domingo, 6 de septiembre de 2020















FERIAS DE AÑO EN SARO Y LA ABADILLA DE CAYÓN

     La feria de Las Candelas en Saro era muy concurrida, se dice que su especialidad fueron los toros. La mayoría bajaban desde Carcaval, Merilla y San Roque de Riomiera. Eran conducidos por los pasiegos con la precaución que estas bestias requerían pues tal parecían toros bravos de lidia.
     Nos cuenta EL DIARIO MONTAÑÉS en su publicación del 8 de marzo de 1917 que media docena de pasiegos daban la guardia de honor con sus palancos o velas y al encontrarse gente en el camino gritaba el dueño del animal: “¡Quitaos day, quil jato está vistoso” ya que el animal estaba receloso por venir de sitio solitario de lugar “solido” como explicaban los dueños de los sementales!
     Los becerros eran holandeses y suizos, grandes moles de carne de bonita pintura y estampa, pero carecen para la engarra, agilidad de pies, potencia de testuz y sangre fina de pasiegos y tudancos. No obstante, eran numerosas las peleas entre los toros y muchos los curiosos que las presenciaban.
     José María Ortiz nos cuenta en su artículo que estos toros eran hijos de aquellas buenas mozas que valían mil pesetas para arriba y que bebían muchos litros de suero que producen sus aparatosas madres, pero que los del país toman poca leche, eso sí, ¡pero manteca líquida, nata pura!
     La feria de Las Candelas con el tiempo fue viniendo a menos hasta desaparecer por completo. En sus primeras andaduras se contaba por semanas, luego por días y después desapareció.
   Otras ferias de año de gran importancia en la comarca del Pisueña fueron las de La Abadilla de Cayón. Tenemos conocimiento de un decreto del año 1853 que dice: “El Ayuntamiento de Santa María de Cayón de acuerdo con el Sr. Gobernador, ha acordado establecer un mercado y dos ferias, verificándose aquel el sábado de cada semana y estas los días 17 y 18 de enero y la segunda el 19 y 20 de marzo de cada año, teniendo uno y otro lugar en el pueblo de La Abadilla y sitio de San Antonio. Dado en 14 de diciembre de 1853. El alcalde Manuel de la Rosa. (B.O. nº21 año de 1853)”. Estas ferias y mercados se realizaban alrededor de la ermita de San Antonio Abad.
     En 1905 se trasladan dichos mercados y ferias al barrio de Sarón siendo alcalde D. Gregorio Ruiz, vecino de La Abadilla. Se harán estos mercados de ganados en lo sucesivo con carácter mensual en el Cagigal del Campo de la Sierra. Celebrándose por primera vez el 11 de abril de 1905.
     Durante los años que se celebró en San Antonio fue una fiesta muy entrañable para los vecinos, en particular la de San Antón, pues al ser el patrón de los animales se oficiaba una misa en la que estos eran bendecidos, acudían todo tipo de animales domésticos, perros, gatos, gallinas, conejos, asnos, cerdos… 
     Mientras tenía lugar la bendición de los animales y posteriormente la misa mayor, la feria había comenzado a primeras horas de la mañana y allí se daban cita los ganaderos de la comarca.

    

     






