domingo, 4 de julio de 2021

 





   VICTORIANO SAÑUDO HERRERO

      Muchos han sido los hombres y mujeres que han salido de nuestra tierra, con la intención de mejorar sus vidas y las de su familia, procurando dejar atrás esa pobreza y miseria que en nuestros valles pasiegos se había arraigado. Soñaban con una vida mejor, y sin volver la vista atrás partían a otras regiones o naciones para luchar por sus sueños. Este fue el caso de Gavino Sañudo Herrero, natural de Selaya y de su esposa Ramona Herrero Crespo originaria de Tezanos de Villacarriedo. Ellos eran campesinos como la mayoría de las gentes de estos valles. Al casarse quisieron mejorar su situación económica y se trasladaron a Póo de Llanes en Asturias donde se establecieron regentando una mercería. Cuando Ramona se quedó embarazada de su primer hijo, no tuvieron ninguna duda de donde nacería, pues sus orígenes siempre estaban en su corazón, y decidieron que sus vástagos serían pasiegos por nacimiento.

     Cuando se acercó el momento del feliz alumbramiento regresaron a Pisueña donde nacería el 22 de junio de 1861 Victoriano Sañudo Herrero en la cabaña de su abuela materna.

     Asturias, al igual que nuestra tierra, fue cuna de emigrantes que partieron a hacer las Américas. Es en este ambiente donde crece Victoriano oyendo a diario las benevolencias de los indianos, lo bien que les iba, viendo esas casonas que se construían, y su mente juvenil ansía ser uno de ellos, tanto lo desea que el 25 de enero de 1875 con trece años embarcó en Santander a bordo del vapor francés Ville de Brest rumbo a América.

     Su familia muy amablemente, de manos de su biznieto Víctor Manuel Sañudo Díez, me hace llegar unos datos muy interesantes sobre la vida y estancia en América de nuestro protagonista de hoy.

     Después de un periodo de estancia en Cuba, tenemos conocimiento que se instaló en Ciudad de México en 1890, y como la mayoría de los emigrantes en sus comienzos trabajó como dependiente en comercios de paisanos. Entre sus amigos se encontraba un importante hacendado cántabro del valle de Soba, que falleció dejando a una viuda y cinco hijos pequeños. Al año siguiente Victoriano se casó con ella y vivieron todos juntos en la Hacienda, muy cerca de las famosas Pirámides de Teotihuacán. Su esposa fallece al poco tiempo sin haber tenido descendencia juntos. Victoriano permanece al frente de la gran Hacienda pulquera y ganadera hasta que sus hijastros tuvieron edad suficiente para hacerse cargo de ella.

     Tras dejar la Hacienda trabajó con harineros vascos en la Ciudad de México, pero sus deseos de triunfar le llevaron hacia el Puerto de Mazatlán, en el Pacífico mexicano donde trabajó con el montañés D. Antonio de la Peña durante cinco años como administrador de la compañía de Diligencias Generales de Occidente.

     Allí conocería a la que sería su segunda esposa, Refugio Barragán Garibay. Hija de un importante funcionario mexicano. Se casaron en la Catedral de Mazatlán en 1902 y tuvieron cuatro hijos: Maximino, Carmen, María, que falleció a los pocos días de nacer y Ramón.

     Dentro de su cometido en el trabajo estaba abastecer productos a lo largo del Pacífico mexicano y eso le llevó a entablar amistad con el que más adelante sería General de la Revolución Mexicana y presidente de México: el manco de Celaya, Álvaro Obregón. Victoriano suministraba de víveres al ejército y fue producto de esta amistad que recibió un mensaje de Obregón que cambiaría su vida. “Sañudo, el general fulano viene bajando hacia Mazatlán y anda fusilando a todo extranjero que se topa, así que agarre a su familia y se me va para México”. Al día siguiente se fueron con lo puesto, y vestido con uniforme de soldado federal, toman un tren militar con destino a Ciudad de México para no regresar jamás.

