosperidad, con sus empresas, comercios, ganaderías, gentes emprendedoras. La densidad de su población ha aumentado notablemente, muy lejos de aquellos malos augurios de emigración a otros lugares más cómodos y baratos. Hoy tanto Selaya, como el valle de Carriedo en general, son un lugar moderno y próspero, muy cómodo para vivir, y sin duda, en gran parte se lo deben a aquellos vecinos que con su tesón y visión de futuro, tanto lucharon y acorralaron a los políticos de turno para hacer de su pueblo uno de los más reconocidos y prósperos de Cantabria.

 

    

 

 

   


domingo, 3 de octubre de 2021

 







   HOSPITAL DR. MADRAZO EN VEGA DE PAS

      Con frecuencia cuando visito Vega de Pas, al pasar cerca de las ruinas del que fuera un gran hospital en tiempos no tan lejanos, una especie de curiosidad y pena se apoderan de mí. Mi mente fantasea pensando cómo sería ese hospital en tiempos de esplendor, sus ruinas proyectan un paisaje misterioso y a la vez se deduce que debió ser un lugar elegante. Esto me produce un gran toque de cabreo. ¿Cómo es posible que unas edificaciones de estas características se hayan dejado caer y permanezcan en la ruina más absoluta? El Sanatorio Quirúrgico fue mandado construir por el doctor Enrique Diego-Madrazo Azcona.

      Mi curiosidad por saber cómo sería, me ha llevado a investigar y conocer que se inauguró el 20 de agosto de 1894, este acto fue todo un evento festivo para los habitantes de esta villa pasiega, reunidos en la plaza del pueblo donde las campanas de su iglesia tocaban sin cesar, hubo cohetes, los pasiegos vestidos con sus mejores galas, todo presagiaba un gran día, donde se dieron cita grandes personalidades y gentes venidas de otros lugares que llenaban las calles del pueblo.

     Con gran alegría he podido encontrar como era este edificio en su interior y como lo describió el día de su inauguración F.D. Corresponsal del ECO DE CARRIEDO, invitado para cubrir el evento y que nos cuenta con todo lujo de detalle: “Que inicia sus obras con la adquisición de terrenos donde por su posición topográfica cree preferible colocar la base del edificio  de forma rectangular con huecos simétricos en cuatro fachadas, teniendo su puerta principal al mediodía y la que da acceso al consultorio, al este. Su tejado es de forma de pirámide cuadrangular con cubierta de zinc y con separación, con el fin de servir de renovador del aire de todo el edificio.

     Su distribución entrando por la puerta del este: Nos hallamos con una sala de espera que en su pared derecha tiene comunicación por una puerta con el despacho del director; sus paredes y techumbre están revestidas de telas impermeables y ligera capa de corcho tapiza sus suelos.

     La habitación del consultorio-dirección tiene una mesa de operaciones sistema Holhannen destinada a la cura de heridas infectadas; otra dedicada a la colocación de los instrumentos, reloj regulador; irrigadores para los instrumentos y partes operadas; doble grifo, uno de agua caliente y otro frío y la sillería de nogal y cuero.

     Existen en su planta baja los siguientes departamentos: Cuarto de baño dedicado a la limpieza general de los que han de ser operados; cuarto del médico de guardia con su menaje completo para cuatro operados; 2ª habitación para una enfermera con su menaje completo; comedor y habitaciones para los enfermos forman un conjunto simétrico y elegante; próximo a la escalera que da acceso al piso principal existe el retrete provisto de inodoros de sifón doble.

     En el piso principal contiene las salas 3ª y 4ª arregladas con el sistema de las anteriores; habitación para enfermera, el propio para las ropas que han de servir al establecimiento; en el ángulo que forman las fachadas norte y oeste existe la cámara aséptica o sea la sala de operaciones, con suelo de mosaico, sus paredes y techumbre pintadas con elegancia; una mesa forrada de zinc provista de un rodillo forrado de caoutchouc que gira sobre una corredera, sirve de mesa de operaciones; un atril portátil para contener los instrumentos que han de servir en la operación se ve al lado de la misma; dos armarios de cristales contienen el arsenal quirúrgico y bajo ellos mesas dedicadas a retener instrumentos y la esterilizadora para ellos, sistema Schimeneldasch; cuatro grandes depósitos de porcelana provistos de sus mangas de goma sirven de irrigadores, sostenidos a gran altura por baldas de mármol, los que contienen: agua esterilizada, disolución de deutocloruro hidrargírico, disolución fenicada y salicílica.

