domingo, 1 de agosto de 2021

 




  LA MOLINA DE VEGA

     Recientemente leía con estupor la noticia de que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico había tomado la decisión unilateral, con el apoyo del Gobierno de Cantabria, de derribar la presa de La Molina de Vega de Villafufre en el valle de Carriedo, sin dialogar, ni consultar previamente con la familia propietaria del molino harinero, ni con el Ayuntamiento de Villafufre. Esto me sorprendió, pues siempre he considerado que una democracia no solo consiste en elegir a nuestros representantes políticos, también en controlarlos, y no solo mantener nuestro patrimonio a base de impuestos, a cambio debemos de recibir una garantía de la protección de nuestros bienes, algo que, bajo el escudo o la disculpa del Plan de Impulso de Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático, creo que se están pasando por el arco del triunfo.

     El molino harinero de La Molina es todo un referente en el Valle de Carriedo, dentro de Los Valles Pasiegos. Es un edificio con mucha historia, primeramente, fue una fábrica muy importante de quesos y con el paso de los años se convirtió en un molino harinero cuando tan de moda estaban estos ingenios hidráulicos en nuestra tierra. Estos molinos revolucionaron la economía de nuestros valles al llegar a nuestra tierra el maíz, traído por Cristóbal Colón desde México de donde es originario.

     Si nos dirigimos al valle de Carriedo desde el valle de Cayón por la Hoz, nos introducimos en un paisaje que pareciese sacado de un cuento de hadas. A un lado de la carretera se encuentra el río Pisueña, custodiado por una preciosa montaña cubierta de espectaculares árboles, al otro lado, otra montaña con su denso bosque. Al circular por este lugar, nuestra mente no puede por menos que relajarse ante tanta belleza, cuando estamos absortos en ella, de pronto, pasamos una curva y ahí aparece ella, grandiosa, vigilante, con sus dos arcos de piedra prestos para dar paso a las aguas.

     Mi mente vuelve a mi infancia y recuerdo las horas pasadas en La Molina de Vega con mi abuelo Pepe, en la parte delantera del molino, en el corral, aún me parece ver aparcado el camión de mi predecesor, a la espera de ser cargado con la harina que el viejo molino estaba procesando. Más tarde sería llevada al almacén de piensos que mi abuelo poseía. En la larga espera, recuerdo a unos niños un poquito mayores que yo, una niña rubia de ojos claros me observaba con curiosidad. Yo en aquellos tiempos era muy tímida y no me soltaba de la mano de mi abuelo, él me preguntaba: -Mi hijita ¿no quieres jugar con esos niños? Yo le respondía con un gesto negativo de cabeza y me aferraba más a su mano. Él sonreía y me decía: -Te vas a aburrir, aún tenemos que estar aquí un rato. -No importa, le contestaba.

     La Molina de Vega ha estado presente en la vida de los vecinos de estos valles durante muchos años. Ese dique que quieren destruir por la tan traída y llevada actuación de mejora de reservas naturales fluviales y otros ríos de interés medioambiental, es de interés histórico para todos los vecinos de los valles pasiegos. Muchos disfrutamos enormemente con su contemplación y, por otro lado, es un muro de contención y control para las aguas en épocas de crecidas descontroladas que pueden acarrear muchos daños tanto al edificio de La Molina como a todo lo que pueden arrastrar a su paso. Deseo que esta decisión unilateral y antidemocrática pueda ser rebatida por la familia y el Ayuntamiento de Villafufre, estoy segura que tendrán todo el apoyo de los vecinos de los valles pasiegos tan arraigados a nuestras costumbres. “Porque conocer y conservar nuestra historia, es amar aún más a nuestra tierra”.


domingo, 18 de julio de 2021

 





   LAS FUENTES DE LA SALUD

     Siempre que hablamos de la riqueza de nuestra tierra pensamos en la ganadería, el turismo y la pesca. A lo largo de nuestra historia otras han sido también las fuentes de bienestar, así podemos descubrir las aguas minerales que en nuestra región son muy abundantes. Durante muchos años han gozado de gran fama y prestigio. Grandes personalidades del mundo de la política, empresarios y militares entre otros, han venido a nuestra tierra para disfrutar de sus poderes curativos, así podemos saber que estuvieron aquí la reina Isabel II, y el rey Alfonso XIII.