     Victoriano contaba con importantes amigos comerciantes asturianos, montañeses y vascos que le sirvieron para retomar nuevamente su actividad comercial. En 1922, uno de esos contactos D. José S. Razura, poderoso comerciante de Manzanillo, sin avisarle envió veinte furgones de sal (setecientas toneladas en total) para su venta en Ciudad de México.  Al conocer el carácter “echao pa´lante” de Victoriano, Razura le encomendó que los vendiera con prontitud. Este fue el inicio de una empresa salinera reconocida a nivel nacional: Sal Sañudo S.A. Sus tres hijos siguieron con ella haciéndola crecer. Unos años más tarde su hijo Ramón decide separarse e iniciar con otros socios una empresa de vinagre que también alcanzaría el liderazgo en México: Vinagres Vinal S.A.

     Victoriano falleció en Ciudad de México el 20 de agosto de 1937.

 

 


domingo, 13 de junio de 2021

 




  INTRIGAS PALACIEGAS

     Los dos edificios más representativos de Villacarriedo son el palacio de Soñanes y el colegio de los PP. Escolapios. Ambos tienen un montón de historia a través del tiempo. Grandes personajes se formaron en este último. Si nos remontamos a su comienzo no estuvo libre de polémicas e incluso se llevó a los tribunales, pues su construcción era incómoda para el segundo señor del palacio D. Domingo Díaz de Arce.

     En el año 1680 la pobreza y miseria reinaba en el Valle de Carriedo, y es justo en este año cuando nació D. Antonio Gutiérrez de la Huerta y Güemes que fue hijo legítimo de D. Domingo y Dña. Teresa, vecinos de Villacarriedo.

     En la región en aquellos tiempos eran escasos los medios que había para instruirse y sin duda esto lo llevaría siempre en sus pensamientos.

     Siendo muy joven y viendo las penurias que había en su casa decide que la mejor manera de acabar con esa miseria era irse a Andalucía. Allí otros jándalos habían conseguido remontar y hacerse con una fortuna y un don que antecediera a su nombre. Es muy probable que comenzase como chicuco en alguna tienda de ultramarinos, pero de lo que si estamos seguros es de que a los 24 años ingresa como soldado voluntario en el ejército en Córdoba y aquí comienza su carrera militar. Participó en la lucha de sucesión entre las casas de Austria y Borbón, tomando parte por estos últimos y es nombrado capitán de caballos corazas. Al vencer los Borbones y como agradecimiento por sus servicios le nombran Administrador de la Real Aduana de Cádiz, caballero de Santiago y del consejo de su Majestad en la Contaduría Mayor de Cuentas. Tiene un historial impecable al servicio de su Majestad al que sirve durante más de treinta años.

     A los treinta y dos años se casa en Madrid con doña Melchora González que aporta al matrimonio 27.000 reales en metálico, bienes y alhajas. Pero no tendrán descendencia por lo que hereda todos los bienes de su esposa. Pasados los años contrae nuevas nupcias en Cádiz con doña Catalina Vandín Salgado, con la cual tampoco tiene hijos.

     Al enviudar sin sucesión y siendo poseedor de una gran fortuna, comienza a madurar la idea de hacer una Fundación a través de la cual cumpliría sus sueños de dotar a sus vecinos carredanos con un importante colegio e iglesia que sirvan en un futuro para darles una buena educación gratuita. Al fallecer dejaría a su sobrino al frente.

     Don Antonio además de familia, era gran amigo del Intendente de Aragón D. Juan Antonio Díaz de Arce, caballero de la Orden de Santiago, Agente General de la M.C. en la Corte de Roma y quien estando en esta ciudad, manda construir el palacio en el mismo lugar donde estaba la antigua torre solariega de Arce en la que había nacido. Ésta se aprovechó para hacer el hueco de la nueva escalera. El famoso arquitecto que dirigió esta colosal obra fue el italiano Cósimo Fontanelli. Como anécdota diré que el coste total fue de 140.000 ducados. 385.000 de las antiguas pesetas.

     Don Antonio Gutiérrez de la Huerta y Güemes pone en conocimiento de su amigo la idea de hacer un colegio e iglesia para la educación gratuita de sus convecinos en el Cagigal de Pellegero entre Bárcena y Tezanos. D. Juan Antonio Díaz de Arce le ofrece su ayuda económica si le hiciese falta para hacer una obra más ambiciosa, pues él también había pensado hacer algo con la escolarización de los niños y le quita la idea de construirlo en el lugar indicado, haciéndole ver las incomodidades y contratiempos para los alumnos llegado el invierno. Le propone hacerlo en el lugar donde se construyó, junto al palacio. En este lugar el Fundador tenía unas casas y terrenos que habían sido propiedad de sus padres.

