domingo, 23 de julio de 2017










CUENTOS Y LEYENDAS

“LA FUENTE DE LOS LADRONES”


   Pedrón era un muchachón del Valle de Cayón que gustaba reunirse  con sus amigos en el portal de la ermita de San Antón, en su pueblo de La Abadilla. Allí hablaban, fantaseaban con sus proyectos, amores, bravuconerías.

   Un día estando en estos menesteres, pasaron unos jóvenes de pueblos vecinos al valle y sin haber mediado palabra alguna, comenzaron a insultarlos:

    -“En Cayón, en cada casa un ladrón”

   Los jóvenes se miraron atónitos, sin dar crédito a lo que oían. De un salto, bajaron de la pared y les pidieron explicaciones y retirar esas palabras tan ofensivas para todos ellos. Lejos de retirar las palabras siguieron insultándoles e increpándoles.

   En fechas recientes se habían producido varios robos en los pueblos vecinos. Uno de ellos y el más sonado, se había dado la noche de la feria que se realizaba en el barrio de San Antonio.
   Un vecino de Penagos había vendido una vaca, por la noche cinco hombres con la cara tapada fueron a robar. Revolvieron toda la casa hasta que dieron con el dinero.

   Comenzó a correrse la voz de que los ladrones eran de Cayón, pues todos los robos eran cercanos a este Valle.

   Pedrón y sus amigos, consiguieron echar a cajas destempladas del pueblo a los intrusos ofensores. Pero una espina les quedó clavada en su amor propio.

   -No podemos consentir que se nos trate de ladrones.
   -De ninguna de las maneras.
   -Esto tenemos que aclararlo.
   -Pero ¿cómo?

   Los jóvenes pensaban como podían descubrir a los auténticos ladrones. Después de darle muchas vueltas, decidieron tenderles una trampa.
   En la próxima feria tenían que fingir un trato importante. Algo llamativo en lo que los ladrones se fijasen.
   El abuelo de Pedrón vivía en Castañeda y fingieron que quitaría su ganadería. Y en la feria, hechos del habla con un ganadero más pudiente, hicieron la falsa transacción. El abuelo cogió una gran cantidad de dinero, ante los ojos de muchos curiosos. Y acompañado de su nieto, se retiró a casa de sus hijos.
   Antes devolvieron el dinero al ganadero, con quien se fingió el trato.

   Pedrón cogió unos periódicos y los recortó del tamaño de los billetes del dinero.      Puso un billete por cada lado del taco de papeles y los amarró con una goma.
   Pedrón y muchos jóvenes de Cayón amigos suyos, se dirigieron a casa de su abuelo y se escondieron, dejando los billetes en el cajón de la mesa de la cocina, fáciles de encontrar.
   Al caer la tarde, pudieron escuchar unos ruidos y tres individuos entraron y cogieron el dinero. Y salieron corriendo.

   A Pedrón y sus amigos no les cuadraban las cuentas de los ladrones y optaron por no atraparlos en el lugar y los siguieron.
   ¿Dónde estaban los dos que faltaban?
   Los ladrones se fueron derechos al monte de “La Paul” en La Abadilla, allí junto a un riachuelo, escondido por un pequeño montículo, se encontraban los otros dos cómplices, habían encendido una pequeña fogata para calentarse.
   Una vez reunidos los cinco ladrones se disponían entre alborozos a repartirse el dinero, comentando lo fácil que había sido.
   Cuando estaban entretenidos se les echaron encima los jóvenes de Cayón, dejándoles inmovilizados y entregándoles a las fuerzas del orden, siendo detenidos.

   Desde ese día hay una fuente en el monte de “La Paul” que se llama “La Fuente de los Ladrones” Por ser el lugar de encuentro de éstos, para sus fechorías.
   Ni que decir tiene, que los ladrones no eran de Cayón, sino una banda de delincuentes de otros pueblos.

Gilda Ruiloba.
  





viernes, 12 de mayo de 2017





















"LA GAVIOTA"



Vuela la gaviota vuela
sobre la mar, segura

Confiada planea
sobre las aguas en calma.

No teme su bravura
pues es confiada.

Vuela la gaviota vuela
sobre la mar, segura.

No tiene desconfianza
de la mar y su bravura.

Infortunada gaviota
Que arrastrada es en su bravura.


Gilda Ruiloba.

jueves, 11 de mayo de 2017




















"YA NO TE QUIERO"


Ya no te pienso
porque ya no te tengo.

Como pensarte
si dejé de amarte.

Ya no te quiero
ya no te tengo.



Gilda Ruiloba.





domingo, 19 de marzo de 2017




















  "QUINCUAGENARIO"




Estoy en esa edad 
en que todos
se empeñan
en recordarme
los años que tengo.

¿Acaso creen
que un quincuagenario
lo olvida?

No señores,
somos conscientes
de nuestra edad.

Aunque les parezca
increíble,
tenemos espejos
que nos devuelven
nuestra imagen.

Nuestra vida 
está repleta
de grandes anécdotas 
y vivencias.

Que nuestra mente
algunas veces
no vaya acorde
con la edad
de nuestro cuerpo,
es mera utopía.

Somos muy conscientes
de nuestra edad.

De los beneficios
que esta nos ofrece.

Atrás queda 
la vida difícil
del treintañero.

Nosotros,
los quincuagenarios
ya pasamos esa etapa.

Ahora gozamos de 
las benevolencias 
de una vida vivida.

Simplemente estamos
en otra etapa.



Gilda Ruiloba.







martes, 21 de febrero de 2017





















"BARQUILLA MÍA" 


Resistente como las rocas
que soportan las embestidas
de las olas

Así esta barquilla mía
choca contra las olas
en desafiante provocación.

Fueron los mares
con sus tempestades
quienes provocaron este ciclón.

¡Ay! los mares atrevidos
despiadados
que hundir queréis 
esta pobre barquilla mía.

¿Qué os hizo? ¿Decidme?
Para tan cruelmente
embestirla.

Fueron los mares
quienes provocaron
esta situación.

¡Ay! los mares
que hundir queréis
a mi embarcación.

Pero esta barquilla mía
navegará erguida.
Surcará los mares
en atrevida sintonía.


Gilda Ruiloba.



                                                                                     

martes, 20 de diciembre de 2016





Presentación de mi libro "La casona de Hernán" el pasado sábado 17 de diciembre. Si a alguien le interesa un ejemplar de "La casona de Hernán" póngase en contacto a través del privado. gildaruiloba@hotmail.com También se puede conseguir en DICAR Sarón o en el estanco de Loly Mazorra en Sarón.