     Varios son los Balnearios que podemos disfrutar en nuestra tierra y que visitan gentes de diferentes rincones de España. Son lugares muy apropiados para relajarse y obtener beneficios para la salud y el bienestar. Generalmente están rodeados de hermosos jardines.

     En la comarca de los valles pasiegos podemos descubrir el Balneario de Puente Viesgo en el que ya era tradición su uso en el siglo XVIII. Actualmente está considerado como uno de los mejores de Cantabria. Adquirió gran fama por sus tratamientos que consistían en baños de agua caliente que aliviaban los dolores y donde la gente acudía deseosa de mejorar. Está enfocado principalmente para los problemas de circulación, respiratorios o reumatológicos. Estas termas fueron frecuentadas por el general Ricardo Vicuña Diego y su esposa.

     Recientemente buscando en mis archivos he encontrado un anuncio del año 1894 en que se ofertaban los baños en dicho Balneario y decía así: “La Estación Balnearia de Puente Viesgo y las acreditadas aguas de este Balneario están recomendadas por el Congreso hidrológico celebrado en Madrid el año de 1887, para las enfermedades del corazón y reuma.

     Están premiadas con la más grande distinción en las Exposiciones de París, Madrid y Barcelona y en las regionales de Zaragoza, León y Santander” y ofertaba la temporada oficial desde el primero de julio al 30 de septiembre. Su médico director era el distinguido hidrólogo Dr. D. Isidro Casulleras.

     El balneario de Alceda en el valle de Toranzo a orillas del río Pas se inauguró en el año 1880. Sus aguas cloruro sódicas, sulfúrico, azoadas surgen del manantial más caudaloso de toda Europa en su género. Su agua termal tiene una temperatura constante de 26,87ºC. Está especialmente indicado para tratamientos dermatológicos, respiratorios y reumatológicos.

      El de las Caldas de Besaya fue fundado en el año 1826, sus beneficios son conocidos desde la época romana, e incluso fueron utilizadas por la reina Isabel II en el año 1867 y su bañera aún se conserva. Sus aguas cloruro-bicarbonatadas, sódicas, azoadas y fuertemente radiactivas manan a una temperatura constante de 37ºC. Están especialmente indicadas para procesos reumáticos, respiratorios y de sistema nervioso. Igualmente, para problemas digestivos, dermatológicos y ginecológicos.

     En Hoznayo podemos encontrar que en 1880 el balneario de la Fuente del Francés, llamado Aguas de Hoznayo, adquirió gran fama en toda España. La fuente toma su nombre en honor a un clérigo francés huido durante la guerra de la Revolución Francesa. Este abate descubrió los efectos beneficiosos de las aguas para enfermedades del estómago, intestinales y de la vejiga.  Con el paso del tiempo decayó su popularidad y sus aguas eran vendidas en las farmacias.

     Otro de los mejores balnearios de Cantabria podemos encontrarlo en Solares, se considera la primera estación termal de Cantabria, pues ya en el siglo XII eran conocidos sus beneficios, indicados para tratamientos digestivos, metabólicos, diuréticos, antinflamatorios y del sistema nervioso. Sus aguas del manantial de Fuencaliente también se comercializan embotelladas como Agua de Solares.