     D. Antonio pide y obtiene todos los permisos para llevar a cabo tan ambiciosa obra y así lo suplica al arzobispo de Burgos en cuya Diócesis se hallaba el Valle de Carriedo. Igualmente lo obtiene del rey Felipe V

     D. Juan Antonio falleció en 1734 sucediéndole D. Domingo Díaz de Arce y su amigo D. Antonio murió el 24 de julio de 1736. 

     Fallecido el primer señor del palacio, su heredero pone pleito a los patronos del colegio cuando estaba en construcción. Su alegación fue que se privaba a su casa y huerta de aires, luz y vista. Aprovechándose del cargo que ostentaba de ministro del Consejo Real y acudiendo al Nuncio de Su Santidad, que ordenó suspender las obras, pero el patrono apeló a los tribunales del reino y éstos levantaron la prohibición fallando a favor del colegio.

 

    


domingo, 23 de mayo de 2021

 






        LOS “HAIGAS” EN VALLES PASIEGOS

     Siempre se ha dicho que la etapa más bonita de la vida es la infancia. Yo creo que cada edad tiene su encanto. Aunque bien es cierto, que mi mente con frecuencia recuerda los buenos momentos vividos en ella. Recientemente recordaba uno de tantos días en casa de mis abuelos en Villacarriedo, cuando era pequeñita, en este aspecto fui privilegiada, pues al tener ellos un comercio, me permitió conocer a todos los vecinos de este pueblo y a la mayoría del valle de Carriedo. Por la tienda pasaban todo tipo de personas, madres que hablaban de lo bien que les iba a sus hijos en México, y orgullosas contaban en que trabajaban y esperaban ansiosas sus cartas o el momento de volver a verlos y abrazarlos, otras hablaban del campo, que una vaca se les había enfermado y estaban esperando al veterinario. Yo, jugaba y observaba todas aquellas escenas.

     Reconozco que mi abuelo tenía gran visión comercial, pocas tiendas en aquellos tiempos gozaban de exquisiteces o delicatessen como la que él tenía, pero claro, contaba con clientela para estos productos.

     Recuerdo a los antiguos dueños del Palacio de Soñanes, doña María Luisa y don Gonzalo. La antigua señora del palacio, era una dama que siempre me cautivó por su elegancia y sencillez innata. Esbelta, con el pelo blanco recogido en un moño, de delicados movimientos y con una sonrisa que pareciese formar parte de su figura. Siempre amable, solía acudir al supermercado para hacer los pedidos que posteriormente le llevaban mis tíos. Con frecuencia yo iba con ellos al palacio y allí los dejaban en la gran cocina. Recuerdo ver ese espectacular monumento que al observarlo en el exterior te deja sin palabras por su belleza absorbente, pero sin duda alguna, lo que me cautivó fue la preciosa escalera, nunca había visto algo igual, parecía sacada de los cuentos de hadas que yo leía en aquellos tiempos.

     Un día doña María Luisa acudió al comercio e hizo un gran pedido, con abundantes delicatessen, pues en fechas cercanas se daría una fiesta en palacio. Recuerdo esos momentos en Soñanes, en aquella época eran muy pocos los coches que circulaban, pero Carriedo en esas jornadas se llenaba de vehículos muy lujosos. A mí me gustaba sentarme en un banco de piedra situado en el exterior de la tienda donde solía estar el anciano padre del cura del pueblo, un señor muy agradable que me daba caramelos. Cuando los vehículos subían en dirección al palacio, los vecinos miraban con curiosidad los automóviles desfilar, uno tras otro. Y algunos de los curiosos decían: “Menudos haigas que suben, esos no valen cuatro perras”. Mi curiosidad de niña comenzó con los por qué. ¿Por qué se llama haiga, si es un coche? El padre del cura con toda la paciencia del mundo me respondió: -Mira, una vez se fue el hijo de un pasiego a hacer fortuna a las Américas, y cuando iba a volver le dijo al padre que quería traer un coche, y éste le respondió: -Pues trae el mejor que haiga, para que los vecinos vean lo bien que te ha ido, compra el más grande, vistoso, elegante y caro, vamos, el mejor que haiga. Y por eso a los coches caros y lujosos también se les conoce como haigas en los Valles Pasiegos.


domingo, 2 de mayo de 2021

 





GENERAL RICARDO VICUÑA DIEGO. Artículo más técnico como profesional militar.