     Frente a la sala de operaciones existen el depósito de apósitos, vendajes y demás material quirúrgico que se han de utilizar en los operados; existe una Estufa de desinfección del material sistema Lantescghlanger; dos habitaciones para colocar los recién operados; su retrete montado lo mismo que el ya descrito. El agua existe abundante en todos sus departamentos, lo mismo que los timbres eléctricos próximos a las camas en que han de residir los operados.

     El descriptivo redactor F.D. presumía del progreso que el genio pasiego trajo para su villa. "El Sanatorio Dr. Madrazo es el primero en su clase que existe en nuestra nación, donde ha de encontrar los enfermos que a él concurran la rehabilitación de su organismo carcomido y muchos se verán libres de esos procesos morbosos que irremisiblemente los conducirán a la tumba sino fueran a dicho centro operatorio”.


domingo, 19 de septiembre de 2021

 





  LOS IMPUESTOS A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS

     Recientemente buscando datos sobre los impuestos en los valles pasiegos me encontré con la curiosidad de que en el Ayuntamiento de Saro al igual que hoy, las cuentas estaban saneadas y así nos lo cuentan allá por el año 1893.  “Pocos Ayuntamientos habrá que gocen de vida tan desahogada y próspera como el Ayuntamiento de Saro. Sin agobiar al contribuyente en lo más mínimo, satisface al día todas sus obligaciones y tiene sobrantes en depositaría algunos miles de pesetas”.  En aquella época era alcalde el joven D. Aurelio Obregón y Rapado, hijo de una conocida y estimada familia del valle. Este joven estuvo varios años en la República mejicana y consiguió una desahogada fortuna que le permitió vivir con holgura, dedicándose al servicio del Ayuntamiento que le vio nacer.

     Por el contrario, en el Ayuntamiento de Villafufre había un déficit de cinco mil ciento treinta y nueve pesetas con trece céntimos, y para reparar esta deuda dispone dicha corporación con fecha nueve de mayo de 1894 solicitar del gobierno un impuesto en aquel distrito, sobre la yerba y la leña de todas clases que se consuma durante el próximo ejercicio. Esto causó gran malestar entre los contribuyentes, pues no comprendían como se podía seguir gravando a sus maltrechas economías y miserables patrimonios, y todo por una pésima administración de lo público. Lo que nos hace ver que el tiempo pasa, pero los errores y mala administración de nuestros políticos siempre los paga el pueblo. “Cualquier día nos van a cobrar por respirar, nos van a poner un contador según la estructura corporal y pulmonar de cada individuo, y a pagar”, decían.

     En la tarde del 30 de junio de 1894 llegó en “El Correo” a Santander, el fabricante de quesos que se puso al frente de la quesería de La Molina en Vega de Villafufre. Los jóvenes Agustín y Daniel Martínez, hijos de la propietaria doña Natalia García de Martínez, ya anteriormente habían anunciado las obras para la instalación de la fábrica de queso y manteca y la ubicación en este lugar, elegido entre varios, por su situación topográfica y la solidez y amplitud del edificio. Debido a la precariedad económica de dicho Ayuntamiento se le invitaba para que no se le ocurriese para saldar sus deudas “o para levantar algún muerto, matar a la nueva industria con intempestivos arbitrios”. Más bien se les incitaba a atender con preferencia la riqueza pecuaria para que sus productos llenaran las necesidades del mercado.

     Conocemos también que la Administración de Hacienda de la provincia de Santander, habiendo pasado el plazo reglamentario que señalaba el decreto de 10 de agosto de 1893, para que los dueños y poseedores de carruajes de lujo remitan a la administración de Hacienda de la provincia si los han de usar ordinariamente en la capital, o al alcalde del pueblo en que se han de utilizar, una relación por duplicado que exprese: 1º. Número de carruajes de lujo que posean. 2º. Denominación o clase de los mismos. 3º. Número de los que han de utilizar y de los que se hayan precintados. 4º. Si está construido para poderse enganchar en él, una sola caballería o más de una. 5º. Uso a lo que se dedica (propio, alquiler, industrial o agrícola). 6º. Pueblo, calle y número en que están situadas las cocheras.