     El Balneario de Liérganes está situado en uno de los pueblos más bonitos de España. Durante su reinado Alfonso XIII lo visitó con frecuencia, durante siete años junto con su familia. Se reservaba una zona del Balneario junto al manantial de la Fuente Santa y disfrutaba de los baños en una piscina para su uso exclusivo. En la actualidad ha sido totalmente reformada y modernizada y los clientes pueden disfrutar de ella conociéndola por “La Piscina del Rey”.

      Sus aguas son de mineralización fuerte, sulfuradas, cálcicas y sulfatadas, son ideales para tratamientos de reumatismo, problemas respiratorios y de piel.

     El de la Hermida está ubicado en el municipio de Peña Rubia en el Desfiladero de La Hermida, en el siglo XVIII ya eran conocidos sus usos terapéuticos y en 1842 se construyó la casa de baños. Sus aguas brotan de tres manantiales a 60ºC. Son aguas hipertermales clorurado-sódicos muy mineralizadas, están especialmente recomendadas para problemas del aparato locomotor (huesos, articulaciones y ligamentos), afecciones de la piel, enfermedades respiratorias y psicosomáticas y en patologías infantiles.

    

    


martes, 6 de julio de 2021






ESENCIA PASIEGA







Quiero daros las gracias por vuestra gran acogida de mi libro ESENCIA PASIEGA. Para las numerosas personas que me preguntáis donde se puede conseguir, deciros que se encuentra a la venta en las librerías de Santander TANTÍN, LA VORÁGINE, GIL, EL CORTE INGLÉS y en Sarón en DICAR y ESTANCO DE LOLY MAZORRA . También se puede conseguir en  www.edicionestantin.com  Muchas gracias por vuestro cariño y apoyo. Un abrazo

domingo, 4 de julio de 2021

 





   VICTORIANO SAÑUDO HERRERO

      Muchos han sido los hombres y mujeres que han salido de nuestra tierra, con la intención de mejorar sus vidas y las de su familia, procurando dejar atrás esa pobreza y miseria que en nuestros valles pasiegos se había arraigado. Soñaban con una vida mejor, y sin volver la vista atrás partían a otras regiones o naciones para luchar por sus sueños. Este fue el caso de Gavino Sañudo Herrero, natural de Selaya y de su esposa Ramona Herrero Crespo originaria de Tezanos de Villacarriedo. Ellos eran campesinos como la mayoría de las gentes de estos valles. Al casarse quisieron mejorar su situación económica y se trasladaron a Póo de Llanes en Asturias donde se establecieron regentando una mercería. Cuando Ramona se quedó embarazada de su primer hijo, no tuvieron ninguna duda de donde nacería, pues sus orígenes siempre estaban en su corazón, y decidieron que sus vástagos serían pasiegos por nacimiento.

     Cuando se acercó el momento del feliz alumbramiento regresaron a Pisueña donde nacería el 22 de junio de 1861 Victoriano Sañudo Herrero en la cabaña de su abuela materna.

     Asturias, al igual que nuestra tierra, fue cuna de emigrantes que partieron a hacer las Américas. Es en este ambiente donde crece Victoriano oyendo a diario las benevolencias de los indianos, lo bien que les iba, viendo esas casonas que se construían, y su mente juvenil ansía ser uno de ellos, tanto lo desea que el 25 de enero de 1875 con trece años embarcó en Santander a bordo del vapor francés Ville de Brest rumbo a América.

     Su familia muy amablemente, de manos de su biznieto Víctor Manuel Sañudo Díez, me hace llegar unos datos muy interesantes sobre la vida y estancia en América de nuestro protagonista de hoy.

     Después de un periodo de estancia en Cuba, tenemos conocimiento que se instaló en Ciudad de México en 1890, y como la mayoría de los emigrantes en sus comienzos trabajó como dependiente en comercios de paisanos. Entre sus amigos se encontraba un importante hacendado cántabro del valle de Soba, que falleció dejando a una viuda y cinco hijos pequeños. Al año siguiente Victoriano se casó con ella y vivieron todos juntos en la Hacienda, muy cerca de las famosas Pirámides de Teotihuacán. Su esposa fallece al poco tiempo sin haber tenido descendencia juntos. Victoriano permanece al frente de la gran Hacienda pulquera y ganadera hasta que sus hijastros tuvieron edad suficiente para hacerse cargo de ella.