     Hoy quiero recordar a otro ilustre carredano, Ricardo Vicuña Diego. Su familia muy amablemente me ha cedido un trabajo de investigación del señor Luis Novoa que me ha servido de base para entretejer este escrito.

     Ricardo Vicuña Diego nace en Selaya el 2 de septiembre de 1842. Hijo del capitán de Infantería León Vicuña Sanz y de su esposa Cayetana Diego Fernández. Siguiendo la tradición paterna ingresa a los 13 años como soldado voluntario en el Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo, con sede en Olot (Girona).

     Su carrera comienza siendo muy prometedora ya que al año siguiente asciende a cabo 2º, a los cinco meses sin haber cumplido aún los catorce años, sale de operaciones a las órdenes del comandante de su Batallón, siendo ascendido por esta acción a Sargento 2º.

     En septiembre de 1857 ingresa como Cadete de Cuerpo y comienza su carrera militar. Después de prestar servicio en varias provincias es ascendido en 1860 a Alférez al terminar sus estudios satisfactoriamente contando con 18 años.

     Sufre dolores reumáticos que le llevan a coger varias bajas consecutivas.

     Con veintidós años se casa con Antonia Armendáriz Ladaba, natural de Tafalla. No tendrán descendencia.

     Su carrera sigue en ascenso vertiginoso, Nunca olvida a su pueblo natal y varias son las visitas que hace a Selaya para estar con su familia.

     Los ascensos siguen llegando, Teniente de Infantería, Capitán de Infantería…

     El 18 de septiembre de 1868 los generales Prim y Serrano se sublevan en Cádiz, pues en esa época la impopularidad de la reina Isabel II era muy grande debido a la crisis económica y otros factores. La reina se ve obligada a huir a Francia y se establece un gobierno provisional presidido por Serrano, siendo el general Prim ministro de guerra. Se convocan elecciones para enero de 1869 que dan paso a la considerada como la primera Constitución democrática del Reino de España, anticipándose varias décadas a otros países europeos en cuanto a los logros políticos y sociales alcanzados.

     La carrera de Ricardo Vicuña continua, y sus ascensos y premios siguen llegando. Por su buen comportamiento es premiado con la Cruz Roja de Primera Clase del Mérito Militar. Varias veces es herido y tras sus tratamientos en los Hospitales Militares siempre regresa a Selaya para su total recuperación.

     Amadeo de Saboya es nombrado nuevo rey en 1871, pero el italiano no es querido en España y sufre un gran rechazo, abdicando en 1873 y regresa a Italia.  El 11 de febrero Las Cortes proclaman la I República.

     En 1874 se le concede una nueva medalla conmemorativa del sitio de Bilbao. Este mismo año se produce un golpe militar y Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido por el general Serrano. Suspendiendo La Constitución y los derechos y libertades.

     En diciembre de 1874 tras un golpe militar el hijo de Isabel II, Alfonso XII es proclamado como nuevo rey.

     Por méritos en la guerra contra los Carlistas se le conceden las medallas de la Cruz Roja 2º Clase del Mérito Militar y la medalla de la Guerra Civil y la de Alfonso XII con los pasadores de Pamplona, Treviño, Elorrieta y Orio. Mas tarde se declara “Benemérito de la Patria” otra medalla en su poder es la Cruz Blanca de 2º Clase, por el matrimonio del rey con M.ª Cristina en 1878.

     En 1879 se le otorga la Cruz Sencilla de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo con antigüedad de junio de 1875. En septiembre de 1880 es nombrado jefe de Detall (Oficina militar). En 1882 es designado Ayudante de Campo del Capitán General de las provincias Vascongadas. En marzo de 1887 recibe la placa de la Orden de San Hermenegildo con antigüedad de diciembre de 1886. En 1887 es destinado a Santoña. En 1889 se le nombra coronel, a punto de cumplir 47 años.

     Un accidente ferroviario se produce cerca de Burgos en 1891 y es felicitado oficialmente por su actuación. En 1894 se le nombra jefe del Regimiento de Infantería de Saboya nº6 de guarnición en el Puerto de Santa María en Cádiz. En 1895 se traslada a Cuba junto a su regimiento para luchar en la guerra.

