miércoles, 12 de octubre de 2016






















"LA SEÑORA DEL CASTILLO"



Desde mi ventana 
contemplo el exterior.
Diviso los hermosos
remates de piedra,
dibujando figuras caprichosas
en la vieja Catedral .
Al fondo, las murallas
que rodean y protegen la villa.

Sentada en los bancos 
laterales de sillería, 
junto a la ventana,
contemplo ensimismada
el atardecer sobre la ciudad.
Las nubes van tomando
un color rojizo
mezclado con el azulado
del cielo.

Las viejas piedras de sillería
en sus colores rojizos,
de piedra caleña sangrante,
son testigos mudos
del paso de los años.

Me invade la melancolía
al recordar tu partida
montado en tu corcel 
de guerra negro.
Al pasar junto a mi ventana,
te detuviste.
Y me regalaste una sonrisa.

Te vi partir, con lágrimas 
en los ojos.
Tuve una sensación extraña.
Te seguí con la mirada.
Tú cabalgabas erguido
en tu corcel negro.
Ibas desafiante, seguro.
Deseoso de llegar 
al campo de batalla.
Yo te observaba.
Presagiando malos augurios.

Pasaban los días
y tú no volvías.
Mi corazón estaba casi agónico.
Rodeado de un silencio sepulcral.
La melancolía me invadía.

Desde mi ventana
observaba el ir y venir
de los transeúntes.
Los vendedores gritaban
ofreciendo sus mercancías.
Los mendigos sentados
con sus harapientas ropas
pedían caridad en las calles.
Y tú...No volvías.

Pasaron muchos días...
Y desde mi ventana
vi llegar diezmado
tu ejército.
Pero tú... No venías.


Gilda Ruiloba.






viernes, 23 de septiembre de 2016

























"LA LLUVIA Y EL FUEGO


La lluvia nos sorprendió.
Y la misteriosa gruta
nos cobijó.

Los murciélagos asustados
revoloteaban en el aire,
sobre nuestras cabezas.

Yo estaba empapada
y asustada.

La lluvia caía
formando un sonido
que invitaba a la calma.

Recogimos unas ramas
y un gran fuego encendimos.

Mis mandíbulas castañeteaban
por el efecto del frío y el agua.

Junto al fuego nos refugiamos
buscando lugar tan preciado.

Sus llamas
fueron secando mis ropas mojadas.
Y dando calor a mi cuerpo.

El fuego transformó 
lugar tan hostil
en acogedor y amigable.

Sentados frente al fuego.
Nos abrazamos.
Y soñamos...


 Gilda Ruiloba.


miércoles, 21 de septiembre de 2016
























" TE AMÉ"



Sobre el piano
me dejaste una rosa.
Roja como el carmesí.

Lentamente la recogí
y a mis labios la acerqué.
Posé en ella, un beso.

Con mis labios de carmín.
Acaricié y rocé
sus suaves pétalos.

Con el mimo 
que tan delicada rosa
me inspiraba.

Sentí una emoción 
intensa.

Y te amé.

Gilda Ruiloba.






















"CLARO DE LUNA"




El sol se oculta
y da paso a la luna.
La luna
está llena.

Observo el cielo
y recuerdo aquella noche.
Juntos cogidos de la mano
paseábamos al claro de luna.

Entre las flores
del viejo almendro
Se filtraban
los rayos de la luna.

A nuestros oídos llegaban
las notas del viejo piano
Tocando la hermosa
Sonata de claro de luna.

La luna en su grandiosidad
se reflejaba en el agua.
Tornando las negras aguas
en la inmensa oscuridad

En tonos azules.
Fieles reflejos del cielo.
Con leves pinceladas de nubes grises.

El viejo piano seguía tocando
sus suaves melodías.
Tú sujetabas mi mano
en delicada armonía.



Gilda Ruiloba.







domingo, 18 de septiembre de 2016



















"NO ROMPAS MI PAZ"



No rompas mi paz 
Respeta mi silencio.

Deja que mi mente se distraiga.
Déjame soñar.

Déjame entrar
en el mundo de mis fantasías.

No rompas mi paz
Déjame en mi silencio.

Déjame en mis recuerdos.
Deja que entre en mis sentimientos.

Donde las historias toman vida
dentro de mi imaginación.

No rompas mi paz
déjame soñar.



Gilda Ruiloba.









martes, 13 de septiembre de 2016


















"TODO ME LLEVA A TI"



Como un lucero al alba.

Como las suaves olas
al  acariciar 
las arenas en la playa. 

Como ese vaivén de olas
que rompen contra las rocas

Así. Todo me lleva a ti.


Gilda Ruiloba.


sábado, 10 de septiembre de 2016




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"SABER QUE TE PIERDO"




( "CUANDO SABES QUE SE MUERE TU MEJOR AMIGA") 



Mira como se me pone 
la cara de pena
cuando te pienso.

Quererte como te quiero
y pensar que te pierdo.

Qué alegría y que pena
tenerte y saber que te pierdo.

Salgo a la calle y te pienso
y miro tus ojos y me pierdo.

Y finjo que todo es como siempre
cuando se que te pierdo.

Cuando se que todo 
es cuestión de tiempo.

Tengo clavos en el pecho
y en la sien un tormento.

Cuando pienso en ese
tú último aliento.

¡Ay! ¡Qué alegría y que pena!
alegría de tenerte
y pena de perderte.

Sólo con tu pensamiento
se me alivia este sufrimiento.

¡Ay qué pena!
quererte como te quiero
y saber que te pierdo.


Gilda Ruiloba.