     Tras dejar la Hacienda trabajó con harineros vascos en la Ciudad de México, pero sus deseos de triunfar le llevaron hacia el Puerto de Mazatlán, en el Pacífico mexicano donde trabajó con el montañés D. Antonio de la Peña durante cinco años como administrador de la compañía de Diligencias Generales de Occidente.

     Allí conocería a la que sería su segunda esposa, Refugio Barragán Garibay. Hija de un importante funcionario mexicano. Se casaron en la Catedral de Mazatlán en 1902 y tuvieron cuatro hijos: Maximino, Carmen, María, que falleció a los pocos días de nacer y Ramón.

     Dentro de su cometido en el trabajo estaba abastecer productos a lo largo del Pacífico mexicano y eso le llevó a entablar amistad con el que más adelante sería General de la Revolución Mexicana y presidente de México: el manco de Celaya, Álvaro Obregón. Victoriano suministraba de víveres al ejército y fue producto de esta amistad que recibió un mensaje de Obregón que cambiaría su vida. “Sañudo, el general fulano viene bajando hacia Mazatlán y anda fusilando a todo extranjero que se topa, así que agarre a su familia y se me va para México”. Al día siguiente se fueron con lo puesto, y vestido con uniforme de soldado federal, toman un tren militar con destino a Ciudad de México para no regresar jamás.

     Victoriano contaba con importantes amigos comerciantes asturianos, montañeses y vascos que le sirvieron para retomar nuevamente su actividad comercial. En 1922, uno de esos contactos D. José S. Razura, poderoso comerciante de Manzanillo, sin avisarle envió veinte furgones de sal (setecientas toneladas en total) para su venta en Ciudad de México.  Al conocer el carácter “echao pa´lante” de Victoriano, Razura le encomendó que los vendiera con prontitud. Este fue el inicio de una empresa salinera reconocida a nivel nacional: Sal Sañudo S.A. Sus tres hijos siguieron con ella haciéndola crecer. Unos años más tarde su hijo Ramón decide separarse e iniciar con otros socios una empresa de vinagre que también alcanzaría el liderazgo en México: Vinagres Vinal S.A.

     Victoriano falleció en Ciudad de México el 20 de agosto de 1937.

 

 


domingo, 13 de junio de 2021

 




  INTRIGAS PALACIEGAS

     Los dos edificios más representativos de Villacarriedo son el palacio de Soñanes y el colegio de los PP. Escolapios. Ambos tienen un montón de historia a través del tiempo. Grandes personajes se formaron en este último. Si nos remontamos a su comienzo no estuvo libre de polémicas e incluso se llevó a los tribunales, pues su construcción era incómoda para el segundo señor del palacio D. Domingo Díaz de Arce.

     En el año 1680 la pobreza y miseria reinaba en el Valle de Carriedo, y es justo en este año cuando nació D. Antonio Gutiérrez de la Huerta y Güemes que fue hijo legítimo de D. Domingo y Dña. Teresa, vecinos de Villacarriedo.

     En la región en aquellos tiempos eran escasos los medios que había para instruirse y sin duda esto lo llevaría siempre en sus pensamientos.

     Siendo muy joven y viendo las penurias que había en su casa decide que la mejor manera de acabar con esa miseria era irse a Andalucía. Allí otros jándalos habían conseguido remontar y hacerse con una fortuna y un don que antecediera a su nombre. Es muy probable que comenzase como chicuco en alguna tienda de ultramarinos, pero de lo que si estamos seguros es de que a los 24 años ingresa como soldado voluntario en el ejército en Córdoba y aquí comienza su carrera militar. Participó en la lucha de sucesión entre las casas de Austria y Borbón, tomando parte por estos últimos y es nombrado capitán de caballos corazas. Al vencer los Borbones y como agradecimiento por sus servicios le nombran Administrador de la Real Aduana de Cádiz, caballero de Santiago y del consejo de su Majestad en la Contaduría Mayor de Cuentas. Tiene un historial impecable al servicio de su Majestad al que sirve durante más de treinta años.