domingo, 23 de agosto de 2020













FERIAS DE AÑO EN LA CUENCA DEL PISUEÑA

     Si gran fama y reconocimiento tuvieron las ferias de año en la cuenca del Pas, las del Pisueña no fueron menos. Así podemos encontrar que en el año 1828 el rey Fernando VII concede al lugar de Selaya en la provincia de Santander el privilegio para celebrar una feria en los días 24 a 29 de junio de cada año, al mismo tiempo lo hace para continuar con el mercado que se celebraba todos los domingos.
     Estas ferias y mercados gozaban de gran afluencia de gentes y ganados por la proximidad con las villas de Vega de Pas, San Pedro del Romeral, San Roque de Riomiera y los valles de Carriedo, Toranzo, Luena, Cayón y Penagos.
     Estas comarcas dependían mayoritariamente del ganado por ser su mayor fuente de riqueza. Se dice que eran los más ricos de la provincia en vacuno y mular. También sus transacciones en ganado de cerda eran muy importantes y numerosas.
     En estas reuniones de compra y venta en Selaya se trataba en trigo, maíz, cuerdas, sogas y maromas y telas de algodón. En varios papeles y documentos antiguos se indica que se comercializaba en salmón y demás pescados escabechados y secos.
     Actualmente sigue celebrándose un mercado semanal los domingos, aunque nada tiene que ver con el esplendor y bullicio del pasado.
     Otra feria de gran prestigio y popularidad fue la de Saro en el valle de Carriedo, tenemos constancia que ya se celebraba en el año 1826. Esta era anual y se llamaba de “Las Candelas” se celebraba los días 2 a 17 de febrero, pero se da el caso de que algunos años y por culpa de la climatología hubo de aplazarse. Uno de estos retrasos se produjo en 1845 y se pide licencia para poder alargarla hasta el día 20 y lo mismo sucede en el año 1847 que a causa de una gran nevada se prorroga hasta el día 22.
     Encontramos en el periódico “EL ECO DE CARRIEDO” Nº4 de fecha 17 de febrero del año 1895 información sobre este evento, en el que narra el vecino  “El Cotano” que esta se ha venido a menos, que para ferias las que se hacían 50 años antes a las que acudían ganaderos de Salamanca, León y Castilla y hasta más allá de Torrelavega y en las que los comercios se llenaban de compradores y había bailes, juegos y cantes y todo. En este artículo se dice que en el pueblo vivían hombres de pro y había un capellán de guanizantes que era neto y campechano de verdad y no negaba un “napoleón” a ningún vecino. Había jóvenes como castillos y arrogantes que bailaban con castañuelas y se daban palizas de verdad y no las moscas de hoy en día, que algunos parecen canutos de hojalata. En el baile tocaba Colás el violín y su consorte Guillermina zarandeaba las panderetas. En el ferial había una mesuca chica, pero algo sucia para cobrar la alcabala (antiguo tributo o impuesto). Al frente de un figón (taberna de baja categoría) estaba la gitana de Tezanos que no traía malas cosas. Para los señores tenía “anisao” y ginebra, con buena comida. Nos cuenta que hacía 50 años iba a pescar a Toranzo y “Carandá” y que de cada bardal salía un salmón y se cogía un cuévano de truchas en una “bocaná”.


domingo, 9 de agosto de 2020


       











FERIAS DE AÑO EN LA CUENCA DEL PAS

     Siguiendo con la importancia que tuvieron las ferias a orillas del Pas y Pisueña, hoy hablaré de las del valle de Toranzo donde podemos encontrar la de Nuestra Señora del Carmen en San Martín de Toranzo. El gobernador civil de Santander solicitó el real permiso para celebrar una feria en dicho pueblo los días 14, 15 y 16 de julio y se autorizó en el año 1834 para celebrarse por primera vez en 1835. En este mercado, además de ganado también se comercializaba en linos, cáñamos y maíz.
       Encontramos una reseña en el B.O.S. número 153 del año 1868 que dice lo siguiente: “ El local destinado a ferial es sin género alguno de duda uno de los más pintorescos y agradables de La Montaña, poblado de arbolado y próximo al río Pas, y a pocos metros de la carretera de Santander a Burgos; ofrece cuantas comodidades puedan apetecerse y de fijo el feriante no echará de menos fondas donde hallar bueno y económico servicio, así como cuanto necesite para el ganado que compre y conduzca. Santiurde de Toranzo, 21 de junio de 1868”.
     En San Vicente de Toranzo se celebraba la feria de San Vicente Mártir los días 22, 23 y 24 de enero. Tenemos datos, creemos que de su comienzo, en el año 1900. En sus primeras andaduras no se cobraba “arbitrio” alguno y se facilitaba a los ganaderos de otras localidades gratuitamente alimentos para así hacer propaganda de dicho evento y ¿qué mejor manera que el boca a boca de la gratuidad de dicha concentración ganadera además del abastecimiento de ricos alimentos? El señor gobernador civil de la provincia en sus inicios solía hacer donaciones para premios, así encontramos una anotación de una donación de 100 pesetas, destinando 50 para el mejor semental de raza del país y 50 a la mejor vaca de dicha raza. Lo mismo hacía el Ayuntamiento adjudicando otros premios iguales al mejor semental y a la mejor novilla de raza extranjera o mixta.
     Las ferias solían estar muy concurridas presentándose excelente ganado en las que sobresalían los sementales suizos y tudancos. Las transacciones podían superar las 300 reses.
     Otra feria importante en el Real Valle de Toranzo era la de San Andrés de Luena, en el año 1829 a petición del Consejo y Real provisión librada a su virtud, se servía el rey Fernando VII de España llamado “el Deseado” y el rey “Felón”, conceder licencia y facultad para la celebración de una feria en los días 15, 16 y 17 de agosto de cada año la cual debía celebrarse por primera vez en el año 1830.
      De gran importancia y popularidad era la de “El Ángel” en Vargas.  Tras la solicitud para celebrar dicho evento “Su Majestad, la reina gobernadora María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, madre de Isabel II, concede gracia para celebrar durante tres días por Real Orden del día 22 de junio de 1837 la denominada feria de “El Ángel” que comienza a celebrarse los días 1, 2 y 3 de marzo de 1838 en el lugar de Vargas, Real Valle de Toranzo y hoy Ayuntamiento de Puente Viesgo.  Como anécdota contaré que en el año 1841 se trasladó por el mal tiempo a los días 19, 20 y 21 de marzo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              