     Hubo épocas en que las arcas públicas del Estado estaban tan maltrechas debido a las diferentes guerras y mala administración, reyes que relegaban en sus hombres de confianza y que en muchas ocasiones eran muy torpes o demasiado avispados, y dejaban grandes grietas en los erarios del Estado. Para sanear estas cuentas, y volver a llenar las arcas, sus mentes no dejaban de trabajar pensando de donde podían arañar unas monedas, mediante los impuestos a la ya muy maltrecha plebe, y surgían las más diversas maneras, entre ellas se llegaron a gravar a las puertas y ventanas, esto dio paso a que se construyesen las casas con menos ventanas y las que había se tapiasen con piedra o ladrillos, la poca ventilación dio paso a graves problemas de salud, por lo que se vieron obligados a suspender dicho impuesto. A lo largo de la historia muchos e insólitos han sido los tributos, incluso se gravó la soltería.

     La idea de que el Estado o sus gobernantes cobrasen dinero a sus ciudadanos a cambio de servicios públicos nació en el Antiguo Egipto hace unos 5000 años. Pero como muy bien dijo Benjamín Franklin, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, “hay solo dos cosas que están garantizadas en la vida: La muerte y los impuestos”.

 

    


domingo, 29 de agosto de 2021

 






  EL CAPADOR EN VALLES PASIEGOS

     El cerdo o “chon” como lo conocemos en los Valles Pasiegos ha sido la base de la alimentación en este territorio. En prácticamente todas las familias se criaba uno, con él, estaba asegurado el sustento del año. El cerdo tiene muy poco desperdicio, prácticamente se aprovecha todo, con las morcillas, chorizos, tocino, costillas, lomos, solomillos…la casa estaba abastecida, las mujeres ponían en tinajas de barro los chorizos y filetes de lomo metidos en aceite que servirían para alimentarse en el verano, cuando venían los tiempos de la yerba y no había tiempo de hacer la comida.

      La matanza del chon era todo un acto social, recuerdo que en casa de mi abuelo Manolo se reunían vecinos, amigos y familia, era un día de mucho trabajo, tanto para los hombres como para las mujeres, ellos se ocupaban de la matanza y el despiece, y ellas preparaban todo para hacer las morcillas. Ese día también se daba un festín, todos comiendo en el gran comedor ante una larga mesa, repleta de ricos alimentos, pasados unos días te llevaban a casa la “envuelta” que consistía en unas morcillas, una “hebra” o trozo de carne, otro de tocino, un hueso y si ya estaban hechos los chorizos, una riestra de ellos para hacer un buen cocido montañés o lo que viniese a bien. Las familias receptoras lo recibían con gran júbilo. Y siempre quedaban bien diciendo: “Me has traído mucho, no tenías porque darme tanto, además ya comimos ese día en tu casa, me has traído medio chon ¡Menuda envuelta! Qué rico". La dueña o dueño de la matanza contestaba: “Ya, pero ese día no lo probamos porque estaba caliente, y comimos unos filetes de ternera. Ya me dices como están las morcillas, yo creo que le hemos dado un buen punto”.

     Pero para que la carne del cerdo estuviese rica, con buen sabor, cuando el chon era pequeño había que castrarlo.

     En casi todas las zonas de los Valles Pasiegos había un capador que se dedicaba a estos menesteres. Recuerdo muy vagamente, pues yo era muy pequeñita, que en el valle de Cayón Esteban Colsa, a quien todos conocíamos como Esteban el capador,  era quien se encargaba de esta profesión. Era un hombre alto, corpulento, y estaba casado con Malia, a quien también se conocía en la zona como Malia la capadora. Siempre me llamó la atención en su casa de estilo montañés, en el portal por el que se accedía a través de un arco de piedra, aparcado un gran carruaje de madera con unas enormes ruedas del mismo material y en la circunferencia o aro, una lámina de metal. 

   Éste, en la actualidad, es un oficio ya desaparecido que han heredado los veterinarios. Con el paso del tiempo y la modernidad las viejas costumbres van desapareciendo.

     Con la castración del cerdo se evita el olor sexual presente en algunos machos, otro de los beneficios era la prevención de la reproducción no deseada si hubiese alguna hembra, pues en algunas familias se criaba más de un cerdo, uno era para el consumo y el otro lo vendían cuando ya estaba para matar, sacándose unos buenos dineros o sobresueldo que tapase algún agujero de la precariedad familiar en aquellos tiempos. Otra de las ventajas de la castración era la reducción de los comportamientos agresivos y consecuentes heridas y la conducta de monta.