     A los treinta y dos años se casa en Madrid con doña Melchora González que aporta al matrimonio 27.000 reales en metálico, bienes y alhajas. Pero no tendrán descendencia por lo que hereda todos los bienes de su esposa. Pasados los años contrae nuevas nupcias en Cádiz con doña Catalina Vandín Salgado, con la cual tampoco tiene hijos.

     Al enviudar sin sucesión y siendo poseedor de una gran fortuna, comienza a madurar la idea de hacer una Fundación a través de la cual cumpliría sus sueños de dotar a sus vecinos carredanos con un importante colegio e iglesia que sirvan en un futuro para darles una buena educación gratuita. Al fallecer dejaría a su sobrino al frente.

     Don Antonio además de familia, era gran amigo del Intendente de Aragón D. Juan Antonio Díaz de Arce, caballero de la Orden de Santiago, Agente General de la M.C. en la Corte de Roma y quien estando en esta ciudad, manda construir el palacio en el mismo lugar donde estaba la antigua torre solariega de Arce en la que había nacido. Ésta se aprovechó para hacer el hueco de la nueva escalera. El famoso arquitecto que dirigió esta colosal obra fue el italiano Cósimo Fontanelli. Como anécdota diré que el coste total fue de 140.000 ducados. 385.000 de las antiguas pesetas.

     Don Antonio Gutiérrez de la Huerta y Güemes pone en conocimiento de su amigo la idea de hacer un colegio e iglesia para la educación gratuita de sus convecinos en el Cagigal de Pellegero entre Bárcena y Tezanos. D. Juan Antonio Díaz de Arce le ofrece su ayuda económica si le hiciese falta para hacer una obra más ambiciosa, pues él también había pensado hacer algo con la escolarización de los niños y le quita la idea de construirlo en el lugar indicado, haciéndole ver las incomodidades y contratiempos para los alumnos llegado el invierno. Le propone hacerlo en el lugar donde se construyó, junto al palacio. En este lugar el Fundador tenía unas casas y terrenos que habían sido propiedad de sus padres.

     D. Antonio pide y obtiene todos los permisos para llevar a cabo tan ambiciosa obra y así lo suplica al arzobispo de Burgos en cuya Diócesis se hallaba el Valle de Carriedo. Igualmente lo obtiene del rey Felipe V

     D. Juan Antonio falleció en 1734 sucediéndole D. Domingo Díaz de Arce y su amigo D. Antonio murió el 24 de julio de 1736. 

     Fallecido el primer señor del palacio, su heredero pone pleito a los patronos del colegio cuando estaba en construcción. Su alegación fue que se privaba a su casa y huerta de aires, luz y vista. Aprovechándose del cargo que ostentaba de ministro del Consejo Real y acudiendo al Nuncio de Su Santidad, que ordenó suspender las obras, pero el patrono apeló a los tribunales del reino y éstos levantaron la prohibición fallando a favor del colegio.

 

    


domingo, 23 de mayo de 2021

 






        LOS “HAIGAS” EN VALLES PASIEGOS

     Siempre se ha dicho que la etapa más bonita de la vida es la infancia. Yo creo que cada edad tiene su encanto. Aunque bien es cierto, que mi mente con frecuencia recuerda los buenos momentos vividos en ella. Recientemente recordaba uno de tantos días en casa de mis abuelos en Villacarriedo, cuando era pequeñita, en este aspecto fui privilegiada, pues al tener ellos un comercio, me permitió conocer a todos los vecinos de este pueblo y a la mayoría del valle de Carriedo. Por la tienda pasaban todo tipo de personas, madres que hablaban de lo bien que les iba a sus hijos en México, y orgullosas contaban en que trabajaban y esperaban ansiosas sus cartas o el momento de volver a verlos y abrazarlos, otras hablaban del campo, que una vaca se les había enfermado y estaban esperando al veterinario. Yo, jugaba y observaba todas aquellas escenas.