martes, 4 de agosto de 2020



















  “EL HASTÍO DE LOS ESPAÑOLES”

     Día a día se agrava la crisis de la COVID-19, cada vez son más los nuevos contagiados. Los ciudadanos hartos del encierro de la cuarentena y con el verano que no ayuda a la reclusión, en una cultura como es la española de reuniones con los amigos alrededor de una taza de café o compartiendo unas cervezas mientras se intercambian risas y novedades, se sienten impotentes. Todo esto ha sido un golpe para los más jóvenes, que incrédulos por la falta de imágenes de la gravedad de la pandemia, se lo toman a broma y creen que no va con ellos, que solo es cosa de los viejos, se sienten a salvo en esa especie de burbuja que les produce la fantasía de la ignorancia. Con frecuencia se reúnen en torno al botellón, no guardan distancias ni utilizan las mascarillas. El coronavirus se frota las manos ante unas victimas seguras, que le harán introducirse en el seno de sus familias mas resguardadas a sus ansiados propósitos de destrucción y muerte.
     Mucho se habla del origen de esta pandemia, las autoridades nos dicen que viene de los murciélagos, pero hay científicos que aseguran que ha sido creado en un laboratorio, lo cierto es que nunca se sabrá a ciencia cierta. 
     La OMS nos dice que tendremos que aprender a vivir con el coronavirus porque no se va a ir nunca, y con esta realidad conviven desde hace varios meses los españoles.
     Hartos y hastiados de la situación en el país contemplan además de los nuevos brotes, otros brotes que nada tienen que ver con la enfermedad, pero que son igual de peligrosos para el bienestar social. En una España golpeada por los frecuentes escándalos de quienes debieran brindarla, los ciudadanos se sienten humillados, engañados y robados ya no en sus arcas, que también, en la confianza tantas veces ultrajada por esos políticos sin escrúpulos que ningunean la buena fe de un pueblo que le queda muy grande a sus gobernantes.
     Este país mil veces se ha levantado de la adversidad, con frecuencia lo han robado y humillado, pese a ello, ha seguido luchando, trabajando, para conseguir las comodidades y el bienestar que ahora disfrutamos. Durante generaciones ha sido así, por ello, cada vez que quienes están en el poder nos defraudan, un dolor muy grande mezclado con el cabreo y la impotencia invade a una sociedad que cada vez está más cansada de curar las heridas que le producen aquellos que debieran estar para protegerles.
                            Gilda Ruiloba.