     Tras varias batallas Ricardo Vicuña cae enfermo, pero un nuevo ascenso está en camino, esta vez será el de General de Brigada “por méritos contraídos en la campaña de Cuba”. Tras 40 años de servicio al Ejército Español y a sus 53 años. Pero le duró menos de un mes, ya que murió de “vómito negro” (fiebre amarilla) y así, este carredano de excelentes condiciones militares fue enterrado en el cementerio del municipio de Corral Falso en Cuba. Como anécdota diré que de los doce generales que murieron en Cuba, dos lo hicieron en combate y diez por enfermedad.

    


 





                 GENERAL RICARDO VICUÑA DIEGO 

      Hoy quiero recordar a otro ilustre carredano, Ricardo Vicuña Diego. Su familia muy amablemente me ha cedido un trabajo de investigación del señor Luis Novoa que me ha servido de base para entretejer este escrito.

     El padre de Ricardo se llamaba León Vicuña Sanz y era natural de Navarra. Llegó a nuestra tierra con las guerras Carlistas, pues era capitán de infantería. Conoció a Cayetana Diego Fernández, una hermosa carredana del barrio de Bustantegua en el pueblo de Selaya y quedó prendado de la joven, tanto, que se casaría con ella. Ambos tuvieron varios hijos, entre los que se encontraba Ricardo, que nació el 2 de septiembre de 1842 en el pueblo de Selaya. Todos los vástagos de León y Cayetana hicieron la carrera militar al igual que su padre, excepto uno de ellos que tenía problemas de oído.

     Ricardo ingresó a la temprana edad de 13 años como soldado voluntario en el Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo, con sede en Olot (Girona). Tuvo una brillante carrera militar, obteniendo desde su llegada al ejército numerosos premios, medallas, ascensos y condecoraciones. Varias veces fue herido en combate, y siempre, después de los primeros cuidados en los Hospitales Militares regresó a su muy querido pueblo de Selaya, para su total recuperación, al cuidado de su familia. Desde muy joven sufrió dolores reumáticos que le llevaron a coger varias bajas consecutivas.

     A los veintidós años se casa con el amor de su vida, Antonia Armendáriz Ladaba, natural de Tafalla, pero no tendrán descendencia.

     Su carrera sigue un ascenso vertiginoso donde se suceden todo tipo de premios, medallas y ascensos, entre ellos la placa de la Orden de San Hermenegildo. Numerosos son los cambios de destino por diferentes provincias españolas, pero sin duda uno de los que más feliz le hizo fue el traslado a la villa de Santoña, pues esto le permitiría estar más cerca de su pueblo natal y de su familia. Disfrutó junto a su esposa momentos muy agradables en el Balneario de Puente Viesgo.

     Varios acontecimientos importantes se vivieron a lo largo de su carrera militar. El 18 de septiembre de 1868 los generales Prim y Serrano se sublevan en Cádiz, pues en esa época la impopularidad de la reina Isabel II era muy grande debido a la crisis económica y otros factores. La reina se ve obligada a huir a Francia y se establece un gobierno provisional presidido por Serrano, siendo el general Prim ministro de guerra. Se convocan elecciones para enero de 1869 que dan paso a la considerada por muchos como la primera Constitución democrática del Reino de España, anticipándose varias décadas a otros países europeos en cuanto a los logros políticos y sociales alcanzados.

     Amadeo de Saboya es nombrado nuevo rey en 1871, pero el italiano no es querido en España y sufre un gran rechazo, abdicando en 1873 y regresa a Italia.  El 11 de febrero Las Cortes proclaman la I República.

         En 1874 se le concede a Ricardo una nueva medalla conmemorativa del sitio de Bilbao. Este mismo año se produce un golpe militar y Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido por el general Serrano. Suspendiendo La Constitución y los derechos y libertades.

         En diciembre de 1874 tras un golpe militar el hijo de Isabel II, Alfonso XII es proclamado como nuevo rey.

         Cuando Ricardo Vicuña era coronel, un accidente ferroviario se produce cerca de Burgos en 1891 y es felicitado oficialmente por su actuación. En 1894 se le nombra jefe del Regimiento de Infantería de Saboya nº6 de guarnición en el Puerto de Santa María en Cádiz. En 1895 se traslada a Cuba junto a su regimiento para luchar en la guerra.