     Reconozco que mi abuelo tenía gran visión comercial, pocas tiendas en aquellos tiempos gozaban de exquisiteces o delicatessen como la que él tenía, pero claro, contaba con clientela para estos productos.

     Recuerdo a los antiguos dueños del Palacio de Soñanes, doña María Luisa y don Gonzalo. La antigua señora del palacio, era una dama que siempre me cautivó por su elegancia y sencillez innata. Esbelta, con el pelo blanco recogido en un moño, de delicados movimientos y con una sonrisa que pareciese formar parte de su figura. Siempre amable, solía acudir al supermercado para hacer los pedidos que posteriormente le llevaban mis tíos. Con frecuencia yo iba con ellos al palacio y allí los dejaban en la gran cocina. Recuerdo ver ese espectacular monumento que al observarlo en el exterior te deja sin palabras por su belleza absorbente, pero sin duda alguna, lo que me cautivó fue la preciosa escalera, nunca había visto algo igual, parecía sacada de los cuentos de hadas que yo leía en aquellos tiempos.

     Un día doña María Luisa acudió al comercio e hizo un gran pedido, con abundantes delicatessen, pues en fechas cercanas se daría una fiesta en palacio. Recuerdo esos momentos en Soñanes, en aquella época eran muy pocos los coches que circulaban, pero Carriedo en esas jornadas se llenaba de vehículos muy lujosos. A mí me gustaba sentarme en un banco de piedra situado en el exterior de la tienda donde solía estar el anciano padre del cura del pueblo, un señor muy agradable que me daba caramelos. Cuando los vehículos subían en dirección al palacio, los vecinos miraban con curiosidad los automóviles desfilar, uno tras otro. Y algunos de los curiosos decían: “Menudos haigas que suben, esos no valen cuatro perras”. Mi curiosidad de niña comenzó con los por qué. ¿Por qué se llama haiga, si es un coche? El padre del cura con toda la paciencia del mundo me respondió: -Mira, una vez se fue el hijo de un pasiego a hacer fortuna a las Américas, y cuando iba a volver le dijo al padre que quería traer un coche, y éste le respondió: -Pues trae el mejor que haiga, para que los vecinos vean lo bien que te ha ido, compra el más grande, vistoso, elegante y caro, vamos, el mejor que haiga. Y por eso a los coches caros y lujosos también se les conoce como haigas en los Valles Pasiegos.


domingo, 2 de mayo de 2021

 





GENERAL RICARDO VICUÑA DIEGO. Artículo más técnico como profesional militar.


     Hoy quiero recordar a otro ilustre carredano, Ricardo Vicuña Diego. Su familia muy amablemente me ha cedido un trabajo de investigación del señor Luis Novoa que me ha servido de base para entretejer este escrito.

     Ricardo Vicuña Diego nace en Selaya el 2 de septiembre de 1842. Hijo del capitán de Infantería León Vicuña Sanz y de su esposa Cayetana Diego Fernández. Siguiendo la tradición paterna ingresa a los 13 años como soldado voluntario en el Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo, con sede en Olot (Girona).

     Su carrera comienza siendo muy prometedora ya que al año siguiente asciende a cabo 2º, a los cinco meses sin haber cumplido aún los catorce años, sale de operaciones a las órdenes del comandante de su Batallón, siendo ascendido por esta acción a Sargento 2º.