domingo, 26 de julio de 2020

















FERIAS EN EL VALLE DE TORANZO

     Recientemente hablaba de la importancia que tuvieron las ferias ganaderas a orillas del Pas, como la de Vega de Pas, Entrambasmestas y Villasevil.
     Hoy quiero hablar de otras que también han tenido gran relevancia durante muchos años, así he podido constatar que en el Ayuntamiento de Santiurde de Toranzo se comenzó a celebrar en el año 1772 la conocida como feria de San Agustín. Y podemos encontrar en el B.O. número 92, año 1857 la siguiente orden: “Ayuntamiento de Santiurde de Toranzo.- Este Ayuntamiento, en reunión de este día ha acordado proceder a la subasta de arbitrio de dos reales en res vacuna que se presente en el local de la feria de San Agustín por razón de puesto, cuyo impuesto se halla aprobado para atenciones municipales en los días 9 y 17 de agosto en las condiciones que se hallan de manifiesto en la Secretaría de este Ayuntamiento. Lo que se inserta para que llegue a conocimiento del público. -El Alcalde Alejandro Ordoñes.”
     Este era uno de los mercados con mayor afluencia de público de toda la provincia. Acudían en gran número los vendedores, tanto de animales, como de diferentes mercancías, pues los buenos resultados en las ventas hacían que cada año se dieran cita en el espacioso ferial, e incluso, aumentaran los negociantes, deseosos de obtener unos buenos beneficios ya que en gran medida sus economías dependían de estas ferias.
     Los ganaderos de Madrid se acercaban a este lugar, demostrando gran interés por las vacas paridas de raza pasiega. También era habitual encontrar entre los animales en venta, muchas parejas de bueyes, pues eran muy utilizados en aquellos tiempos para las labores de labranza y transporte.
     Pero no todo era positivo en estas ferias, se da el caso,  que como en nuestros tiempos,  los impuestos resultaban excesivos y así lo recoge “EL CANTABRO” en su número de 5 de septiembre de 1884 cuando dice: “Nada puedo elogiar a la Corporación por los sacrificios que haya hecho para que la feria sea una de las principales de La Montaña, pues por el contrario he oído quejarse a muchos vecinos de que el Ayuntamiento trata de sacrificarla con muchos impuestos que a los vendedores carga.” 
     Estas ferias terminaban con un animado baile al que acudían los mozos y mozas de los valles de Toranzo, Carriedo y pueblos y barrios de la comarca.  Con su simpatía y alegría ponían un excelente broche final a las exposiciones y transacciones que allí acontecían, bajo la atenta y curiosa mirada de los más mayores, que sin duda recordaban con nostalgia sus tiempos de juventud.
     Otra feria de la comarca era la de Alceda, la organizaba y patrocinaba el Ayuntamiento de Corvera de Toranzo y se celebraba en el parque de Alceda, allí acudían los ganaderos con sus ganados desde Castillo Pedroso, Quintana, Borleña, San Vicente, Alceda, Luena, Puente Viesgo y San Felices de Buelna entre otros muchos lugares. No podía faltar en estos acontecimientos los piteros del Valle Torancés que animaban con sus actuaciones a todos cuantos allí se daban cita.












 “DE AQUELLOS BARROS, ESTOS LODOS”


     Dicen que los ancianos son una fuente de sabiduría y así lo creo yo también. Observando todo cuanto ha acontecido en los últimos tiempos, mi mente regresa a otra época, y recuerdo conversaciones de mi abuelo con sus amigos y lo que en una de ellas les espetó, reunidos ante una taza de café hablaban de sus hijos y de la economía,  les dijo:- De lo que algo estoy seguro, es  que si queréis tener un hijo tonto, no tenéis nada más que mandarlo a la calle, a las fiestas, con sus amigos, sin dinero, la falta de este les hará unos seres inútiles, porque se sentirán amarrados, sin poder de decisión, en una palabra no serán libres porque no tendrán ni la seguridad ni el poder que el dinero da. Estas palabras de mi abuelo me hicieron meditar mucho y en estos días las he vuelto a recordar.
     Recientemente nuestro presidente Pedro Sánchez se ha reunido con los dirigentes europeos para solventar en lo posible la gran crisis que la COVID-19 ha causado en toda Europa y en especial en los países del sur como Italia, España y Francia. Los países del norte se han mostrado muy poco favorables para soltar los dineros de la Comunidad Europea. Después de muchos tiras y aflojas por fin llegaron a un acuerdo. Todos dicen haber salido muy contentos y triunfalistas de este acontecimiento, pero aún no conocemos la letra pequeña de dicho contrato. Solo sabemos que hay que hacer reformas, ya se han mencionado que la reforma laboral no se va a tocar y que habrá cambios en las pensiones. Y esto me ha llevado a recordar las sabias palabras de mi abuelo – Si quieres un hijo tonto, mándalo a la calle, en este caso a negociar sin dinero y ahí verás que está atado de píes y manos. Nuevamente se da una vuelta de tuerca a los más débiles, a los trabajadores que tendrán que seguir con esos contratos basura, y a los ancianos que han terminado su vida laboral, en la que tanto han trabajado para dejarnos un futuro mejor y soñar con una jubilación que les permita vivir dignamente. Hasta ahora no hay certezas de nada, pero lo que es seguro es que va a haber un antes y un después en muchas cosas.
     No se ha oído ningún comentario, nada se ha infiltrado de la mayor empresa española que se come 25.000 millones de euros al año en los sueldos de los políticos y ni que decir de las pagas vitalicias. Creo que nuestro país no puede soportar tantos asesores, directores y enchufados de los gobernantes. Ahí es donde debieran recortar, a un pensionista de los que hay muchísimos que cobran 600 euros e incluso menos ¿Qué se les puede recortar? Muchos rondan los 1000 euros ¿Es que los gobernantes tanto europeos como españoles pueden vivir con ese dinero? Al mismo tiempo se habla de subir impuestos ¿Cómo los españoles que muchos se van a quedar sin sus trabajos y otros van a seguir siendo precarios los van a soportar? ¿Acaso quieren un país sumido en la miseria para que como muy bien decía mi ancestro sea bien manejable y tonto? Creo que hay otras partidas de mucha menos importancia en las que se podía recortar, entre ellas los gastos innecesarios y el derroche alegre al que nuestros gobernantes nos tienen acostumbrados. El señor presidente Pedro Sánchez ha ido a negociar sin dinero y de aquellos barros, estos lodos.
                                       Gilda Ruiloba