        Tras varias batallas cae enfermo, pero un nuevo ascenso está en camino, esta vez será el de General de Brigada “por méritos contraídos en la campaña de Cuba”. Tras 40 años de servicio al Ejército Español y a sus 53 años. Pero le duró menos de un mes, ya que murió de “vómito negro” (fiebre amarilla) y así, este carredano de excelentes condiciones militares fue enterrado en el cementerio del municipio de Corral Falso en Cuba. Como anécdota diré que de los doce generales que murieron en Cuba, dos lo hicieron en combate y diez por enfermedad.

 

 

    

 

   


domingo, 28 de marzo de 2021

 





                 ANTONIO FERNÁNDEZ-ALONSO Y DIEGO

     Muchos fueron los cántabros que se fueron a otras tierras en busca de fortuna. Entre ellos Antonio Fernández-Alonso y Diego, carredano de nacimiento que concretamente nació en Selaya en el año 1823.

     Partió a Úbeda en la provincia andaluza de Jaén. Allí le fueron muy bien las cosas, adquirió numerosas fincas y consiguió ahorrar una nada despreciable fortuna en aquellos tiempos. Este carredano viajaba con frecuencia a su pueblo natal, siempre que sus obligaciones se lo permitían. Como anécdota contaré que en el último viaje a su tierra, siendo ya mayor, al bajarse del tren en Guarnizo se cayó y ya nunca más pudo volver a caminar.

     Antonio Fernández-Alonso y Diego era soltero, y sin duda la idea de morir sin descendientes directos le hizo meditar mucho lo que haría con su fortuna. Como buen carredano quiso que ésta revirtiera para bien de sus vecinos. Y tal vez, con estos pensamientos llegó a la conclusión de que una Fundación sería la solución. Y así antes de morir en el año 1908 a la edad de 85 años y ser enterrado en su muy querido pueblo de Selaya, hizo testamento.

     Tenemos conocimiento que lo otorga en la localidad de Málaga el 10 de junio de 1878 y dispone que las tres cuartas partes de sus bienes se empleen en títulos y con sus rentas sostener a perpetuidad unas escuelas gratuitas, para varones y hembras, en la villa de Selaya, enseñar a los varones las asignaturas necesarias para la carrera de comercio y a las hembras los conocimientos elementales, superiores e indispensables a la mujer. El maestro recibirá de la fundación la cantidad de 1250 pesetas anuales, mientras que la maestra 1000 pesetas. Resultando que por testamento ológrafo del mismo señor en la notaría de D. Celestino Menéndez Villamil, residente en Villacarriedo y otorgado en 28 de agosto de 1901 confirma la fundación Antonio Fernández-Alonso y Diego. Está dotada con capital suficiente para el sostenimiento teniendo carácter de perpetuidad.

     Según escritura fundacional los patronos han de ser dos, que determina entre sus sobrinos el fundador. Se han de elegir siempre entre sus familiares sin que intervengan el estado, provincia o municipio. Se asignaba la cantidad de 125 pesetas anuales a los patronos para viajes y que pudiesen reunirse, ya que vivían en diferentes lugares. En concepto de gastos de administración la cantidad de 250 pesetas. Todos los gastos eran inalterables.

     También dejó a varios familiares el usufructo de varias tierras y casas en Selaya y Úbeda. Con el tiempo todos estos bienes se vendieron para capital fundacional que debía de estar en láminas intransferibles en el Banco de España en Madrid, esta fue la voluntad del fundador. El capital fundacional era de 193.500 pesetas y esto producía un líquido anual de 2.981 pesetas, pero el fundador no prevé el avance de la vida y con ello la pérdida de capacidad adquisitiva de la moneda.

       Al pasar los años fueron establecidas dos escuelas nacionales en Selaya, una de niños y otra de niñas, con lo cual la enseñanza a cargo de la Fundación quedó suficientemente atendida, incluso con el mismo profesorado.