     En septiembre de 1857 ingresa como Cadete de Cuerpo y comienza su carrera militar. Después de prestar servicio en varias provincias es ascendido en 1860 a Alférez al terminar sus estudios satisfactoriamente contando con 18 años.

     Sufre dolores reumáticos que le llevan a coger varias bajas consecutivas.

     Con veintidós años se casa con Antonia Armendáriz Ladaba, natural de Tafalla. No tendrán descendencia.

     Su carrera sigue en ascenso vertiginoso, Nunca olvida a su pueblo natal y varias son las visitas que hace a Selaya para estar con su familia.

     Los ascensos siguen llegando, Teniente de Infantería, Capitán de Infantería…

     El 18 de septiembre de 1868 los generales Prim y Serrano se sublevan en Cádiz, pues en esa época la impopularidad de la reina Isabel II era muy grande debido a la crisis económica y otros factores. La reina se ve obligada a huir a Francia y se establece un gobierno provisional presidido por Serrano, siendo el general Prim ministro de guerra. Se convocan elecciones para enero de 1869 que dan paso a la considerada como la primera Constitución democrática del Reino de España, anticipándose varias décadas a otros países europeos en cuanto a los logros políticos y sociales alcanzados.

     La carrera de Ricardo Vicuña continua, y sus ascensos y premios siguen llegando. Por su buen comportamiento es premiado con la Cruz Roja de Primera Clase del Mérito Militar. Varias veces es herido y tras sus tratamientos en los Hospitales Militares siempre regresa a Selaya para su total recuperación.

     Amadeo de Saboya es nombrado nuevo rey en 1871, pero el italiano no es querido en España y sufre un gran rechazo, abdicando en 1873 y regresa a Italia.  El 11 de febrero Las Cortes proclaman la I República.

     En 1874 se le concede una nueva medalla conmemorativa del sitio de Bilbao. Este mismo año se produce un golpe militar y Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido por el general Serrano. Suspendiendo La Constitución y los derechos y libertades.

     En diciembre de 1874 tras un golpe militar el hijo de Isabel II, Alfonso XII es proclamado como nuevo rey.

     Por méritos en la guerra contra los Carlistas se le conceden las medallas de la Cruz Roja 2º Clase del Mérito Militar y la medalla de la Guerra Civil y la de Alfonso XII con los pasadores de Pamplona, Treviño, Elorrieta y Orio. Mas tarde se declara “Benemérito de la Patria” otra medalla en su poder es la Cruz Blanca de 2º Clase, por el matrimonio del rey con M.ª Cristina en 1878.

     En 1879 se le otorga la Cruz Sencilla de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo con antigüedad de junio de 1875. En septiembre de 1880 es nombrado jefe de Detall (Oficina militar). En 1882 es designado Ayudante de Campo del Capitán General de las provincias Vascongadas. En marzo de 1887 recibe la placa de la Orden de San Hermenegildo con antigüedad de diciembre de 1886. En 1887 es destinado a Santoña. En 1889 se le nombra coronel, a punto de cumplir 47 años.

     Un accidente ferroviario se produce cerca de Burgos en 1891 y es felicitado oficialmente por su actuación. En 1894 se le nombra jefe del Regimiento de Infantería de Saboya nº6 de guarnición en el Puerto de Santa María en Cádiz. En 1895 se traslada a Cuba junto a su regimiento para luchar en la guerra.

     Tras varias batallas Ricardo Vicuña cae enfermo, pero un nuevo ascenso está en camino, esta vez será el de General de Brigada “por méritos contraídos en la campaña de Cuba”. Tras 40 años de servicio al Ejército Español y a sus 53 años. Pero le duró menos de un mes, ya que murió de “vómito negro” (fiebre amarilla) y así, este carredano de excelentes condiciones militares fue enterrado en el cementerio del municipio de Corral Falso en Cuba. Como anécdota diré que de los doce generales que murieron en Cuba, dos lo hicieron en combate y diez por enfermedad.