lunes, 20 de julio de 2020













 LA UNIÓN HACE LA FUERZA


     Recientemente afeaba a los políticos su actitud de crispación y poca voluntad para el diálogo y la reconstrucción de un país duramente golpeado por la pandemia del COVID-19 y las duras consecuencias que esto está teniendo. Hoy escribo estos renglones con un poco de esperanza y confianza en ellos. No me refiero a todos, ni mucho menos en los altos niveles de nuestras instituciones.  A un nivel pequeño, el de mi Ayuntamiento de Santa María de Cayón en Cantabria ha vuelto a resurgir en mí, un poquito de esperanza y fe. Tal vez no todo esté perdido, tal vez los ciudadanos volvamos a ser importantes dentro de nuestras instituciones y se nos mire como lo que somos, personas en estos momentos muy vulnerables. Ojalá no solo vean en nosotros una caja registradora para hacer dinero o ciudadanos que llenan las urnas con sus votos para hacer la vida muy fácil a quienes salen elegidos.
     Hoy una pequeña parte de esa gran empresa española, que son los políticos, me han causado una bocanada de aire puro, una nueva visión de esperanza y es que en estos tristes momentos y por primera vez, he visto como han dejado a un lado sus diferencias, sus disputas, su crispación y han tenido la valentía de unir sus fuerzas, limar sus asperezas y dar paso para reconstruir lo que el coronavirus ha destrozado sin ningún tipo de piedad. Partidos tan diferentes como el PP, PRC y PSOE han sido capaces de formar una piña, unir sus fuerzas y tener como objetivo común levantar un municipio y lo han hecho pensando en sus ciudadanos, en sus comercios y esto me enorgullece y me hace creer nuevamente en que la política no solo sirve para que unos pocos vivan como dioses, mientras la mayoría ve como sus trabajos, economías y pensiones tienen un futuro muy incierto.
      He podido observar con satisfacción como se han tomado unas medidas en favor del pueblo en general, de los ciudadanos más sensibles y golpeados por la crisis, de los autónomos, como se trata de reactivar con medidas concretas el comercio local. Se han aprobado 13 puntos, todos en beneficio de los ciudadanos.
     Ojalá cunda el ejemplo de este municipio y muchos más sigan sus pasos, incluyendo las grandes instituciones, que todos los mandatarios se retraten en ellos y cunda el ejemplo. La unión hace la fuerza, y el pueblo español en estos momentos necesita ilusionarse y volver a creer y confiar que los elegidos en las urnas están para hacerle la vida un poquito más fácil, y no para tener que defenderse de ellos y recelar constantemente de las decisiones que se van a tomar y que pueden cambiarnos la vida.
                                                       Gilda Ruiloba.