     Los machos eran muy fáciles de capar, no así las hembras, que era mucho más complicado. Este oficio de capador se transmitía de padres a hijos o a amigos de viva voz y por la experiencia y estaba vetado para las mujeres. 

      La base fundamental para aprender este oficio eran "la vista y la práctica” nada mejor que observar a quien ya sabía y era todo un maestro en estos menesteres y posteriormente practicar bajo su supervisión. 

     En otras provincias o regiones en las que el cerdo tenía gran importancia, como por ejemplo en Extremadura, fue un oficio ambulante y al igual que a los cerdos se castraba a burros, mulos, cabestros…Se capaban en primavera y otoño. Usaban un chiflo para anunciarse como el de los afiladores, pero con diferente melodía para diferenciarse de ellos. Las herramientas utilizadas para estos menesteres eran tenazas, cuchillos o navajas.

    


domingo, 15 de agosto de 2021

 




APIA SÁNCHEZ DE MIRANDA

     Muchas han sido las personas que salieron de nuestra tierra para procurarse un mejor modo de vida, un gran número de ellas alcanzaron gran fama y prestigio triunfando en aquello que emprendían. Este es el caso de Serapia Sánchez de Miranda a quien hoy quiero hacer un pequeño homenaje. Nació en el año 1924 en Penagos. Ya cuando vino al mundo escogieron para ella un nombre que en un futuro definiría su personalidad. Serapia fue una antigua divinidad egipcia que significa “hija del sol”, por otro lado, es el nombre genérico de origen griego que se otorga a una orquídea con forma de corazón. Estos dos conceptos encajaban muy bien con nuestra protagonista de hoy, ya que fue una mujer que destacó por su gran belleza al igual que las orquídeas, y brilló con luz propia como si de la hija del sol se tratase.

      Siendo joven se va a Roma donde conoce a su esposo. Como buena artista que fue en el mundo de las letras toma el seudónimo de Apia. Tal vez como abreviatura de su nombre, o como algo más artístico y pomposo como era tomarlo de la vía Apia, que fue la reina de las grandes calzadas romanas y que se convirtió en el símbolo de la república trayendo consigo estabilidad, paz y libertad al Imperio.

    Al contraer matrimonio fija su residencia en Roma. Apia Sánchez de Miranda triunfa en el arte de las letras y son varios e importantes los premios que recibe. Por su primer volumen “Finestra sul Orizonte” ya premiado en Roma, el Ateneo de Santander le otorga la Placa acreditativa como “Personalidad Montañesa” del año 1978. Recibe además en Roma el Premio de la Presidencia del Consejo de Ministros por su colaboración en la Cultura.

     Varias son las obras en poesía y prosa de la autora entre las que podemos encontrar en la primera: Finestra sull´orizzonte, Genuflexión, La Puerta Mágica, Senderos de Amor, El manantial de los Pájaros.

     En narrativa: Más allá del Bosque encantado, Surcando las Rutas del Misterio, El Amor vence la Muerte, Vida de un Amor santificante.

     Apia describe su poesía como voz arcana del alma, como sentimiento indescriptible de los momentos vividos del poeta, como voz silenciosa y palpitante de nuestra sangre.

     Yo conocí a nuestra escritora y poeta de hoy, el ocho de septiembre de mil novecientos ochenta y seis en la presentación de su libro de poesía “La Puerta Mágica” en el Palacio de la Magdalena en Santander. Recuerdo su gran belleza y extraordinario parecido con Gina Lollobrigida.

      Este poemario de “La puerta mágica” de la historia, a través de la cual pasa el amor, el dolor, la alegría o el llanto, las esperanzas y las desilusiones. Soñando con los ojos abiertos, o viviendo horas dramáticas.

      En estos poemas habla mucho de   Cantabria, otros se los dedica a su madre, a su padre, también a su hermana María que fue soprano, a sus amores…

     Para finalizar este pequeño homenaje a la gran escritora nacida en Penagos, donde vivió hasta su juventud y que visitó asiduamente su tierra, adorando contemplar ese mar Cantábrico a quien le dedicó varios poemas, entre ellos: “Mar de mi Cantabria”.

      Quiero ofreceros este hermoso poema:

“MADRIGAL”

¡Amor; amor sublime que tu donar sabías,

Sin pálpito y sin brazos, amor sin melodías,

De aquel amor hermoso que te ofreció Clarisa,

¡Menospreciaste todo hasta una rosa pura!