     Al no tener capital suficiente, se solicita modificar la Fundación y con las rentas de la misma, se dota una Congregación de Religiosas obligada a dar instrucción complementaria y secundaria gratuita a las jóvenes de esta villa, se autoriza el 11 de febrero de 1950, y el 1 de septiembre de 1955 se reúnen la Reverenda Madre Superiora General de las Hijas de los Dolores de María Inmaculada y el secretario de la junta provincial de Beneficencia en representación del Patronato, se comprometen a que la mencionada orden cumpla todas y cada una de las condiciones exigidas y el Patronato hará entrega a la  congregación del 75% de las rentas fundacionales y de la casa fundacional para colegio.

 

 


domingo, 7 de marzo de 2021

 






LOS CARREDANOS NUNCA OLVIDAN SU TIERRA   

 

     Recientemente hablaba del impresionante convento de la Purísima Concepción de la Canal de Villafufre, en el Valle de Carriedo, mandado construir por D. Domingo Herrera de la Concha y su primera esposa doña Catalina González Lossada que se inauguró el 29 de junio de 1665 y fue construido en un solar de su propiedad, a partir de un proyecto del maestro de cantería de Galizano, Francisco de la Riva Velasco (1653). Este edificio de arte barroco se encuentra junto al palacio de los señores que lo mandaron erigir y se comunicaba interiormente con dicho monasterio, ya que conducía directamente a la iglesia donde escuchaban misa. La iglesia se divide en tres zonas, por un lado, un habitáculo cerrado con unas verjas a la altura del coro, en el lado izquierdo del altar mayor desde el cual los señores escuchaban misa. Por otro, donde el pueblo llano podía asistir a las ceremonias y en tercer lugar el coro cerrado por unas gruesas verjas, lugar donde las monjas concepcionistas franciscanas hacían sus rezos. Tengo que reconocer que este coro me impresionó mucho, pues nunca imaginé que pudiese esconder una sillería tan imponente. Al contemplarla pude compararla con las que había observado en las catedrales. Era algo sobrecogedor. En este espacio coral se reunían las religiosas. Mi imaginación se trasladó a otras épocas y me dio la sensación de estar escuchando los salmos rezados y cantados, las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento u oraciones como el Pater Noster o el Ave María.

     Este convento cuenta con un tesoro en cuanto a esculturas funerarias, ya que son contadas las existentes en Cantabria. Frente al altar mayor de la iglesia, uno a cada lado, yacen ambos cónyuges, y sobre ellos se conservan en perfecto estado unas estatuas orantes realizadas por el escultor Gabriel de Rubalcaba hacia 1671. En el caso de la señora es única en su género porque lleva un abanico.

     Este caballero del valle de Carriedo, como tantos carredanos demostró su valía y su buen ojo para los negocios y para escalar puestos en la nobleza española de la época, ya que comenzó sus andaduras en la Corte como un simple criado y fue ascendiendo hasta que tuvo suficientes caudales para tratar negocios en las Indias. En sus comienzos también fue despensero del conde duque de Olivares y vendía vino caro, perdices y perniles, este comercio también era atendido por su primera esposa. Cuando la consorte del conde duque doña Inés de Zúñiga y Velasco fallece en 1647 le deja en herencia una paga que cubriría sus gastos de por vida. Esto era una paga vitalicia de 116 maravedís diarios. Pero como buen carredano supo moverse en la Corte y gozó de la confianza del rey Felipe IV de quien era ujier de cámara (Criado del rey que asistía en la antecámara para cuidar la puerta y de que sólo entraran las personas que debían entrar por sus oficios o motivos) y así se fraguó una gran fortuna además de títulos nobiliarios. Fue uno de los hombres de negocios más importantes de aquella época. Entre los que podemos destacar asentista (administrador de las municiones del ejército), banquero y administrador de bienes particulares, entre otros. Su casa era un claro ejemplo del gran lujo y opulencia en que vivía. Falleció el 14 de enero de 1672 a las seis de la mañana en Madrid dejando escrito en su testamento su deseo de ser enterrado en la iglesia de San Nicolás y amortajado con el hábito de San Francisco. Dispuso que a la mayor brevedad posible se le trasladase al convento de La Canal de Carriedo.

      En su testamento lega entre otros, a Nuestra Señora de Valvanuz del lugar de Selaya 50 ducados, a Nuestra Señora del Soto del Valle de Toranzo, 20, a la ermita de la Magdalena de Bustillo 30. Hasta su muerte tuvo presente a la tierra que le vio nacer.