 

¡En aquel prado inmenso cuajado de vergeles,

De mil colores eran las flores entre el verde,

Ameno paraíso de árboles y ríos,

¡Poemas de aquella ave que tu soñaste un día!

 

¡Un alba con destellos sonaban los violines,

Conciertos deliciosos áureos atardeceres,

Tú no escuchaste nunca ni ritmo ni armonía,

 

 

Del manantial hermoso el agua no bebías,

Sin sed tú no podías gustar viva frescura,

¡De aquel cáliz precioso evaporo la linfa!

 

 

 

 

 

    

 

 


domingo, 1 de agosto de 2021

 




  LA MOLINA DE VEGA

     Recientemente leía con estupor la noticia de que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico había tomado la decisión unilateral, con el apoyo del Gobierno de Cantabria, de derribar la presa de La Molina de Vega de Villafufre en el valle de Carriedo, sin dialogar, ni consultar previamente con la familia propietaria del molino harinero, ni con el Ayuntamiento de Villafufre. Esto me sorprendió, pues siempre he considerado que una democracia no solo consiste en elegir a nuestros representantes políticos, también en controlarlos, y no solo mantener nuestro patrimonio a base de impuestos, a cambio debemos de recibir una garantía de la protección de nuestros bienes, algo que, bajo el escudo o la disculpa del Plan de Impulso de Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático, creo que se están pasando por el arco del triunfo.

     El molino harinero de La Molina es todo un referente en el Valle de Carriedo, dentro de Los Valles Pasiegos. Es un edificio con mucha historia, primeramente, fue una fábrica muy importante de quesos y con el paso de los años se convirtió en un molino harinero cuando tan de moda estaban estos ingenios hidráulicos en nuestra tierra. Estos molinos revolucionaron la economía de nuestros valles al llegar a nuestra tierra el maíz, traído por Cristóbal Colón desde México de donde es originario.

     Si nos dirigimos al valle de Carriedo desde el valle de Cayón por la Hoz, nos introducimos en un paisaje que pareciese sacado de un cuento de hadas. A un lado de la carretera se encuentra el río Pisueña, custodiado por una preciosa montaña cubierta de espectaculares árboles, al otro lado, otra montaña con su denso bosque. Al circular por este lugar, nuestra mente no puede por menos que relajarse ante tanta belleza, cuando estamos absortos en ella, de pronto, pasamos una curva y ahí aparece ella, grandiosa, vigilante, con sus dos arcos de piedra prestos para dar paso a las aguas.

     Mi mente vuelve a mi infancia y recuerdo las horas pasadas en La Molina de Vega con mi abuelo Pepe, en la parte delantera del molino, en el corral, aún me parece ver aparcado el camión de mi predecesor, a la espera de ser cargado con la harina que el viejo molino estaba procesando. Más tarde sería llevada al almacén de piensos que mi abuelo poseía. En la larga espera, recuerdo a unos niños un poquito mayores que yo, una niña rubia de ojos claros me observaba con curiosidad. Yo en aquellos tiempos era muy tímida y no me soltaba de la mano de mi abuelo, él me preguntaba: -Mi hijita ¿no quieres jugar con esos niños? Yo le respondía con un gesto negativo de cabeza y me aferraba más a su mano. Él sonreía y me decía: -Te vas a aburrir, aún tenemos que estar aquí un rato. -No importa, le contestaba.

     La Molina de Vega ha estado presente en la vida de los vecinos de estos valles durante muchos años. Ese dique que quieren destruir por la tan traída y llevada actuación de mejora de reservas naturales fluviales y otros ríos de interés medioambiental, es de interés histórico para todos los vecinos de los valles pasiegos. Muchos disfrutamos enormemente con su contemplación y, por otro lado, es un muro de contención y control para las aguas en épocas de crecidas descontroladas que pueden acarrear muchos daños tanto al edificio de La Molina como a todo lo que pueden arrastrar a su paso. Deseo que esta decisión unilateral y antidemocrática pueda ser rebatida por la familia y el Ayuntamiento de Villafufre, estoy segura que tendrán todo el apoyo de los vecinos de los valles pasiegos tan arraigados a nuestras costumbres. “Porque conocer y conservar nuestra historia, es amar aún más a nuestra tierra”.